Obra pública, la gran ausente en 2025 en Río Negro
(ADN). – A partir de la decisión del gobierno nacional de parar la obra pública, Río Negro no tiene perspectiva alguna de poder ejecutar trabajos con aportes de Nación y además verá truncado el reinicio de otras que quedaron paralizadas desde fines del 2023.
Será un tema de discusión por parte de las provincias y sus representantes nacionales, principalmente senadores, de pelear junto a sus gobernadores, la inclusión de alguna obra en el presupuesto 2025, una oportunidad de imponer condiciones y conseguir algún recurso.
Hasta el momento hay una definición del gobierno nacional: para el año que viene sólo continúan las obras que tienen financiamiento internacional.
Para Río Negro significa que, por ejemplo, en el área de agua potable y saneamiento, sólo tendrán continuidad los trabajos comprometidos por el ex ENHOSA (recién disuelto) en Catriel y General Roca, mientras que queda paralizada la ampliación de la planta potabilizadora de Viedma, que dada su magnitud es imposible que pueda tener continuidad con fondos provinciales, como para afrontar ese presupuesto.
En el área de Vialidad, pudo conocerse que, en el próximo presupuesto nacional para Río Negro, sólo figuran fondos para tareas de mantenimiento.
Esta definición del gobierno del presidente Milei, deja suspendidos los trabajos de terminación de las rutas 22 y 23; la reparación de la 151, en Catriel, la rotonda de Choele Choel y en la ruta nacional 40.
También significa que tampoco se cumplen con promesas acordadas en el convenio por obras que firmó el gobernador Alberto Weretilneck y el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, luego del ya deslucido Pacto de Mayo, que sirvió solo para una foto de ocasión. Todos acuerdos para conseguir votos para la Ley Bases y el RIGI.
Vendrán tiempos de negociaciones entre la provincia y Nación; tarea para el ministro de Obras Publicas rionegrino, de hurgar entre las páginas del proyecto de Presupuesto 2025 y pelear en los pasillos nacionales obras para Río Negro y principalmente de los representantes rionegrinos en el Congreso de pelear por los intereses de la provincia, cualquiera fuere su representación política, o los libertarios y aliados, harán “obediencia debida”, una práctica tantas veces criticada a la casta.