La elección quedó trunca por un bochornoso recuento. Ahora se propone lista de unidad

Las elecciones que iban a entronizar a Luis Segura o Marcelo Tinelli como sucesores de Julio Grondona en la presidencia de AFA quedaron truncas porque un voto fue impugnado por contener un sobre dos boletas, y así el comicio realizado en el predio de Ezeiza hubiese registrado un ganador por apenas un sufragio, 38 a 37, pero decidieron pasar la Asamblea Extraordinaria a un cuarto intermedio y se anunció que durante su transcurso se analizará la constitución de una lista de unidad.

El mano a mano electoral se frustró ante los ojos de los veedores, los dirigentes, las comisiones escrutadoras y la propia Inspección General de Justicia (IGJ), quienes conformaron el grupo de siete personas que formalizaron el recuento, porque según se indicó oficialmente había «un empate en 38 sufragios cuando los que votaron fueron 75 asambleístas, y esto se debió a que en un sobre había dos boletas».

Esto generó una confusión, cabildeos, enojos manifiestos y algunos cruces exaltados entre el propio Tinelli y el representante del ascenso, Claudio Tapia.

«Fue 38 a 37, pero no se sabe para quien es. Por eso pasaremos a un cuarto intermedio y nos comportaremos de acuerdo con el estatuto», estimó en primera instancia Segura, quien anunció que se buscará «el consenso, pero no serán negociaciones».

«Me resulta extraño que se haya registrado un empate en 38 votos. Esto genera molestia y fastidio. Pero no se pudo votar otra vez porque un asambleísta se tomó un vuelo (el presidente de Crucero del Norte, Julio Koropeski) y se fue, y el otro (Angel Lozano, titular de Excursionistas) se fue no se sabe muy bien por qué razón», destacó Tinelli, sentado a su lado para tratar de explicar lo que él juzgaba también inexplicable.

«Mañana nos sentaremos a hablar, pero no está planteada la unidad. Y también me parece una vergüenza y repudio que haya pintadas en la casa del presidente de Excursionistas, como así también que haya tenido problemas el de Central Ballester. Pero le dí un abrazo a Lozano por la situación que estaba viviendo», añadió Tinelli.

Con los hechos confusos y un acuerdo de cuarto intermedio conseguido a los tirones y sin que dejara conforme a nadie, sobre todo a las huestes ‘tinellistas’, surgió entonces el nombre de Armando Pérez, un tercer aspirante a la presidencia de AFA que en su momento no consiguió los siete avales correspondientes para ser candidato.

El titular de Belgrano, de Córdoba, le saca ventaja a otro nombre que surgió en el calor de los conciliábulos como fue el del presidente de Boca, Daniel Angelici, sobre todo porque este último tiene elecciones en su club el próximo domingo (en medio de la confusión pidió esta noche una nueva votación a mano alzada que no prosperó) y porque el primero tiene intenciones de acceder al máximo cargo en el fútbol nacional.

Y justamente Pérez fue uno de los más críticos, en diálogo con Télam, a la hora de juzgar los hechos de esta noche en el salón de futsal del predio de AFA, en Ezeiza, donde la tormenta que se había desatado poco antes de iniciarse los comicios afuera, se trasladó a su interior unos minutos más tarde.

«Esto es un bochorno para el fútbol argentino. Estoy absorto. Es algo insólito. Había siete personas contando los votos y no se pudieron poner de acuerdo. Es vergonzoso lo que pasó, pero no solamente para el fútbol, sino para toda la sociedad. Si hubiésemos votado a mano alzada terminábamos a las trompadas. El fútbol argentino no está en condiciones de votar ni en un torneo de bochas», disparó con crudeza.

En el mismo sentido fue el titular del Consejo Federal, Alfredo Derito, quien no se podía explicar «como puede ser que siete personas no se puedan poner de acuerdo. La dirigencia del fútbol es lamentable. Habría que buscar la posibilidad de generar una lista única. Un día muy triste para el fútbol argentino».

Y el broche lo puso el hijo de Julio Grondona, cuyo velatorio se realizó en el mismo salón de futsal donde hoy se desarrollaron las elecciones. ‘Julito’, presidente de Arsenal, admitió irse «muy triste» y pidió «que no haya elecciones otra vez para no tener que volver a este lugar».

Por lo pronto Segura anunció que su mandato, que expiraba mañana, se prolongará automáticamente hasta tanto se conozca el nombre del nuevo presidente. O sea que todo seguirá como hasta ahora. Porque el «Todo pasa» o «Aquí no ha pasado nada», dejaron un camino absolutamente incierto por delante para determinar en plazo perentorio qué será del fútbol argentino.

En tres sobres hubo dos boletas, pero en uno de ellos la duplicidad no fue detectada pese a que prácticamente cada uno de los siete recontadores tenía la responsabilidad de escrutar solamente 10. Así y todo, se equivocaron. AFA y fútbol nacional en estado puro. O impuro.