Un político se busca para RN ● Jorge Castañeda
Para Río Negro, una provincia continente, se busca un político honesto, inteligente, mesurado y con dotes de estadista. Que diga la verdad a los ciudadanos. Que sepa y exponga con toda claridad un proyecto provincial en serio.
Que no dilapide el tiempo en políticas internistas y estériles. Que conozca la geografía provincial hasta los últimos parajes. Que permita el disenso y el respeto por los valores republicanos. Que no coloque a toda su familia en los cargos públicos o en las empresas del estado. Que no sea autoritario. Que no maltrate, persiga, acose ni discrimine a la prensa. Que no cargue al erario públicos gastos desmedidos, viáticos y viajes sin ninguna trascendencia. Que sea humilde. Que no se suba al caballo del poder y que no se le suban los humos a la cabeza. Que cuando regrese a su ciudad de origen sea el mismo de siempre. Que no se acostumbre a la vida muelle de los despachos de gobierno. Que sepa que todo en la vida se termina y también la duración de su mandato. Que se acostumbre a que algún día deberá volver al llano. Que gobierne para todos los sectores sin ninguna parcialidad. Que no se crea nunca más de lo que es. Que no esté pensando al año de asumir su mandato en la reelección o en el próximo puesto. Que elimine las listas sábana. Que sea coherente entre su discurso y lo que hace.
Un político se busca para Río Negro. Que no esté siempre enojado. Que sea afable con la gente. Que no hable públicamente mal de sus colegas. Que de participación a todo el espectro del quehacer comunitario de la provincia. Que respete el mandato popular. Que convoque a los que más saben de cada sector no importando su filiación política. Que deje de hacer política a aparcería desde su cargo público. Que no utilice las instituciones para su uso personal. Que se preocupe de resolver los problemas de la gente.
Un político se busca para Río Negro. Trabajador. Con independencia de pensamiento y amplio de criterio. Que no se doblegue ante las exigencias del gobierno central. Que tome decisiones propias y coherentes con su forma íntima de pensar. Sin dobleces ni dobles discursos. Que dialogue con la oposición. Con los gremios. Con los empresarios. Con los productores. Con los intendentes no importando el color político que éstos tengan. Que luche contra las leyes injustas. Que no se inmiscuya en los otros poderes del Estado. Que no agobie al pueblo con cargas impositivas y gabelas agresivas.
Un político se busca para Río Negro. Responsable, ético. Que tenga una visión integradora de la geografía provincial donde no haya regiones de primera y de segunda. Que entienda los diferentes perfiles productivos: la fruticultura, la ganadería, el turismo, la pesca, los recursos minerales gasíferos y petroleros a la luz de una conservación sin claudicaciones ni titubeos del medio ambiente, entendiendo que primero está el hombre, centro y motivo de la acción política. Que sepa integrar a las minorías, que revalorice la cultura de los pueblos pres existentes, que ponga en valor sus actividades propendiendo una mayor calidad de vida. Que acompañe la vida de las instituciones.
Un político se busca para Río Negro. Apasionado por las transformaciones. Mesurado en sus actos y cauto en sus expresiones. Que haciendo de la política una verdadera didáctica desde la altura de su cargo no hiera impunemente a nadie. Que sepa escuchar a quienes para bien lo asesoran.
Un político se busca para Río Negro. Que devuelva al pueblo la confianza en sus gobernantes. Que no defraude nuevamente a los jóvenes. Que no permita ni sostenga en su administración a ningún funcionario acusado aunque sea levemente de corrupción. Que gobierne para todos por igual. Que no se crea un pavo real de la política. Que tenga en cuenta que todo poder es efímero. Que sepa que el tiempo pasa muy rápido y que cada ocasión que se pierde es un retroceso. Que tenga imaginación. Que no deseche los viejos sueños y las utopías que tuvieron los fundadores de la Patagonia. Que no presione a los legisladores para que aprueben leyes como si fueran hacienda propia. Que hable poco e intente hacer mucho, recordando el viejo apotegma de Perón, pero en serio: “Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”. Que no tome algunas falencias como caballito de batalla de sus discursos. Que no prometa en vano. Que dé el ejemplo. Que sea verdaderamente el mandatario de los requerimientos del electorado y no el mandamás.
Un político se busca para Río Negro. Con un programa sustentable. Con vocación de servir y no de servirse a sí mismo. Con transparencia en sus acciones de gobierno. Que no sea intolerante ni pedante o creído de sí mismo. Que tenga como texto de cabecera la “Didáctica sobre la Patria” de Leopoldo Marechal. “Vende a la cobardía de los ojos oblicuos, / y la Patria futura dará el santo y el héroe/ que han de trazar las líneas de la Cruz”.
De cara al 2015, habrá muchos como Diógenes, el cínico, buscando con la luz de una linterna un político con esos atributos. Si se lo llegara a encontrar la provincia estaría salvada.
Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta