Per saltum al 2027. ADN

La oposición ya invita a pensar en el 2027. Convencidos que la nacionalización -y la casi segura polarización que pronostican los sondeos- cumplirá un rol central en las estrategias distritales, los espacios con aspiración a disputarle a Juntos el poder provincial trabajan en alquimias electorales y diseños de políticas de gobierno. Falta mucho, pero en el peronismo y las tribus libertarias ven una oportunidad si el oficialismo «sigue sin reacción política».

Hay una escala previa: 2025. Al espacio «del cambio» lo ordenará Milei (con mayor o menor incidencia de Macri) y al PJ la flamante presidenta, Cristina Kirchner. De la Casa Rosada y el Instituto Patria surgirán los trazos gruesos de la campaña y posiblemente la nómina de candidatos. Nada nuevo bajo el sol político argentino, a pesar del rechazo a la casta.

Eso advirtió el diputado nacional Aníbal Tortoriello esta semana, que se allanó a los designios del Presidente para la próxima elección. Tomó nota de cómo actúa el triángulo de hierro (Javier y Karina Milei junto a Santiago Caputo) y avisó a ese núcleo -a través de Lule Menem- que está dispuesto a encabezar la lista del Senado en Río Negro, pero no interferirá si la definición es otra. Y apuntó los cañones a la Gobernación.

El cipoleño no quiere ser parte del dislate libertario local, que ya tiene un sello (Primero Río Negro, de Ariel Rivero), hay en marcha otro (Partido Liberal, con José Valla a la cabeza) y con complicaciones se construye La Libertad Avanza de la mano de la diputada Lorena Villaverde, que ya ensaya un acuerdo con el PRO de Juan Martín, a instancias de Patricia Bullrich. En su andar, firme y solitario, se mira en el espejo de Milei. Avanza según sus ideas y no negocia de forma tradicional, no hace concesiones y siempre busca imponer sus propósitos. Eso genera reproches en sus posibles aliados, pero el ex intendente se mantiene inmutable. Su tozudez, desbarató el armado de un bloque que hubiese sido un dolor de cabeza para JSRN. Sin embargo está convencido que estas formas le darán resultado y va por todo.

En Buenos Aires monitorean sus números y lo asocian a la imagen de Milei. Son ensayos que se realizan en todas las provincias. Por lo general en sociedad entre LLA y el PRO. El Presidente conserva una buena imagen y llegaría al 2025 con un piso de -al menos- 30%. Todo lo demás sería sumatoria de los locales. Según las proyecciones, el único que le «suma» al león es Tortoriello. Ahí radica su tranquilidad y espera que lo elijan. Por ahora no tiene constituido su partido (CREO) y Nación le prestaría su andamiaje. Si eso sucede, el reparto de cargos tendría que incluir al resto de los libertarios.

Un pensamiento similar recorre el peronismo. La presidencia de CFK surgió con escaramuzas, natural en el partido que fundó Perón. Tras la definición de la Junta Electoral y la intervención de la jueza Servini, Cristina asumirá la jefatura. Su rival aseguró que acompañará. El riojano Quintela puso proa a la elección y aseguró que el «adversario es Milei». Ahora la unidad se jugará en el armado de las listas y en Río Negro los dos sectores mayoritarios (doñatismo y sorismo) están encolumnados con la ex presidenta. Las encuestas muestran una «polarización» entre Milei y Cristina y la madre de todas las batallas será la provincia de Buenos Aires. ¿Qué hará Kicillof? Una pregunta sin respuesta.

El armado nacional dejó sin sentido el llamado a las internas que había lanzado el partido en Río Negro para el 25 de mayo del 2025. Habrá PASO y esa instancia sigue abierta para quienes crean que deban desafiar los acuerdos de mayoría. Por eso, el PJ mira también el 2027. El senador Martín Doñate aseguró que «no podemos permitirnos una frustración más». Emitió un documento -previamente dialogado con el partido y los intendentes- para arengar a la militancia y encaminar al partido rumbo a Viedma. Hubo autocrítica por el «Gran Acuerdo» (que le requerían los sectores más duros), y un decálogo de políticas públicas para gobernar.

El peronismo tiene el desafío de mostrar madurez política, compromiso con los rionegrinos y voluntad de poder. Todavía sobreviven las desconfianzas pero sus dirigentes van tomando conciencia y -aseguran- que «hay futuro».

Libertarios y peronistas aspiran a polarizar y dejar relegado a Juntos para comenzar a confirmar que hay una chance de campeonar en 2027. Saben que el oficialismo fue capaz de sobreponerse a una elección intermedia (2017) y volver a ser gobierno. Por qué esta vez podría ser? Por como ve la oposición al oficialismo, especialmente a su líder Alberto Weretilneck. «Ya no es el mismo» relatan, incluso los dirigentes opositores que lo visitan. Observan un formato de poder «chico» centrado en Cipolletti.

El Gobernador hoy tiene otros desafíos. Lo inquieta la gestión y la falta de recursos. Se acerca fin de año y hay que reunir el dinero para los aguinaldos y hacer frente a los vencimientos de deudas, especialmente otra cuota del Castello. La trama electoral quedará para el año que viene. Ahora debe lidiar con el enojo de los sindicatos por la falta de propuesta salarial mientras garantiza la prestación de los servicios esenciales, cada vez más deteriorados. Al complejo año hospitalario suma un tema acuciante y en crecimiento: el delito.

Para contener desbordes, retomó los recorridos por la provincia y multiplicó su presencia en los aniversarios de ciudades y pueblos donde entra en contacto con autoridades y vecinos. Toma nota y pide paciencia. Volvió a concentrar reclamos y acciones, y se ocupa personalmente de las soluciones que promete. Pero en época de crisis, nada alcanza.

Para colmo, Bariloche es una complicación constante y una preocupación permanente. El intendente Walter Cortés solo ofrece malas noticias. Weretilneck cada tanto pasa por la ciudad para intentar calmar las aguas, pero sabe que por mucho menos otros jefes comunales fueron eyectados.

Ahora analiza la economía con el ministro Gabriel Sánchez. Busca desahogar el presupuesto y bajar el impacto de la masa salarial. Para ello ya congeló los salarios, se trabaja en los descuentos a quienes adhirieron a los paros de la semana pasada y está activo el plan para no renovar contratos. Hay un diseño para pagar el próximo vencimiento del Castello que, con la cuota de julio, son dos en un año. Así, planea demostrar a los acreedores extranjeros voluntad de pago, no defoltear, lograr una refinanciación y patear para el 2028 los próximos pagos de capital, y solo hacer frente a los intereses. Eso implicaría un gran alivio a las alicaídas cuentas provinciales.

El año que viene si no hay reactivación la recaudación seguirá en baja, y la Casa Rosada no piensa compartir ni un peso con las provincias, excepto los fondos correspondientes a la coparticipación. La liquidación de las regalías petroleras en este contexto mundial son una buena noticia, pero haría falta acelerar la renegociación de algunos contratos por los pozo maduros. Calcatreu tiene luz verde, el oloeducto sur está en marcha y los barcos de PAE exportarán gas. Pero esos emprendimientos llevan tiempo.

El Gobierno nacional privilegió la minería, la energía, los negocios bancarios y financieros pero a costa de la industria, las pymes, el campo, la ruralidad, el turismo y los servicios. No son buenas noticias para Río Negro.