Padres preocupados por inminente cierre de jardín de infantes
Viedma (ADN).- Mirta Borobia es directora del jardín de infantes “Sol del Sur” y, además, suegra de Oscar Cader, sindicalista que se enfrentó a Juan Carlos Scalesi en la interna por la conducción de UPCN. La docente asegura que, “por un capricho”, Scalesi quiere rescindir el convenio a través del cual el jardín funciona desde hace 16 años en un inmueble ubicado en calle Zatti, a la altura de Santa Rosa. El contrato vence el 23 de diciembre y quedarían 110 niños sin jardín de infantes y 14 docentes sin trabajo.
Borobia vincula el cierre del establecimiento con la ruptura entre los dirigentes gremiales. “Siempre estuvimos sin inconvenientes hasta que Oscar (Cader) decide separarse de él (Scalesi) en esta interna infernal del sindicato, a partir de ese momento comenzamos a recibir acoso de todo tipo, enviándonos notas, cartas documento, pidiéndonos esto, aquello… así pasamos el año hasta que nos rescindieron el convenio”.
La directora de la institución explicó que el jardín funciona desde 1998 en el inmueble. Comenzó con el nombre “Dulce de Leche” y en principio era exclusivamente para afiliados a UPCN. “Al ir tomando envergadura, al irse haciendo cada vez más grande, Scalesi solicita a Educación que pasemos a ser una escuela pública de gestión privada, modalidad que adoptamos en 2001, por una resolución de Educación. En ese momento Scalesi firma con Educación un convenio donde se responsabiliza por el funcionamiento de nuestra institución”.
Para poder administrar la institución -agregó Borobia-, la institución se constituye como una Fundación en 2008.»Yo siempre estuve figurando en UPCN como empleadora, desde un comienzo, porque la UPCN no se quería hacer cargo de los docentes que estaba nombrando, entonces, después de varias situaciones económicas financieras, y además para darle un marco legal a la cuestión, nos transformamos en una fundación, Sol del Sur, que es la que gerencia el jardín. A la vez hacemos, con Scalesi, desde el inicio, un convenio de mutua colaboración que ibamos renovando todos los años. En 2009 hacemos con la Fundación un convenio con él por el uso del edificio. A nosotros nos prestaban el edificio a cambio de atender a sus afiliados y hacerle el descuento correspondiente. Somos un jardín que tiene que tener un porcentaje de afiliados a UPCN, porque pese a ser escuela pública de gestión privada, como el edificio era de UPCN, teníamos que tener un porcentaje de afiliados».
Hoy al jardín asisten 110 niños, 49 son hijos de afiliados. La directora asegura que Scalesi rescinde el convenio sin darle opciones a los padres. «Si vos dijeras que hay un proyecto más importante, que nos saca a nosotros pero pone otro, fenómeno, pero la locura sólo pasa por destruirnos a nosotros, por esta obsesión que tiene por atacar a Cader indirectamente».
«Al rescindir el convenio con nosotros, destruye el jardín, porque tenemos que dar de baja a todos los docentes y hoy día los padres están sin saber qué va a pasar el año que viene, sin tener la posibilidad inscribir a los chicos en otro lado, porque no hay lugares vacantes».
«Como institución pública de gestión privada, hemos asumido una esponsabilidad social frente a esta gente, hace 16 años que estamos atendiendo chicos y padres, no los podemos dejar por un capricho en la calle», manifestó la docente.
«Scalesi no tiene fundamentos para rescindir el contrato – sostiene-. Estuvo buscando por todos lados para ver por donde nos podía atacar y nunca lo pudo hacer, porque siempre hemos tenido un buen funcionamiento y un gran respaldo por parte de los padres».
«Yo no soy sindicalista, no estoy pelotudeando, si soy de EPUC o de la lista SER, soy docente, e intentamos mantener todo eso alejado hasta aquel día en que nos panfletearon todo el frente del jardín».
La directora cuenta que un viernes a la tarde un grupo de docentes fue a buscar unas cosas al jardín y de pronto sintieron ruidos en la puerta. Cuando salieron les habían llenado el frente con panfletos de la Lista SER. «¡El jardín que pintamos con la plata que ponen los papás!», lamentó Borobia.
El 23 de diciembre vence el contrato entre la Fundación y UPCN y quedarían 110 familias «en el aire» y 14 docentes sin trabajo.
La directora indicó que la semana pasada fueron atendidos por la ministro de Educación, Monica Silva. «Nos había prometido una respuesta escrita y concreta, que todavía no llegó. Hay una actitud de colaboración y de ayuda y de lógica preocupación, porque es a ellos a quien les queda este fardo de 110 chicos en el aire, por un capricho».(ADN)