Elección austera en votos y pronóstico de paridad parlamentaria ● ADN
El padrón electoral de Río Negro alcanzó los 501.000 ciudadanos en condiciones de votar el 14 de junio. Es posible que sufraguen entre 380 y 400 mil personas (entre el 76 y el 80%) en una elección no tan generosa en adhesiones y que el ganador sume entre 150 y 160 mil votos, que deja para repartir otros 340 mil entre el segundo, una tercera opción, la izquierda con un voto cautivo de alrededor de 10 puntos, otras posibles candidaturas y el voto en blanco.
No habrá polarización entre Juntos Somos Río Negro y el Frente para la Victoria, ya que una alianza del ARI, con socialistas y radicales se presenta como una opción válida en la búsqueda del voto no peronista. El mismo pensamiento tiene el partido radical al proponer una salida autónoma y el PRO que especula con ir solos a las elecciones.
Este posible escenario podría otorgar al ganador entre 7 y 8 legisladores por la lista de representación proporcional (sábana), en “una elección pijotera” como la definen los mentideros políticos.
Los circuitos serán campos de batallas y con sorpresas en algunos lugares que pueden instalar un legislador de cada partido político (sobre tres) y en pocos casos podrían llevarse los dos primeros candidatos el partido ganador.
Desde ya que este es un análisis inicial cuando aún faltan dos meses y medio para la elección, pero las encuestas en danza, de unos y otros, permiten arriesgar eventuales escenarios que pronostican una Legislatura vario pinto y con problemas para el ganador en lograr la mayoría parlamentaria.
Será una campaña corta y se estima que podría desarrollarse en términos de poca agresividad, a pesar que tanto el albertismo como el pichetismo vienen de compartir el actual gobierno con peleas durísimas y con mucha verba ligera.
De todos modos nadie puede asegurar que en algún momento la estrategia electoral se tiña de peleas con las consabidas denuncias que fueron, como se recuerda, el caballito de batalla del extinto Carlos Soria y que le valió la adhesión del electorado.
El perfil de Miguel Pichetto y Alberto Weretilneck no indica que pueda suceder, a pesar que hay que controlar a representantes de uno y otro sector de lengua filosa, como es el caso de Ana Piccinini y Tania Lastra, por nombrar sólo algunas de los dirigentes de verborragia aguda, incluso el propio ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, que hoy y dadas las circunstancias, tendría que pensar más en el silencio que en el protagonismo en una campaña electoral.
Miguel Pichetto prometió “orden, eficiencia y progreso”, casi la bandera de Brasil que lleva la inscripción: «Ordem e Progresso». Esta confiado y sobre todo tranquilo. Pudo desactivar la única interna del FpV, que se había instalado en el Valle Medio y que finalmente se resolvió con María Maldonado en primer lugar en el circuito y Carlos Pilotti, segundo.
Quiere pronto cerrar las heridas que pudieran haber quedado abiertas en Bariloche con el enojo de Silvina García Larraburu. En las filas del peronismo se estima que no habrá mayores consecuencias y califican un error de la senadora haber rechazado el ofrecimiento de la vicegobernación, “por un tema familiar”.
Pichetto piensa que Ana Piccinini tendría que instalarse en el Alto Valle, donde tendría un importante local de campaña y trabajar electoralmente en esa región. Para el feriado de semana santa se organizó un encuentro de trabajo entre los dos integrantes de la fórmula, podría ser en la vivienda del senador en El Cóndor, donde diagramarán la campaña y se repartirán los roles.
No está ausente en esta programación la presencia del gobierno nacional en la campaña, más aún cuando las encuestas provinciales dan ganador a Daniel Scioli sobre Mauricio Macri y con un Sergio Massa devaluado.
Se esperan visitas de funcionarios de Nación, incluso la propia Cristina Fernández, e incluso algunos anuncios de obras como la remodelación del Aeropuerto “Gobernador Castello” de Viedma, con la instalación de mangas de ascenso y descenso de pasajeros y la remodelación de la pista auxiliar, para permitir la operación de aviones de Prefectura y Gendarmería.
A la llegada de Alicia Kirchner y Diego Bossio, se podrían sumar el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, que dejaría inaugurado el nuevo edificio de la Jefatura Mar Argentina Norte de Prefectura, en la capital rionegrina.
