Todo se ordena ● ADN
La convocatoria a elecciones municipales para el tres de mayo ordenó los acuerdos internos y las alianzas en los partidos y sectores políticos de Río Negro. Ahora las especulaciones se hacen finitas y en poco más de dos meses sabremos quién será el vencedor de este primer test electoral y sin dudas se abrirá un nuevo escenario con vistas a las elecciones provinciales.
Alberto Weretilneck presentaba anoche en Cipolletti su espacio político Juntos Somos Río Negro (JSRN) integrado por Unidos por Río Negro, el Movimiento Patagónico Popular, el Partido de la Victoria (MPP) y Renovación y Desarrollo Social (REDES), partidos de poco peso específico en la política rionegrina y escaso asentamiento territorial si se tiene en cuenta que en estas cuatro agrupaciones hay un solo legislador provincial, Ricardo Ledo y ningún intendente.
Por su parte, dos de ellos (el MPP y REDES) se circunscriben a la ciudad de Cipolletti y en el caso del REDES con fraccionamientos internos, y su referente, Fabián Gatti, muy diluido de la política por sus funciones oficiales. El Partido de la Victoria se referencia sólo en Bariloche. A su vez los justicialistas y frentegrandistas que participan en Juntos Somos Río Negro, lo hacen en forma inorgánica ya que el PJ y el FG integran orgánicamente la alianza Frente para la Victoria.
El gobierno rionegrino tiene su partido, o una alianza de partidos, y comienza a jugar sin especulaciones en la arena política y desde este momento tendrá el desafío no sólo de crecer, sino de sumar voluntades que lo acompañen con éxito en las urnas, donde no será neutro el perfil de los candidatos que ofrezca a la sociedad.
Otro hecho que no puede pasar inadvertido fue lo sucedido en Cipolletti. El ARI, radicales y el PRO –en la figura de Julio Arriaga- trabajaron para conformar una alianza local con posibilidad de repetir esta experiencia en otros municipios y dejar para más adelante la cuestión provincial a la luz de acuerdos nacionales. Esta experiencia en Viedma había fracasado ya que el macrismo quedó afuera del acuerdo con José Luis Foulkes y Magdalena Odarda y por lo tanto un acuerdo en Cipolletti sería importante hacia el futuro.
El argumento que atentó contra esta alianza se basa en que la orden nacional del macrismo es que se permiten todo tipo de acuerdos políticos en todo el país, pero con la condición que estos espacios apoyen incondicionalmente para las elecciones presidenciales a Mauricio Macri. Exigirle esta cláusula a Magdalena Odarda era como decretar de ante mano la extinción de la alianza, aun cuando no fue el único motivo por cuanto fuentes cercanas a las conversaciones no descartan influencia sobre Arriaga del oficialismo gobernante.
Arriaga apuró la respuesta y el ARI no pudo avanzar en esta exigencia por cuanto la definición sobre la candidatura nacional surgirá de las PASO de agosto entre Macri y Carrió.
Hasta el 9 de marzo habrá que esperar si tanto el PRO, como el ARI junto a radicales tendrán candidatos en otras localidades, un tema que en Viedma el macrismo podría resolver con la postulación de Mario De Rege en una formula con el partido vecinal Unión Ciudadana por Viedma, de Aldo Martínez, quien fuera intendente de la capital entre 1983 y 1989. El “Nene” Martínez apoyo en el 2011 la candidatura a intendente de De Rege, postulado por los partidos Provincial Rionegrino, Unión Ciudadana por Viedma y por la Alianza Nuevo Encuentro.
En el justicialismo fue importante para ordenar la casa la presencia en El Bolsón del secretario general de la Presidencia de la Nación Aníbal Fernández, quien no sólo brindó todo su apoyo a Miguel Pichetto sino que fue explícito en el mensaje de la presidente Cristina Fernández para acompañar al jefe de la bancada de senadores del PJ en su carrera hacia la gobernación de Río Negro.
Pichetto se hizo escuchar en la semana en el gobierno nacional cuando muy molesto criticó la deferencia con que se trataba a Weretilneck por algunos ministros del gabinete, mientras el gobernador rionegrino florea su apoyo a Sergio Massa, critica a la gestión de la presidente y mostró su adhesión a la marcha del silencio convocada por un grupo de fiscales y la oposición política nacional. Llegó Aníbal Fernández a la cordillera rionegrina y todo quedó claro y Miguel Pichetto no pudo ocultar su alegría.
