Política y sindicalismo: del Obelisco al sur del río Colorado
Viedma (ADN).- Los jefes sindicales hacen un culto de la verticalidad política interna. Sin embargo, hay un quiebre entre las posturas que se toman en Buenos Aires y las que se militan en el pago chico.
No se da en todos los casos, pero hay –al menos- cuatro que sorprenden: Camioneros, Taxis, Gastronómicos y Estatales.
Rubén Belich es el jefe de la CGT rionegrina y proviene del gremio de Hugo Moyano: Camioneros. Su líder reportó en las filas del kirchnerismo hasta que rompió con la administración de Cristina Fernández, y se convirtió en un duro foco opositor. Coqueteó con el masismo. Ahora busca un espacio en el PJ clásico.
Sin embargo, Belich trabaja para la candidatura de Miguel Pichetto. El senador del Frente para la Victoria fue consagrado por la Presidenta como el candidato del “proyecto”.
En las antípodas se encuentra el líder gastronómico y legislador Roberto Vargas. Pichetista ortodoxo, integrante de la bancada del FpV, representa un proyecto en Río Negro y otro en Nación. Su jefe es Luis Barrionuevo, un ultra anti-kirchnerista, aliado a Hugo Moyano, promotor de los paros nacionales contra el gobierno central.
Juan Carlos Scalesi es el titular de UPCN. Retirado de la política partidaria, con encono aún con cierta dirigencia del PJ luego de su expulsión del partido, mantiene una buena relación con el gobernador Alberto Weretilneck, que rompió con el kirchnerismo para sumarse a las filas del tigrense Sergio Massa. Si bien es cierto que hoy esa relación política está en punto muerto, Weretilneck mantiene duras críticas a la gestión de CFK.
El jefe de Scalesi es Andrés Rodríguez, uno de los sindicalistas más afines a la Casa Rosada. Rodríguez se alineó con Daniel Scioli, el candidato elegido por Pichetto para las PASO en el Frente para la Victoria.
Otro caso curioso, es el de Mario Riquelme. El líder de los taxistas está enrolado en el albertismo. Trabajará para Juntos Somos Río Negro. Su jefe en Buenos Aires, Omar Viviani, kirchnerista militante, le pidió que saliera del gobierno provincial luego del pase de Weretilneck al masismo. Ello no ocurrió. Riquelme jugó la interna del PJ en septiembre pasado en la lista de Pedro Pesatti y Matías Rulli, enfrentando al pichetismo.