GNL: «A Brasil no se llega por caño sino por barco»
(ADN).- La posibilidad de exportar el gas de Vaca Muerta al mega polo industrial de San Pablo, abrió una ´puja entre los productores de gas y los de GNL. En el encuentro organizado por el sitio especializado Econojournal, Energy Day, se cruzaron los directivos de dos importantes empresas y blanquearon la polémica que subyacente en el sector. Si se impone la idea moderna, hay otra ventana de oportunidad para Río Negro a través del proyecto PAE-Golar.
Quien lanzó la piedra fue Gabriela Aguilar, directiva de Excelerate Energy, una compañía norteamericana se dedica a licuar la molécula, produce GNL en buques licuefactores: «a Brasil no se llega por caño sino por barco».
«Nosotros estamos en Brasil. Hay una oportunidad enorme que Argentina utilice esa infraestructura existente para exportar gas a Brasil, que son casi 60 millones de metros cúbicos. Brasil eligió el GNL ¿Por qué? Porque es flexible. Tienen 10 terminales de importación, de los cuales en dos que son las que Petrobras, tenemos una asociación. Esa infraestructura flexible permite ajustar el volumen de gas necesario en cada momento», afirmó la ejecutiva de Exelerate.
«En promedio Brasil importa 25 cargamentos por año, en el 2022 importó 70 cargamentos. Entonces, cada cuatro o cinco años Brasil tiene esta alternancia y algo muy importante para Argentina es que el año que viene se espera que Brasil vaya a sacar adelante una nueva ley, una licitación de generación eléctrica nueva», agregó.
El que salió a responderle fue Daniel Ridelener representante de TGN. La empresa que transporta la molécula hasta la frontera vía gasoducto. «Yo creo que Brasil es un mercado que podrá comprarnos entre 15 y 20 millones de metros cúbicos. Hay gente que es bastante más optimista, yo prefiero la cautela. Recién mencionaban en uno de los paneles anteriores que la presidenta de Petrobras había hablado de un crecimiento de casi el 50% en la demanda industrial solamente. Y Petrobras dice que puede llegar a 60% en pocos años».
La defensa de los gasoductos que esgrimió Ridelener dejó al desnudo las complicaciones para llegar con el recurso de Vaca Muerta al corazón industrial brasileño. «Creo que hay dos caminos. Un camino es que los compradores sean los mismos industriales y otro camino es que Petrobras, que tiene un rol muy aglutinante dentro del mercado brasileño, sea quien firme un contrato. Bueno, todo eso es lo que está en este momento en análisis. Desde acá es muy fácil hablar de Brasil como país, pero son infinidad de actores», advirtió.
Ridelener mencionó la necesidad de bajar los precios. «De nuestro lado lo que tenemos que lograr es llegar con un precio lo más competitivo posible, contra el precio doméstico y contra el precio internacional. Bolivia tiene una infraestructura y puede jugar con el precio todo lo que necesite. El arranque no fue bueno. Querer cobrar USD 1,9 dólares por millón de BTU para gas interrumpible no es bueno. Pero también está pasando algo parecido con actores locales, con lo cual hay que hacer una alineación de todos los actores de una larga cadena para que seamos competitivos en la exportación».
Respecto al margen para bajar el precio, del planteo de Ridelener se desprende la discusión sobre el costo real de la producción de la molécula y el aprovechamiento del recurso a nivel local, para el mercado doméstico.
Sobre esto Aguilar apuntó. «Para el año 2040 la demanda estimada va a ser de 700 millones de toneladas con lo cual ya hay un déficit de 300 millones de toneladas. Y me voy a poner un poco más picante, creo que tiene muchísima importancia el rol de la seguridad energética. Y cuando hablamos de GNL aparece siempre en el invierno en las tapas de los diarios la idea de reducir la importación de GNL. Y la verdad que me gustaría ponerlo en blanco sobre negro, porque durante este invierno se importaron 28 cargamentos de GNL. Además, para generación eléctrica también se consume gasoil y fueloil. ¿Cuántos cargamentos creen ustedes que se importaron y se consumieron para generación eléctrica?».
La polémica está instalada. Para que la exportación vía caño sea una realidad, el Gobierno debe apuntalar la concreción de la segunda etapa del gasoducto Perito Moreno que lleva su tiempo, además de una decisión política en un contexto sin obra pública.