La UOCRA estimó 6.000 desocupados en Río Negro

(ADN).- Dirigentes de la UOCRA estimaron que la desocupación en el sector ronda las 6000 personas. El motivo central es la falta de obra pública, y la reducción de la construcción privada. La seccional del Valle calcula unos 4500 y el resto se cuenta en las zonas Andina y Atlántica. «A esta altura del año, estamos mucho peor que antes» indicó el cipoleño Juan Garrido.

Hace unas semanas, el jefe de MUOCRA de Viedma, Raúl Martínez, advirtió que solo en la capital provincial hay alrededor de 400 desocupados. A ellos se sumaron en los últimos días otros tantos, tras la finalización de la obra del Hotel Casino.

«Para que un compañero encuentre trabajo, se tiene que morir otro compañero y dejarle el lugar. Es un completo desastre» graficó Garrido, que dirige un distrito del gremio que se extiende de Catriel hasta Los Menucos y Maquinchao, incluyendo el Valle Medio. El dirigente señaló que los demás operarios que están desocupados en el territorio rionegrino pertenecen a la Uocra de la zona andina, con sede en Bariloche, y de la zona atlántica, con cabecera en Viedma. Con ellos se completa el triste panorama del desempleo sectorial.

Garrido dijo que «el gobierno nacional les hizo firmar a los gobernadores el famoso RIGI, pero les tomaron el pelo. Porque, dónde están los beneficios, decían que iban a llover las inversiones y hasta ahora no hay nada», cuestionó.

El dirigente señaló que hace unos meses se consiguió que unos 600 «viejos», como suele llamar a sus compañeros trabajadores, entraran a trabajar en emprendimientos de Vaca Muerta Sur. Jóvenes y no tanto de Barda del Medio, Contralmirante Cordero, San Isidro y Cinco Saltos tuvieron la oportunidad de una fuente laboral, en distintos oficios y especialidades de la construcción.

Sin embargo, ha pasado el tiempo y ahora se están terminando las tareas y «de a poquito» están empezando a comunicarles a los obreros que se quedan sin trabajo. En diciembre, quedarán posiblemente muy pocos. Y con ello, sobrevendrá la temible intranquilidad de quedarse sin empleo, de cara a las fiestas de fin de año.

«La inquietud no será privativa de estos laburantes, sino de todos los que pertenecen al sector en la provincia, quienes con angustia se asomarán a un nuevo año, el 2025, que podría ser aún peor que el actual», expresó.