Palmieri: “Siento que no saqué los pies del plato”
Reposa su metro noventa y cuatro en el sillón de su despacho de ministro, junto al río Negro y gesticula permanente con las manos mientras transcurre la conversación –con mucha informalidad- con ADN. Recurre a su computadora para certificar datos y hoy, como pocos ministros de economía del país, recibió un aporte de 1.400 millones de los acuerdos petroleros, que le dibujan una sonrisa en el rostro.
“El patón” no siente que haya traicionado su origen político con Carlos Soria, cree que hubiera sido mejor contar con una planificación y un proyecto a largo plazo para invertir los petrodólares, sostiene que el ajuste sin conflicto social es beneficioso para la administración del Estado y cree que Alberto Weretilneck se merece ganar las elecciones para continuar con una gestión ciento por ciento propia y “será otro cantar”.
Roquense de cuna, su familia llegó a General Roca en 1905, no duda en reafirmar su decisión de quedarse junto al gobernador Weretilneck luego del conflicto del oficialismo con Martín Soria. “Siento que no saqué los pies del plato”, afirmó y aclara que “llegué con un amigo (Carlos Soria) con quien trabajé ochos años en el municipio y seguir era la posibilidad de concretar sus promesas”.
Palmieri reconoce que los primeros meses luego de la muerte del gobernador “fueron incómodos” pero nunca “me sentí mal, son cosas de la política”.
Consultado sobre su relación con Martín Soria respondió que “en Roca, vivimos en casas pegadas, sólo nos separa una medianera y por supuesto que tenemos diálogo”.
Con optimismo pronostica que Weretilneck va a ganar las elecciones y “se merece una nueva gestión 100% suya y ahí es otro cantar. Merecemos seguir”.
El ministro reconoce los problemas de gestión, las consecuencias de los conflictos políticos internos los vaivenes de un gobierno al que le costó acomodarse. “El 2012, fue un colapso –argumentó- no había plata, no pagábamos, no gastábamos, pero en el 2013 los muchachos descubrieron como se manejaba la manivela y se la rebuscaron para gastar más, tuvimos déficit y además había que honrar la deuda con los trabajadores públicos”.
No fue ajeno a la charla el impacto que produjo el conflicto policial con aumentos que significaron sumar 500 millones a la masa salarial y “así llegamos al 2014, donde no había presupuesto sino desempataba en la Legislatura Carlos Peralta, pero llegamos a fin de año con un superávit de más de 400 millones y comienza a darse una tendencia al cambio.
Cuando ADN le mencionó el ajuste que hubo en el Estado, replicó que “el ajuste no es mala palabra cuando no hay conflicto social”.
En otra parte Palmieri reconoció que cuatro años de gestión es poco tiempo si se pretende planificar a largo plazo, una valoración que respondió a una pregunta en cuanto a que si no consideraba que se reparten fondos de los recursos petroleros sin planificación y carente de inversiones hacia futuro.
El ministro destacó que la plata del petróleo tiene también una asignación directa a los municipio muy importante y que la decisión de comprar Letras del Banco Central (LEBAC), por 950 millones (en un principio fueron 800 y el jueves se sumaron 150 millones más) tiene como único propósito resguardar ese dinero de la inflación y “además –dijo- con una tasa de interés del 28.8 por ciento que es muy alta).
La charla vuelve a sus años de jugador de básquet, “Me pasé más años jugando que estudiando y trabajando –enfatiza- jugué de los cinco años a los 36, primero en Deportivo Roca y luego en Bahiense del Norte, cuando el 1994 me fui a estudiar a Bahía Blanca”, oportunidad en que formó una amistad con los hermanos Ginóbeli. Ahora practica poco básquet y juega el tenis cuando tiene un espacio libre.
Se reconoce como muy familiero, vive “en segunda administración” con su esposa Gabriela, de Río Colorado, y tiene una pequeña hija viedmense llamada Isabel. Los Palmieri somos muchos en Roca y recuerda a las numerosas reuniones familiares. Su padre Luis, Ingeniero Químico, que trabajó en la juguera PROIN, fue concejal roquense y su madre Diana Ruiz, tuvo un conocido comercio en la ciudad.
La plata alguna vez se acaba y entonces valora el nivel de recaudación de la provincia que “creció un 53%, dijo” y a la vez mira con atención la evolución de los gastos en personal que insumen el 70% del presupuesto, unos 680 millones con todos los costos incluidos, a la vez que estima en 50.000 los empleados públicos de la provincia, incluyendo a las empresas.
Palmieri plantea que acordó con UPCN el retiro de unos “900 empleados en condición de jubilarse y para ello vamos a pagar a la AFIP los montos correspondientes a las sumas no remunerativas, a junio del 2011, y luego la provincia recuperará de cada jubilado la parte proporcional que les corresponde pagar al sistema, como ya se hizo en la Justicia. Será en módicas cuotas y a largo plazo”.
Luego del café llego el mate y el ministro vuelve a demostrar su fe en que la gestión Weretilneck va a continuar. “Yo le pongo el cuerpo y reconozco el apoyo que me brinda el gobernador” y relató que “Weretilneck tiene una carpeta muy grande donde están todas las obras que quiere ejecutar, me libera de tener toda la responsabilidad”
Termina la charla y queda la sensación de que su único deseo es seguir en el ministerio y no oculta su valoración por el trabajo en la administración, “donde –señaló- tenemos que contar con los mejores profesionales y empleados y bien pagos”.