“Es la dirigencia estúpido” ● Juan Pablo Álvarez Guerrero
Casi todos recordamos aquella frase que le dijo Bill Clinton a George Bush en el debate presidencial: “es la economía estúpido”. El “estúpido” no era tanto para agredir como para resaltar lo obvio. Lo que le todo el mundo sabía pero Bush no lograba ver.
En el radicalismo rionegrino podríamos señalar con la misma obviedad lo que ve todo el mundo menos los involucrados: “es la dirigencia estúpido”.
Los dirigentes radicales de Rio Negro son los mismos desde hace 32 años. Pero ya no son los mismos. Están cansados, están hartos, están sin reflejos, están sin ideas. Pero por alguna cuestión psicológica profunda no logran darse cuenta, y no logran despedirse.
Se han convertido en una “generación tapón”: ellos no pueden, pero no dejan que ningún otro lo intente.
Casi que se odian entre ellos y se hacen maldades recíprocamente. Ya no logran diferenciar sus enconos personales del debate político. Y en sus peleas se llevan puesto a todo el radicalismo.
No hay ninguna posibilidad de recuperación del radicalismo con estos dirigentes. La convención del sábado fue una nueva muestra de ello.
Como dice mi amigo Sergio Whisky “un partido político está constituido por las ideas pero también por los hombres”. Y a estos hombres, ya no les cree nadie, sea cuales fueren las ideas que tengan.
Si no logramos jubilarlos. Si no logramos la renovación. El radicalismo rionegrino seguirá perdido.