Tres congresos justicialistas, en sólo dos horas, en El Bolsón, tuvieron como resultado que Pichetto presidirá el máximo órgano partidario del PJ, con Martín Soria como vicepresidente, mientras que la intendente de Bariloche, María Martini, la senadora Silvina García Larraburu y el diputado nacional Jorge Cejas, estarán en representación de Río Negro en la Mesa Nacional del PJ. Asimismo se resolvieron las candidaturas para las elecciones municipales del tres de mayo, salvo en Villa Regina y Lamarque donde se abrirá el proceso de elecciones internas, para el 1 de marzo.
No se habló de la fórmula provincial, que encabezará Miguel Pichetto, anuncio que quedará para el momento en que el gobierno convoque a elecciones para gobernador y vice, a la vez que en el caso de las nominaciones a legisladores nacionales y provinciales queda abierto el mecanismo de elecciones internas, ante la falta de acuerdos de listas unificadas.
No hubo notas disonantes por parte del intendente de General Roca y a decir de algunos testigos del encuentro justicialista rionegrino, “no tuvo espacio” no sólo ante la contundencia de los dichos de Aníbal Fernández, sino por la posición de una amplia mayoría de congresales que apoyan a Pichetto, más aún ante la ausencia de los congresales que responden al gobernador Weretilneck.
Esto no será óbice para que Martín Soria, una vez en su bunker roquense, se despache con alguna declaración que nuevamente instale la duda sobre la real unidad justicialista o sus deseos de ser candidato a gobernador. Mañana será otro día.
Estos alineamientos o aparentes ordenamientos no se vislumbran con claridad en la UCR que bajo el slogan “el tres con la tres” pretende disimular sus problemas internos, la falta de estrategia electoral y soslayar sus acuerdos con el gobierno de Weretilneck, más aún cuando algunas encuestas indican que incluso se perderían algunos de los municipios que hoy gobierna el radicalismo. Pareciera que la nueva conducción del partido no ha cautivado a los radicales e incluso a las dirigencias locales ya que se reconoce en el centenario partido que cuesta armar candidaturas propias en algunas localidades.
Por ahora todo se resume en el tema de las candidaturas y queda en mora para todos los partidos políticos definir sus propuestas sobre qué provincia nos merecemos los rionegrinos, la discusión sobre políticas públicas, hacia donde se tiene que orientar la verdadera inversión de la renta petrolera, por fuera del reparto de dinero a mano abierta y en qué contexto nacional se inserta Río Negro. No llegó el fin de las ideologías, tan vaticinado por el neoliberalismo, y las ideas tienen peso y son importantes.
Hay una peligrosa tentación en épocas de campañas que consiste en la híper personalización de los candidatos, donde se vende una imagen por sobre las propuestas políticas. El consultor en estrategia y comunicación política para gobiernos y partidos políticos, Mario Riorda, sostiene en un trabajo publicado por Le Monde Diplomatique, de Argentina, que “en la idea del todo vale, lamentablemente en repetidas ocasiones no se contemplan mínimas consideraciones éticas y se olvida que el marketing político debe ser ejecutado con total responsabilidad y no bajo la decisión intuitiva sin responsabilidad ciudadana u obviando consecuencias negativas para la democracia”.
En Río Negro ese marketing electoral que indica Riorda muchas veces dejó de lado la propuesta política y la verdadera intencionalidad en el control del Estado, que a poco andar llevó a la frustración del votante. El último caso fue el triunfo de la fórmula Soria-Weretilneck donde bajo la promesa de erradicación de la corrupción y el fin de la dinastía radical se disimuló que nunca hubo un programa de gobierno, se ocultó la prescindibilidad para los empleados públicos alentada por muchos funcionarios actuales, que se derogaría la ley anti cianuro en la explotación minera aurífera y que a poco de andar también se denunciaron actos de corrupción en el nuevo gobierno que se investigan en los fueros judiciales.
Resta un año con fuertes definiciones que tendrán consecuencias políticas en el futuro rionegrino. A pesar de que el gobierno juega fuerte a la polarización entre Alberto Weretilneck y Miguel Pichetto, será difícil sacar a Magdalena Odarda de esta contienda. La dirigente del ARI cuenta además con apoyo de radicales y aún para muchos no está totalmente descartada armar la alianza con el PRO y de no ser así también el macrismo podría estar presente en la compulsa por la gobernación rionegrina. Firme también será de la partida el PO que suma voluntades del orden de 10 puntos, unos 40.000 votos y siempre en ascenso.