Odontólogos promueven salud bucal a alumnos
Fernández Oro.– Odontólogos de los hospitales de Cipolletti y Fernández Oro iniciaron actividades de prevención y promoción de la salud bucal en escuelas rurales, como parte del proyecto Manos de Amor.
El plan fue puesto en práctica en 2013 por un grupo de siete profesionales de la salud.
Los beneficiarios del proyecto son alumnos de establecimientos escolares del paraje Santa Lucía y la sección Chacras María Elvira.
Por tercer año consecutivo, los odontólogos continuarán en esas escuelas dando charlas informativas, controlarán la boca de los más pequeños, efectuarán talleres para padres y docentes y también armarán cepilleros con alumnos de los primeros grados.
Según la odontóloga y participante del grupo, Ana María Benderski, el objetivo es “que los chicos lleguen a séptimo grado con los primeros molares permanentes sanos. Comenzamos con los niños de primer grado, porque es la edad en que los molares erupcionan”.
Benderski agregó que desde el año pasado “hacemos un sketch cómico para llegar de otro modo, porque nos seguían mirando con miedo cuando íbamos a las escuelas. Gracias a la obra de teatro les hacemos ver que los odontólogos somos sus amigos y luego, al revisar sus bocas, están más relajados ya no somos los cucos”.
Además, durante el recorrido, los profesionales realizarán prevención con selladores y topicaciones con flúor. Si se encuentran con piezas en una etapa incipiente de la enfermedad efectuarán prácticas restaurativas.
“Este año comenzamos a ver algunos resultados en la comunidad educativa: en la Escuela Rural Nº 40, de Fernández Oro, las docentes, sensibilizadas por nuestra tarea, decidieron suspender el kiosco de golosinas para instalar uno saludable, además ayudan a los niños a incorporar el hábito de cepillar sus dientes después de almorzar, ya que es una escuela de jornada extendida, y los chicos comen todos los días allí. Esto es muy positivo”, aseguró Benderski.
Por su parte, el odontólogo Ariel Ceballos afirmó que “es hermoso siempre volver. Son bellas sus miradas, sinceras sus sonrisas, nos hace felices estar con ellos, compartir sus vivencias y verlos crecer”.
La cantidad de personas a las que llega esta iniciativa es de 500 “entre beneficiarios directos e indirectos, es decir alumnos, hermanos, docentes, no docentes, padres y comunidad en general, ya que no sólo hacemos controles en los niños, también les entregamos folletería para que charlen en sus casas y damos notas en radios locales para difundir la prevención”, concluyó Benderski.