García Larraburu busca fomentar la producción de la sidra
Capital Federal.- La Senadora Silvina García Larraburu presentó un proyecto de ley con el propósito de fortalecer la elaboración, producción, industrialización, envasado y comercio de la sidra.
“Por cuestiones culturales y por la falta de regulación, la sidra en nuestro país se relaciona con las fiestas de fin de año, época en la cual se produce su pico de consumo”, explicó la rionegrina y comparó la situación de otros países productores, como España y Francia, en donde se la consume todo el año.
La sidra se obtiene por la fermentación alcohólica normal del jugo de manzanas. El 85% de la producción de esta fruta se concentra en el Alto Valle y Valle Medio de Río Negro y Neuquén. El resto se hace en el Valle de Uco (Mendoza), 25 de Mayo (La Pampa) y el Valle del Tulum (San Juan), entre otros sitios.
En la Argentina, según señaló la Senadora, la superficie cultivada con manzana supera las 27.000 hectáreas. Del volumen total que procesa, la industria destina el 83% a jugo concentrado, el 5% a manzana deshidratada y el 12% a la elaboración de la sidra.
“Se estima que en la actualidad la producción nacional de sidra está en el orden de los 40 millones de litros y el consumo per cápita actual no supera anualmente el litro por habitante”, advirtió García Larraburu.
El proyecto de ley presentado tiene por objeto dotar de un marco legal a la industria de la sidra en todo el territorio de la Nación, así como también determinar el organismo que ha de tener a su cargo tanto su promoción, contralor y defensa como el dictado de las disposiciones que rijan la actividad sidrera en la Argentina.
Asimismo, con el envasado en origen se pretende dar mayor impulso al desarrollo de las economías regionales, fomentar la creación de empleos en las zonas de origen y mejorar los controles de calidad para los consumidores. Por otra parte en el marco de las adhesiones pertinentes, las provincias productoras se verán beneficiadas económicamente, al ser ellas quienes fijen las pautas comerciales para proteger a los actores más débiles de la cadena de producción.
“Se logrará garantizar al consumidor un producto de calidad superior, jerarquizar la producción de sidra, mejorar las posibilidades de comercialización tanto a nivel nacional como internacional, valorizar económicamente la materia prima utilizada, proteger al productor y asegurar una competencia leal a quienes voluntariamente accedan al sistema con una clara mejora de las ventajas competitivas del sector” finalizó la parlamentaria.