Para Ocampos las respuestas del DPA son «evasivas y pobres»
Viedma.- El Legislador de la CC-ARI, Jorge Ocampos dijo que las respuestas del DPA son evasivas y pobres”; Así se refirió a las respuestas brindadas por el Departamento Provincial Aguas ante pedidos de informes realizados en conjunto con otros parlamentarios y la Senadora Magdalena Odarda.
En el mes de Septiembre, los representantes de la CC-ARI habían solicitado información sobre el análisis bioquímico presentado por un ciudadano que daba cuenta de la posible contaminación del Río Colorado tornando “no potable” el agua de su cause, y en forma concomitante junto a los Legisladores Beatriz Kreitman de Neuquén, junto al Diputado Nacional Horacio Piemonte -MC- habían elevado un pedido de informes durante el mes de octubre sobre aspectos vinculados a “la grave situación que atraviesa ese curso de agua”.
El parlamentario manifestó que, “si bien el organismo contesta los pedidos de informes cursados, sus respuestas son evasivas en cuanto a la posibilidad de contaminación del curso de agua por la actividad petrolera, algo inocultable para los pobladores de la región”.
El primero de los informes remitidos, fue elaborado por un laboratorio de la ciudad de Bahía Blanca y registraba tres veces más los valores establecidos para el grupo coliformes y supera los valores permitidos químicamente en dureza y sulfatos.
Sobre el particular “el DPA y COIRCO en forma conjunta ordenan la realización de nuevos estudios fisicoquímicos en la cuenca del rio Colorado, así como se toman medidas comunes y se realicen investigaciones con el fin de determinar las fuentes responsables de la contaminación hídrica para proceder al cese de actividades y/o las sanciones correspondientes según lo determina el marco legal provincial y nacional.”.
En la respuesta, el DPA manifiesta que “no se puede considerar la condición de la calidad bacteriológica de la muestra tomada para el estudio”, y expone argumentaciones que no dan respuesta cierta al planteo realizado por los parlamentarios, el que solicita, en virtud de este estudio independiente, “la realización de otros nuevos y la toma de medidas e investigaciones por parte de los organismos involucrados en la protección y preservación de la cuenca del río Colorado. No escapa a estos organismos los constantes reclamos por la calidad del agua que los pobladores y organizaciones realizan en virtud de la actividad hidrocarburífera y los constantes incidentes, y la falta de sistemas de saneamiento de residuos cloacales en algunas localidades”.
Respecto al segundo pedido efectuado, la máxima autoridad del DPA hace mención a “una crisis hídrica por cantidad y no por calidad”, quitando gravitancia a los incidentes petroleros a principio de este año.
En función de lo planteado por los dirigentes de la CC-ARI, el DPA detalla que “detenta la representación Provincial en el Comité Ejecutivo del COIRCO, se llevó la nota por Uds. presentadas al seno del Comité Ejecutivo para darle tratamiento conjnto y generar la respuesta de que las cinco provincias integrantes de la Cuenca del río Colorado”.
La titular del organismo, sostiene que “el agua mantiene la aptitud para su uso como fuente de agua potable, para irrigación, ganadería y como medio para el desarrollo de la vida acuática”, desvirtuando informes bioquímicos presentados, y la consideración general de sectores de la población.
En el escrito elevado a los legisladores, reconocen que “la Cuenca antes mencionada está atravesando una crisis hídrica por cuestiones que son propias a la naturaleza, como son la secuencia de 6 años de nevadas reducidas, dando como resultados años hidrológicos secos y extra secos, que atentó el desarrollo productivo de la cuenca (demanda por encima de la oferta) implicó una necesidad de gestionar el recurso hídrico con un seguimiento diario de todas las variables intervinientes, y un contacto permanente con los responsables de las áreas de riego de todas las provincias integrantes de la Cuenca, de manera de lograr un uso beneficioso para todos los sistemas de aprovechamiento, aunque con las restricciones que nos impone el déficit de agua”.
Asimismo, señalan a los parlamentarios de la CC-ARI que “como efecto no deseado de la mencionada crisis hídrica, se generó un incremento en la salinidad, detectable desde las mismas nacientes del río Colorado” con lo cual admiten una situación preocupante para los productores de la región y los habitantes en general.
De igual manera, admiten que “Como consecuencia, trajo aparejado altos niveles de sulfato y cloruro, así como la dureza total, los cuales afectando la aceptabilidad del agua por parte del consumidor”. No obstante, relativizan su relación “con la actividad petrolera ni otras actividades humanas”.
En tanto sobre incidentes planteados por Odarda, Ocampos, Kreitman y Piemonte que tienen vinculación con la actividad petrolera en la Cuenca, se admitieron los mismos, así como los datos consignados. Al respecto se aclaró que “una vez procesada la base de datos verificada, los números podrían diferir. Los números han diferido y son algo mayores, se trató de 2151 incidentes que totalizaron 6663 m3, de los cuales, 487 m3 fueron hidrocarburos y 6176 m3 correspondían a agua de formación”.
La titular del organismo precisó que “el volumen derramado de fluido fue de 5333 m3, de los cuales 426 m3 son de hidrocarburos totales de petróleo y los 4909 m3 restantes de agua de producción e inyección, al respecto como ya se ha señalado que el volumen real es levemente superior, este resulta de la suma de todos los incidentes a lo largo de 2013 en los 2151 incidentes registrados. La totalidad de estos volúmenes impactaron mayoritariamente sobre suelos de instalaciones realizándose las correspondientes tareas de saneamiento en todos los casos”.
La superficie de la cuenca del río Colorado vinculada a la actividad petrolera es del orden de 25800 km2 (equivalente a 2.800.000 hectáreas), superficie levemente superior al Territorio de la provincia de Tucumán (22.524 km2).