Otro tema es consolidar el Alto Valle Centro y cuantificar la tracción de votos que pueda generar Martín Soria –algo descomprometido- que aportó nombres de escaso peso político y relativa adhesión al proyecto, como son Anahí Tappata en la lista sábana y Marta Bizzotto, primera en el circuito, que es de Allen yde origen radical, segundo es Gilberto Montanaro y su hermano Carlos Soria, ocupa el tercer lugar. Estas candidaturas también generan cuestionamientos.
Poco le quedó a Martín Soria que le permita alentar sus esperanzas hacia el 2019. Tendrá con seguridad dos legisladores (Tapattá y Bizzotto) y eventualmente a Nicolás Rochas, noveno en la sábana un lugar gris con tintes de negro y de dudoso ingreso al parlamento. Este sorismo incluso está en desventaja con La Cámpora, que tendría un senador (si gana Pichetto es reemplazado en el Senado por Doñate) dos legisladores y pelea por un intendente (en Beltrán) y una diputación nacional.
Por ahora, en esta campaña, el gobierno devuelve una imagen apacible. Se prohíben las internas porque al estilo de un ejército prusiano todos acatan las directivas del mariscal de campo, las órdenes no se discuten y además “El Brujo” comparte sus ideas con pocos –casi nadie- y todo está guardado en su pensamiento.
No quiere peleas ni pujas por candidaturas. La iglesia católica utiliza la expresión “In Pectore” para referirse a los nombramientos del Papa en el Colegio Cardenalicio, así definió una fuente gubernamental a las posibles candidaturas de Juntos Somos Río Negro de parte de Weretilneck.
En contrario el gobernador piensa que habrá peleas en el redil del principal adversario e incluso acertó en sus pronósticos cuando afirmaba que finalmente no habría acuerdo entre Pichetto-Soria, una letanía que sus íntimos se cansaron de escuchar.
Diseñó una campaña como un peregrino de la edad media basada en desandar todos los caminos de la provincia para llegar a “La Meca”. Consume miles de kilómetros, casi en soledad, pero en diálogo constante con todos los pobladores, incluso con aquellos que encuentra en la ruta.
Tiene recursos, reparte fondos e inaugura obras y pone el acento en ese voto que suma. Ayer reunió al mediodía en la Residencia de los Gobernadores, a todos los comisionados de la provincia y logra adhesiones.
Es optimista, pero cauteloso y no quiere festejos antes de tiempo. En su intimidad Alberto Weretilneck conoce los números reales de las encuestas, no las que se difunden dentro del gobierno y no es para menos su cautela porque aquella diferencia argumentada con exitismo de 5 puntos, puede tener sorpresas en estos dos meses próximo con una definición certera de los indecisos, “ya no quedan lugares para ir a buscar votos” señaló un encuestador.
Se esperanza en la gran diferencia que pueda sacar en el Alto Valle Oeste y en que la ventaja de votos en el Alto Valle Centro a favor de Pichetto no sea lo importante que tendría que ser, debido a una falta de compromiso del sorismo, mientras confía en los votos que pueda sumar Alejandro Palmieri.
El gobernador presiente que los resultados en el Valle Inferior y en el Atlántico son adversos, al igual que en Bariloche, pero se ilusiona con el Valle Medio y Línea Sur. Por esto su alianza con intendentes y comisionados municipales, “de a un grano de maíz también engorda la gallina” dijo un albertista entusiasmado.
Aunque el gobierno no presenta candidatos a intendentes en Viedma y Cipolletti, dos plazas electorales fuertes, y pretenda soslayar los resultados de estos comicios, no es menos cierto que este es un punto débil del albertismo.
La elección de Viedma será más que importante e incluso no se descarta un triunfo de Juan Manuel Pichetto sobre José Luis Foulkes, hoy en situación de paridad. Algunos encuestadores remarcan que el actual intendente sufre un estancamiento en el orden de 36 al 38 puntos y que el candidato del FpV registra un crecimiento semanalmente que podría superar estos porcentajes. Esta posibilidad daría un espaldarazo al senador Pichetto.
En Cipolletti aparece como seguro el triunfo de Aníbal Tortorielo, candidato de un acuerdo del Ari, radicales y socialistas. El empresario y dirigente de la Federación de Bomberos Voluntarios no es de nadie y es de todos, pero Alberto Weretilneck lo da como propio y con acompañamiento cipoleño para el 14 de junio, en paralelo –quienes dicen conocer a Tortorielo- coinciden que su adhesión es con Mauricio Macri y desmiente su compromiso con el gobernador.
De esta modo mayo no será neutro y los resultados electorales dibujarán el perfil del rostro definitivo que surgirá del 14 de junio.