En Estados Unidos, Francisco condenó la pederastia
El Papa se manifestó así al encabezar un encuentro de oración con la conferencia episcopal estadounidense en la catedral de San Mateo.
Soy consciente del valor con el que han afrontado momentos oscuros de su recorrido eclesiástico sin temer autocríticas ni ahorrarse humillaciones y sacrificios», dijo el pontífice -sin citar explícitamente casos de abusos sexuales a menores-, en un discurso en la Catedral de San Mateo.
«Jorge Bergoglio habló de las «heridas» causadas y del «generoso empeño» a favor de las víctimas por parte de los obispos, a quienes dijo: «No he venido a juzgarlos o a impartirles lecciones», reportó la agencia española EFE.
«Sé cuánto han pesado en ustedes las heridas de los últimos años», añadió Francisco, quien elogió la generosidad con la que los obispos trabajaron para «curar» a las víctimas y «continuar trabajando para que semejantes crímenes no se repitan nunca más».
El Papa leyó su discurso en italiano y pronunció lentamente y con un tono casi de susurro varios pasajes, como aquellos en los que mencionó la palabra «crímenes» y el momento en que aseguró que no pretendía dar lecciones a los obispos.
También les advirtió que deben comportarse con valor y no dejarse «paralizar por el miedo» a pesar de reconocer que los miembros de jerarquía de la Iglesia en Estados Unidos se encuentran a menudo en un territorio «hostil».
Francisco, que durante su pontificado pidió públicamente perdón por los abusos sexuales cometidos por miembros del clero y endureció las normas para castigar esos crímenes dentro de la Iglesia, hizo además varias recomendaciones generales a los obispos.
Les pidió que no prediquen «doctrinas complejas», que no caigan en el narcisismo y que dialoguen con los laicos, con las familias y con la sociedad.
Por último, el sumo pontífice llamó a los obispos a preservar la unidad de la Iglesia pero también a «afrontar con valor los desafíos de nuestro tiempo», y agradeció que el dinamismo de la Iglesia estadounidense haya contribuido a su crecimiento en ese país, que cuenta con más de 76 millones de católicos.