De indecisos y consolidados. ADN

Cómo irrumpe Javier Milei en el electorado rionegrino, es la pregunta que desvela a los consultores políticos que están encuestando de forma permanente -a pedido de los diferentes partidos políticos- y con técnicas variadas, de modo de diseñar el discurso y la campaña, de cara a la elección nacional de octubre.

Rige un principio de desconfianza en las encuestas, no solo en la población sino también en la opinión pública (medios de comunicación incluidos) ya que muchos sondeos han quedado burlados por el voto popular. En consecuencia, las empresas ajustan el universo y las herramientas de consulta, para lograr datos lo más fidedignos posibles que solo son revelados con exactitud a quien los encarga, dando a publicidad información parcial o “retocada” para generar “sensaciones” que se desvanecen en el aire.

De todos modos, los muestreos tienen el poder de tomar una foto instantánea -a veces difusa- del momento político y social, y sirven para lograr componer un cuadro coyuntural. Por caso, las mediciones son coincidentes en la caída de la imagen del Gobierno nacional y del presidente Javier Milei, desde el discurso de Davos a hoy, que incluyó desatinos como la estafa cripto, el nombramiento de jueces en la Corte Suprema por decreto, la represión a jubilados y el nuevo acuerdo con el FMI. Tampoco ayuda la creciente inseguridad, la falta de empleo y el aumento de precios que, más allá de los índices de inflación bajos que marca el INDEC, la población siente que pierde poder adquisitivo y afianzan paritarias pisadas.

Un repaso por el reciente estudio de Atlas Intel, la empresa brasilera que vaticinó el triunfo de La Libertad Avanza en 2023 y mide todos los meses el nivel de aprobación de Javier Milei, el gobierno y las principales preocupaciones de los argentinos, da una aproximación al desplome libertario.

La encuesta arroja una desaprobación de Milei como presidente del 48,9% y un 46,5 de aprobación. El rechazo aumenta cuando se mide la imagen personal del Jefe de Estado, en ese caso, alcanza el 51% de rechazo. En cuanto a la evaluación del gobierno, el 47,9 lo califica como malo o muy malo, un 3,8 más que el mes anterior. El 44% considera la administración libertaria como excelente o buena. En esa línea, un 65% evalúa la situación económica como mala o muy mala y solo un 13 afirma que es buena o muy buena.

Más de la mitad de los argentinos culpa a Milei por el aumento de precios, y el 90% dice que sus ingresos pierden con la inflación, dos datos que golpean de lleno en el eje de flotación del Gobierno, ya que la economía es el último reducto de ponderación social, especialmente en los sectores populares, aquellos que abandonaron al peronismo.

Así y todo, según Atlas Intel, Milei sigue siendo el dirigente nacional de mejor imagen con 48% de positiva, pero seguido de cerca por Cristina Kirchner que sigue subiendo y ya está en los 41 puntos, 5% más que el mes pasado. Más atrás aparecen Axel Kicillof (34%), Victoria Villarruel (31%), Sergio Massa (27%) y Mauricio Macri (24%).

Con estos números LLA rionegrina confía en que, a pesar de la merma presidencial, el viento de cola los impulsará, más aún, cuando sostienen que habrá una fuerte polarización y no tallarán las ofertas del medio político, incluso aquellas liberales que estén por fuera de la órbita del partido de Milei.

Es decir, que para Lorena Villaverde y sus huestes, la irrupción del presidente en el electorado de Río Negro consolidó una buena porción del voto. Esa certeza también recorre otros partidos y los números que manejan tienen similitudes, pero varían de acuerdo a la consultora y el método de muestreo: se hacen por redes sociales, a través de teléfonos fijos o móviles, o en portales especializados.   

El último sondeo que se dio a publicidad es el de Ricardo Vignone & Asociados. Indica que aún hay un 35% de indecisos en Río Negro, pero un 47,5% ya tiene definido su voto. Según el estudio, ese universo se reparte entre LLA (o el conglomerado libertario que apoya a Milei), el peronismo y Juntos Somos Río Negro. Si se proyectan los indecisos y no hay un jugador inesperado (como la irrupción de la ex gobernadora Arabela Carreras si configura Hacemos), en ese triángulo radica la disputa electoral.

Vignone no asigna porcentajes en público, pero quienes tuvieron acceso a la encuesta aseguran que está marcada la polarización y que el provincialismo -por ahora- viene relegado en la preferencia de los rionegrinos.     

Ahora bien, lo interesante del estudio (que se hizo de forma presencial) es que detrás de los porcentajes hay un cuadro comparativo de votos de las últimas tres elecciones, dos de ellas con Milei en el mapa político, y de este modo intentar responder la pregunta inicial.

En 2021, el peronismo obtuvo 99.614 votos, el PRO 100.665 y Juntos Somos Río Negro 138.141, elección que llevó al Congreso a Agustín Domingo y Aníbal Tortoriello. En esa contienda, Milei era solo un panelista excéntrico de la televisión argentina.

Para la elección provincial de abril del 2023 donde el actual presidente -entonces diputado nacional- comenzaba a emerger y promocionaba sin éxito sus candidatos en algunas provincias, el peronismo obtuvo (en tres listas: Nos Une, Vamos con Todos y Unidad para la Victoria) 95.548 votos; el PRO bajo el formato Cambia Río Negro 86.660; y Juntos Somos Río Negro 113.950 sufragios, resultado que posibilitó a Alberto Weretilneck volver a la gobernación.

Unos meses después, en las presidenciales de octubre (tras las PASO de agosto que catapultaron a Milei), que también definió diputados nacionales, el peronismo sacó 134.435 votos, el PRO 67.993 y Juntos Somos Río Negro 60.261 sufragios. Acá, La Libertad Avanza logró 126.885 votos. Esta elección dividió los escaños entre Martín Soria, Sergio Capozzi y Lorena Villaverde.

En este somero repaso por el pasado reciente, se advierte que los votos que se fugaron del PRO y Juntos Somos Rio Negro, fueron, en mayor parte, a LLA, que venía de obtener el 10% en la elección provincial de abril.

En síntesis, hay crecimiento de LLA en detrimento del PRO y JSRN, y una consolidación del voto peronista, lo que abre infinidad de preguntas sobre el futuro y podría responder acciones del pasado inmediato.

Por caso, en medio de la revelación de estos datos, el gobernador Alberto Weretilneck sepultó las intenciones de EdERSA de obtener otro aumento en la tarifa eléctrica, advirtiendo el impacto electoral negativo que hubiese tenido un impuestazo. Y el peronismo dio una fuerte señal de unidad, graficada en la foto de María Emilia Soria con Martín Doñate, clausurando el canal a las críticas internas.