Juicio para un policía que dejó cuadripléjico a un joven
Bariloche.- El Juez Martín Lozada dio por finalizada la instrucción de la causa penal en la cual se investiga las lesiones gravísimas producidas por un sargento de la Policía de la Provincia de Río Negro. El efectivo efectuó cuatro disparos de bala en contra de un joven que para entonces se encontraba desarmado. El hecho sucedió luego de que aquél participara en la comisión de un hecho delictivo.
A raíz de ello, el efectivo deberá ahora enfrentar el correspondiente juicio oral.
El hecho sucedió el día 7 de noviembre del año 2000 y su investigación debió soportar una serie de importantes demoras procesales. Una vez radicada en el juzgado a cargo del Juez Lozada se dictó el procesamiento del empleado policial, a quien el magistrado le atribuyó la comisión del delito de lesiones gravísimas agravadas por haber sido causadas en un contexto de abuso del cargo, debido su condición de empleado de la fuerza.
Sostuvo el juez que la fue la propia víctima quien le atribuyó al encausado “la causación de los disparos que sufrió en su anatomía y que, por consiguiente, le ocasionaron las lesiones ya indicadas. En tal sentido fue clara y contundente al señalar el modo en que aquellos disparos de bala le fueron producidos una vez que el taxi en el cual se trasladaba fuera neutralizado por el patrullero policial”.
Agregó, además, que el primero de aquellos fue “producido a una distancia aproximada a los siete metros, mientras que los restantes a una distancia aproximada a los dos. Más aún, en ocasión en que se encontraba desarmado, indefenso, y con nula posibilidad de reacción”.
La víctima identificó al agresor en ocasión de participar de las ruedas de reconocimiento dispuestas en la causa, lo que “permite consolidar la sospecha que a su respecto aquí se erige”.
El magistrado también tomó en cuenta los dichos de una testigo independiente que por casualidad tuvo bajo su vista los hechos acontecidos. La nombrada observó cuando un muchacho descendió del taxi y levantó sus brazos, realizando el ademán propio de quien se va a entregar a la autoridad, momento en el cual arrojó arrojó un arma de fuego hacia un costado. “Y cuando a ese mismo joven, una vez herido y yaciendo sobre el suelo, se le acercó un empleado policial que se hallaba parado a su lado, quien le apuntó y le efectuó uno o más disparos”.
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