Con altos costos, chacareros trabajan sin precio de fruta

(Por Fabricio González*).- Como quien navega a ciegas, sin ningún tipo de referencias, así atraviesan estos días de cosecha los productores del Alto Valle, porque están entregando su fruta a los galpones de empaque sin saber cuánto le van a pagar, y porque además muchos aún no reciben la liquidación final de la temporada anterior. Esto implica que no saben si ganaron 2 pesos o perdieron 4. A lo largo del año los empresarios van entregando dinero a cuenta de esa liquidación final, todo sujeto al resultado de las operaciones de comercialización. Pero en una temporada en la cual quedó mucha fruta del año anterior sin vender, todo entra en una nebulosa casi indescifrable para el productor.

El mecanismo es histórico, salvo que esta vez la incertidumbre es mayor por la crisis de los mercados, tanto el interno como el externo. Daniel Pérez, presidente de la cámara de productores de General Roca, reflejó esa situación: “Entregamos la fruta a los empaques y nos dicen que está complicado y estamos entregando sin un precio de referencia”, lo cual implica que no tienen certezas sobre si van a poder cubrir los costos de producción, que se fijaron en 35 centavos de dólar por kilo. “Con las peras está complicado, tanto con la William’s como con la Packam’s, porque no te manifiestan un valor que vos puedas decir: bueno tengo una referencia de algo”, sintetizó.

Si bien la referencia es el costo de producción “nadie te dice que puedan estar por ahí cerca de ese número. Ninguno te asegura ningún valor”. Por lo pronto, sobre lo único es que existe alguna precisión, es sobre los mejores tamaños, porque de las charlas entre chacareros y galponeros, surge que “el elegido 1 puede llegar a salvar los costos, pero no se arriesgan a decir qué va a pasar con el elegido 3, o el comercial, que esos tamaños estarían por debajo del costo de producción”. Esto se traduciría en que, el precio que se termine pagando por un gran porcentaje de la fruta, no logre cubrir el costo de producción. Pérez acotó´: “La mayoría te dice más o menos lo mismo, es como que está generalizado esto”.

El dirigente convalida lo que ya han expresado en +P algunos empresarios del sector, y es que “en algunos galpones nos dijeron que podían llegar a pagar lo mismo que se pagó el año pasado”. Sobre la no entrega de la liquidación final a los productores, se confirma que no se realiza “por razones de que todavía había pera y manzana en los fríos que son del año pasado, y que no se había terminado de trabajar, entonces por ese motivo nos dicen que no podían terminar de hacer las liquidaciones. Entonces tampoco sabe el productor qué le va a quedar como resultado final del año pasado”.

Esa espera, que se alarga, está supeditada a que, según argumentan los empresarios, no se termina de saber cuál será el destino de la fruta del año pasado, “entonces estás en una incertidumbre de cuánto va a ser el valor para este año”.

Luego de asegurar que “hoy estás laburando a ojo, sin tener la certeza de cuánto vas a cobrar”, Pérez aclaró que “la única certeza que tenés hoy es que la industria te está pagando lo mismo que el año pasado, con unos costos que te subieron el 115%”, siendo los valores de referencia 80 pesos por kilo, o 0,07 dólar. A todo esto, se suman las mayores exigencias que tienen las exportadoras a la hora de levantar la fruta, por el requisito de hacer una clasificación en la planta, lo que impacta en los costos del productor.

En parte, ese “raleo” obedece a evitar enviar al empaque la fruta dañada por las heladas o granizo, y por otro lado, dejar de lado los tamaños que no son comerciales. “y eso hace que vos tengas que agregarle un costo más a la cosecha, por lo tanto ya no son más de 35 centavos de dólar, sino que te sube un poco un poco más, porque tenés que poner un descartador”.

Reconoce el dirigente que “vos podés poner un cosechador para que te vaya clasificando, pero la gente tampoco se va a poner a descartar en la planta porque no le va a rendir (un componente del salario es la paga productividad, atada a la cantidad de bins cosechados por día), entonces para aliviar esa situación, hacés que uno coseche y otro abajo que descarte, pero a ese que descarta le tenés que pagar tanto como al qué cosecha. Entonces tenemos un problema, porque el costo se te va muy alto”.

Cuando se lo consulta si se vienen años de arrancar plantas de peras, Pérez no acuerda con esa idea y replica: “No es cuestión de reconvertir. Es cuestión de ver cómo la política agropecuaria, o frutícola, se pone de acuerdo para poder paliar estos años difíciles”.

Esperando al Gobernador

En ese sentido, los dirigentes de las cámaras de productores y de la federación, esperan que se concrete la demorada reunión con el Gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. Un principio de racionalidad marca el clima precio al encuentro: “Por ahí el gobierno provincial no tiene la culpa de lo que pase con la devaluación de Brasil, pero sí que por ahí tiene posibilidades de tratar de bajarle los costos al productor de alguna manera junto al gobierno nacional, como bajarle los aportes patronales”.

Aclaró que “no es que tiene que regalarte nada, pero tienen que -por lo menos-, tratar de ver de qué manera te puede bajar los costos. Ya ha ocurrido años atrás. Me acuerdo que la provincia se hizo cargo de los aportes del 931 y eso sirvió mucho para los productores. En otro caso hubo unos subsidios de combustible. Hoy poner un tractor en marcha en la chacra, para cualquier productor que se levanta en la mañana y le pone un bidón de gasoil, son 50 mil pesos”.

*Periodista, La Mañana de Neuquén.