Abril, un paso previo a octubre. ADN

El oficialismo busca un golpe de efecto político en la antesala de las elecciones nacionales de octubre, y trabaja para las municipales de abril con ahínco y lejos sus socios del Gran Acuerdo. Alberto Weretilneck diseñó el proceso en el verano y ofreció el servicio electoral para alinear la contienda en un mismo día, buscando un triunfo en la mayoría de las comunas y así mostrar que Juntos aún es competitivo.
El domingo 27 de abril, Pomona, Pilcaniyeu, Sierra Colorada, Ñorquinco, Ingeniero Jacobacci, Maquinchao, Darwin, Coronel Belisle y General Enrique Godoy renuevan concejales. La elección no solo busca mostrar una victoria antes de octubre, que sin PASO se transforma en el único termómetro político previo, sino también enviar una señal interna a quienes están pensando en saltar a La Libertad Avanza o Hacemos, el espacio que arma la ex gobernadora Arabela Carreras.
La tarea tiene al Gobierno ocupado. Y se desprende del acoplado radical y peronista que le sirvió de engranaje electoral en abril del 23. Dos caso bien contundentes: Juntos armó lista en Darwin, que está al mando de Víctor Hugo Mansilla, un radical aliado. El intendente asimiló el golpe inicial y ahora prepara a su equipo para dar batalla. «Y qué pasa si pierde?» dice el «Curi» en referencia al Gobernador, dando por sentado que el armado verde no es una jugada en solitario de la senadora Mónica Silva. El oficialismo también competirá en Godoy, desafiando al joven peronista Albino Garrone, un hombre que reportaba al senador Martín Doñate y ahora hace equilibrio en el fino hilo de lo que fue Nos Une. A pesar que el legislador Pedro Dantas lo intenta convencer de las bondades de la arquitectura que armó Viedma, el jefe comunal ya se encabronó.
Weretilneck no solo alineó las elecciones, también adelantó en su discurso inaugural en la Legislatura que habrá rápido reparto del bono petrolero para obras y equipamiento, también un nuevo esquema de coparticipación basado en el nuevo censo y otra distribución de la renta hidrocarburífera, que tendrá ganadores y perdedores. Estima que este fuerte movimiento de dinero le reporte frutos electorales.
Así, entre un triunfo mayoritario en abril y el discurso épico de la defensa de los rionegrinos, piensa en romper la polarización entre libertarios y peronistas en octubre para retener la banca en el Senado y el escaño en Diputados, y encarar los últimos dos años de esta nueva gestión oxigenado y con un partido competitivo en la provincia, el botín en juego en 2027.
El riesgo? El encierro en Juntos. Sin aliados y con tensiones internas que irán en aumento, lo que está en juego es mucho.
Advertido el radicalismo que el Gran Acuerdo tambaleaba, especialmente tras la salida del presidente Pedro Sánchez del DPA, los boina blanca armaron listas para el 27 de abril. No alcanzó la designación de Gerardo Blanes en el IUPA para creer que hay coalición de gobierno alguna. Incluso, los legisladores Ariel Bernatene y Lorena Matzen avisan que el entendimiento es solo legislativo, y con las autoridades institucionales: el Gobernador y el vicegobernador. Algo se rompió.
La UCR debe ir por el poder territorial, bajo la amenaza interna. Los radicales con peluca, o el «nuevo radicalismo» como se autodenomina el espacio opositor a Sánchez-Sartor, se presentarán en las elecciones internas del partido, al que quieren sacar del agobio verde. Las tensiones rionegrinas también existen a nivel nacional y el oficialismo de Martín Lousteau deberá validar su liderazgo asediado por el espacio de Ernesto Sanz, más proclive a un acuerdo con el presidente Milei.
Las elecciones municipales son un desafío también para el PRO y LLA, que tendrán candidatos, y deben evitar un muy mal resultado ya que son -en caso ir en alianza a octubre- el conglomerado a vencer.
El peronismo se alista. Si bien tiene su mirada puesta en octubre, debe competir. Una buena señal sería no perder en los municipios donde es gobierno, y mejorar donde es oposición. Ninguna de las ciudades en compulsa electoral son significativas en términos de votos en la provincia (excepto Jacobacci, único distrito donde Juntos y la UCR van en alianza) pero sí tienen un peso simbólico en términos político.
Por eso, en la presentación de listas de la ciudad cabecera de la Región Sur, estuvieron el presidente del partido, Sergio Hernández, y su vice, José Luis Berros. También los legisladores Fabián Pilquinao (VcT) y Ana Marks (PJ-NE), y el intendente Garrone.
El PJ se prepara para octubre, pero no descuida abril. La novedad en el partido que conduce Cristina Kirchner es que ni ella, ni el ex candidato a presidente, Sergio Massa, serían parte de las listas. Si se confirma este camino, comienza la sucesión y los gobernadores, como Axel Kicillof, miran el futuro con más protagonismo. Días pasados en Calafate, la jefa del partido se reunió con referentes del Frente Renovador, del espacio de Juan Grabois y de Kicillof donde avanzaron en la estrategia nacional. Massa asegura que la provincia de Buenos Aires seguirá siendo bastión del PJ, y hasta se animó a vaticinar un triunfo a nivel nacional.
Aquel mensaje comienza a llegar a las provincias, también a Río Negro.
Cada distrito tendrá su lógica de construcción, pero el acuerdo en Calafate ya supone una fuerte unidad (allí recalarán Kolina, Frente Grande, Nuevo Encuentro, el Movimiento Evita, organizaciones sociales y sindicales) para el armar el frente anti Milei.
Hace una semana, en su paso por Viedma, el senador Martín Doñate recogió el pedido de la CGT de avanzar en la construcción de una alternativa viable de cara a las elecciones de octubre.