Oxígeno y un reloj corriendo. ADN

Alberto Weretilneck movió las fichas de su Gabinete buscando oxigenar una gestión sin respuestas a las demandas de la población y funcionarios cuestionados. El diagnóstico fue realizado por el propio gobernador hace unos meses y anticipó que este tiempo llegaría. La demora solo se explica por la novedad de la instalación de la planta de GNL en Punta Colorada, lo que produjo un envión anímico en el oficialismo pero a medida que perdía efecto el anuncio de YPF, volvían los temas sin resolver a la mesa de Laprida y Belgrano.

Faltan llenar casilleros clave, como en Salud, y se sabe que habrá más cambios en áreas sensibles (los que no se produjeron es porque aún se buscan los reemplazantes). Las modificaciones vienen de la mano de cambios en la Ley de Ministerios. Todo se pensó previamente entre Weretilneck y el presidente del bloque de Juntos, Facundo López.

El diseño del futuro gobierno tiene como premisa amortiguar el golpe de un país impensado en diciembre. Ya no alcanza con el provincialismo en piloto automático, se requiere de un Gabinete protagonista, con ideas. El otro impulso para cambiar es el desafío que el oficialismo debe enfrentar en 2025 y a este ritmo, con la demanda social en crecimiento y una vorágine política inédita, tenía garantizada la derrota en una elección nacionalizada y polarizada, donde se votará a favor o en contra del presidente Javier Milei. Y es inocultable que la marcha errante de la administración no se maquilla con el prometedor desarrollo hidrocarburífero y minero.

El primer cambio que anunció Weretilneck fue el desdoblamiento del ministerio de Gobierno y el ingreso de un cipoleño histórico: Fabián Gatti. Eso refuerza el núcleo territorial y político del gobernador, que inyecta al municipio obras y recursos para apuntalar a Rodrigo Buteler. El gobernador asienta su gestión en su ciudad afianzando el eje con Neuquén, apalancado en el desarrollo de Vaca Muerta. Allí se erige el moderno edificio de Energía, la nueva meca de la política rionegrina.

Gatti no tiene el perfil de un ministro político, a pesar de su vasta trayectoria. Hace tiempo está alejado de la «rosca» diaria. Sus últimos trabajos fueron en el directorio del Banco Patagonia (con sede en Buenos Aires) y en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, con poca actividad en Viedma. Pero la política es patrimonio exclusivo de Weretilneck.

Falta encontrar un nombre para ocupar la Secretaría de Turismo, ya que Marcos Barberis renunció. Tarea para Gatti y en consulta con el gobernador. La tentación es hurgar en Bariloche, pero vuelve a mencionarse al viedmense Sergio Rodríguez.

A la par, Weretilneck anunció que el Ministerio de Modernización queda a cargo de Federico Lutz, que no pertenece al círculo rojo. Deja la cartera de Gobierno tras algunos chisporroteos con ese núcleo. El área que se corresponde en un porcentaje importante con el nuevo proyecto de provincia, junto a Energía, que conduce Andrea Confini, y la flamante Secretaría de Asuntos Estratégicos y Planificación. Tendrá a su cargo el INVAP, Ciencia y Tecnología, y ALTEC. El barilochense tendría -además- la responsabilidad de ordenar la ciudad andina, muy desequilibrada para Juntos.

Un tema que desvela al Gobernador es salud. La salida de Ana Senesi removió el conflicto en los hospitales, que no cesa desde febrero, con reclamos salariales, falta de insumos y equipamientos, y un éxodo de médicos que ponen en jaque los servicios como pediatría. Aún no hay reemplazo. Se desactivó el proyecto de integración público-privado. Algunas creen que hay que repetir el criterio anterior, y poner a una persona que «administre» el Ministerio. Así fue la gestión de Fabián Zgaib. No funcionó un ex director de hospital. Tampoco fueron exitosas para Weretilneck las gestiones de médicos. Lo cierto es que urge. El deterioro del sistema es notable, aumentan los reclamos de gente y la oposición mete presión para declarar la emergencia sanitaria.

