“El silencio no te ayuda”: la historia de una foto y un triple crimen
(Por Juan Carrá) Victoria Ramis, una joven chubutense, había hecho en 2013 una campaña con una amiga fotógrafa para concientizar sobre la violencia de género. “Ni golpes que lastimen, ni palabras que hieran”, decía el texto de unas de las fotos. Un año después, la chica, su hermano y su madre fueron hallados muertos. Los mató la ex pareja de la mamá, María Esther Santos.
Victoria Ramis tiene el ojo negro, la boca cruzada por dos cintas en las que dice: “No más violencia”. El color sepia en la foto profundiza la tristeza. “Ni golpes que lastimen, ni palabras que hieran”, dice la foto. En otra de las imágenes de la campaña contra la violencia de género para la que Victoria posó, se la ve con la cabeza envuelta en un pañuelo, el ojo golpeado y el índice de su mano derecha sobre sus labios. “El silencio no te ayuda”, dice la imagen.
En noviembre de 2013 Victoria, junto a su amiga, la fotógrafa Melina Lefipán, hicieron la campaña a pedido de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Sarmiento, provincia de Chubut. Las chicas buscaban hacer un aporte a la concientización contra la violencia de género. En ese momento, Victoria no sabía que un año después su vida terminaría a manos de Claudio Lamonega, la ex pareja de su madre. El 24 de noviembre de 2014, el cuerpo de la chica fue encontrado junto al de su hermano Lucas Ramis, de 15 años, y a la mamá de ambos, María Esther Santos, de 48, en la casa donde vivían. Llevaban muertos casi un día.
Lefipán escribió una nota con la que se acompañaron las fotos. De puño y letra, la fotógrafa contó que hicieron la producción de fotos con mucho gusto. “Presentamos la muestra con la idea de plasmar en ella la violencia que miles de mujeres sufren día a día maltratadas con golpes, insultos, menosprecio, etc.”, escribió. Más adelante, en el texto reafirma el objetivo: “Con Victoria queríamos evitar ver en las noticias una muerte más”.
El lunes 24 de noviembre, cerca de las 15, Lagomena se presentó en la comisaría de Sarmiento para denunciar que no podía contactarse con su ex pareja, María Santos. Tampoco los hijos de ella respondían a la puerta de la casa Sarmiento 475. Hasta ahí llegó la policía junto a Lagomena y después de forzar la puerta con una barreta entraron y descubrieron los tres cuerpos baleados en la cabeza. Según la investigación, los tres dormían cuando recibieron los impactos.
Lagomena –que ya no vivía con de Santos, pero que habían mantenido una relación durante largo tiempo– quedó enseguida bajo la lupa de la Fiscalía. Por eso se allanó su casa en la calle Patagonia, entre 9 de Julio y Rivadavia. En ese lugar se secuestraron cinco armas de fuego de grueso calibre, proyectiles, teléfonos celulares, una notebook, y prendas de vestir con presuntas manchas hemáticas. Todas las pistas llevaron a la fiscal Vázquez a pedir la detención del ahora imputado.
Las pericias balísticas permitieron determinar que las armas secuestradas no habían sido utilizadas en el hecho. Pero los testigos hablaban de una pistola calibre 22 con silenciador que no había sido encontrada. La coincidencia del calibre con las heridas mortales llevaron a los pesquisas a profundizar los rastrillajes hasta que encontraron la pista clave. En la zona de chacras, se halló un silenciador de arma de fuego y un teléfono celular. El móvil era de Santos.
Si algo le faltaba a la acusación para inculpar a Lagomena, un testigo confirmó que el domingo 23 de noviembre, por la tarde, había visto al acusado parado frente al canal donde fue hallado el silenciador. También vio su camioneta Chevrolet estacionada al costado del camino.
El proceso judicial
El miércoles, la fiscal general de Sarmiento, Andrea Vázquez, dio por terminada la investigación y presentó ante la Oficina Jurídica la acusación contra Lamonega, de 50 años, por homicidio agravado por alevosía tres hechos en concurso real. Para el caso del crimen de Santos sumó los agravantes del vínculo y el femicidio. Es que para los investigadores no cabe duda de que el triple homicidio fue el resultado de un contexto de violencia de género. También, se lo acusa de “hurto calamitoso”, figura que se aplica cuando el asesino se lleva las pertenencias de sus víctimas: en este caso, el celular de su ex pareja y un revólver que la mujer había heredado de su padre.
El sistema judicial de la provincia de Chubut propone que la investigación esté en manos de las Fiscalías y que todo el proceso, incluso el sumario, se realicen en audiencias orales y públicas. Por eso, ya se realizaron cinco audiencias: apertura de investigación, declaración de imputado, dos revisiones de la prisión preventiva con la que Lamonega llega a juicio oral y la presentación de la acusación, realizada el 1 de julio pasado. Ahora, La querella, representada por los abogados Oscar Herrera y Manuel Mauriño, podrá ampliar la acusación, mientras que el abogado defensor Guillermo Iglesias podrá ofrecer pruebas o plantear cualquier tipo de nulidad.
Según explicó Vázquez a Infojus Noticias, será laOficina Judicial la que tendrá que fijar para agosto la fecha en la que se realizará una audiencia preliminar y 30 días después comenzará el juicio propiamente dicho. El abogado defensor manifestó en diferentes oportunidades que existían al menos otras tres hipótesis sobre el caso y que no se profundizaron. En caso de que Lagomena sea hallado culpable la única pena posible será la prisión perpetua.