Por qué no se puso en marcha el anuncio del 10 de diciembre cuando se detalló un sistema de salud integrado entre el sector público, el privado, las obras sociales y las prepagas, donde sólo concurran al hospital los sectores más desprotegidos?. Una de las respuestas está en las políticas nacionales: jubilados y pensionados que perdieron el 100 por ciento de cobertura de medicamentos del PAMI, van a pedirlo al nosocomio local, y los desenganchados por el costo de las prepagas que perdieron cobertura de salud, ahora se atienden en el sistema público. No ayuda que el IPROSS haga la «vista gorda» al plus que se les cobra a sus afiliados en Sanatorios y Clínicas.

Desarrollo Social es otro talón de Aquiles. Juan Pablo Muena pende de un hilo, no logró hacer pie en el Ministerio. Ya renunció el secretario de Cultura, Martín Fraile, que volverá a dirigir la Filarmónica. La nueva conformación ministerial quitó Cultura y Deportes de su órbita, áreas que buscan cobijo. Pero el tema más acuciante es el de contención: hay cada vez más demanda de alimentos. Se nota en toda la provincia pero el diagnóstico de Bariloche es preocupante. Los efectores territoriales advierten a Viedma que «se retiró Nación y Provincia», solo queda el Municipio con cada vez menos recursos asistiendo a los sectores vulnerables. La nieve comenzará a derretirse y fin de año podría ser caliente.

Un dato no menor. Donde se retira el Estado, surge el narco. Esa realidad ya está instalada -al menos registrado- en Rosario, el conurbano, algunos barrios de la Capital Federal, y los cordones de Córdoba y Mendoza. Los comedores son asistidos por los «tranzas». Tema para Desarrollo, la Policía y el Ministerio de Seguridad.

Weretilneck también creó esta semana -con aval legislativo- la Secretaría de Asuntos Estratégicos y Planificación, que trabajará codo a codo con Energía y Medio Ambiente, y Modernización. Designó a Milton Dumrauf, quien se desempañaba como Secretario Legal y Técnico. En su reemplazo asumirá la jefe legal y secretaria del bloque de Juntos, Julia Mosquera.

Dumrauf fue parte de la Fiscalía de Estado que presidió Pablo Bergonzi con Juan Bautista Justo de adjunto. Fue juez sustituto -junto a Fabio Igoldi- en Regina, y después integró el estudio jurídico con su ex jefe en Roca, donde se especializaron en temas energéticos. Justo hoy es el titular del EPRE, y Bergonzi, además de su bufete, administra el multimedio integrado por NoticiasNet, El Cordillerano, AN Roca, Cipo 360, Siete en Punto y La Comuna de Regina. La flamante Secretaría tendrá un rol central en el desarrollo hidrocarburífero y minero.

Con los cambios, Cipolletti suma poder territorial y político. Pero el gobernador no descuida a Viedma, la ciudad política histórica, aunque diluida de poder real. Como Roma, aún sostiene lo simbólico (tiene las sedes de los tres Poderes), y es imprescindible para cualquier proyecto político provincial. Incluso, el oficialismo viedmense pretende encabezar la lista de senadores. Hoy, el nombre fijo es el del vicegobernador Pedro Pesatti, «pero si no es Pedro, es Facundo» aseguran en la Casa de Gobierno.

Se espera que los cambios -producidos y por venir- aportarán oxígeno, pero son la admisión tácita de la malograda administración provincial en estos ocho primeros meses. Cuando se termine de armar el organigrama y todos los recambios estén puestos, habrá menos margen para encontrar excusas fuera de la provincia y la gestión, para culpar de los fracasos.

El tiempo confirmará si este paso fue firme. También en los próximos días se verá si el gobernador abre a sus socios (como la UCR) o a los sectores «dialoguistas» el Gabinete. Los más cercanos indican que Weretilneck está dispuesto a realizar todos los cambios que sean necesarios para hacer funcionar al gobierno, que viene perdiendo terreno en cada sondeo de opinión. ¿Es posible salir del círculo rojo a la hora de buscar reemplazos, nutriéndose desde el propio partido que integran intendentes y legisladores?.

Por ahora, solo weretilneckismo.