Aún sin datos oficiales, estiman que la inflación de enero es el 3,5%
Analistas privados estiman que la inflación cerrará enero por encima del 3,5 por ciento y que podría acelerarse en febrero con la fuerte quita de subsidios que planea aplicar el Gobierno. Esa descripción contrasta con el análisis del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, quien había dicho que varios precios habían bajado y que la inflación ya estaba en niveles previos al anuncio de devaluación. En este contexto, el Indec mantiene suspendidos todos los indicadores y ayer publicó los “IPC alternativos” con las mediciones de San Luis y la ciudad de Buenos Aires.
Ayer el Indec realizó la primera publicación bajo la nueva conducción de Jorge Todesca. Reprodujo el cálculo de inflación de dos direcciones de estadística. En la ciudad de Buenos Aires la suba de precios en diciembre fue de 3,9 por ciento, con lo que el acumulado de 2015 cerró en 26,9 por ciento. En tanto, la Dirección Provincial de Estadística y Censos de San Luis calculó una inflación de 6,5 por ciento en diciembre y de 31,6 por ciento en el año. “Durante diciembre las su- bas más significativas, en ambos índices, se registraron en carne (vacuna, pollo, cerdo y pescado), pan y cereales, frutas, medicamentos, artefactos y equipos para la salud, comida fuera del hogar, artículos de limpieza, electrodomésticos, automóviles y sus repuestos, combustibles y turismo”, dijo el Indec, sin más precisiones.
Analistas justifican la diferencia entre ambos índices porque San Luis tendría una mayor ponderación para los bienes y un menor peso de los servicios, y Buenos Aires, viceversa. Con la devaluación, los bienes subieron más que los servicios. La situación será exactamente opuesta en febrero, cuando a raíz de la suba de tarifas los servicios muestren su- bas por encima del incremento de los bienes.
“En nuestras mediciones, la inflación tuvo un salto en la segunda quincena de noviembre y primera quincena de diciembre, aterrizando en la primera quincena de enero para estar en niveles parecidos a los que había en septiembre y octubre de 2015”, señaló días atrás Prat-Gay. En septiembre y octubre la inflación fue de 1,5-1,9 por ciento. “No estoy viendo la desaceleración de precios de la que algunos hablan. Estamos realizando los cálculos, pero estimo que la inflación en enero va a terminar en niveles similares a diciembre. Alrededor de 3,5 por ciento”, dijo a este diario Marco Lavagna, director de la consultora Ecolatina. Por su parte, el economista del Frente Renovador Aldo Pignanelli estimó que la inflación de este mes se ubicará entre 3,6 y 4 por ciento.
Además de la inercia inflacionaria derivada del anuncio de devaluación, posterior suba del tipo de cambio, eliminación o baja de retenciones y de permisos para exportar, enero tuvo subas específicas de precios que explican que el índice de inflación en el mes esté por encima de las previsiones de Prat-Gay. En primer lugar, el 7 de enero se inauguró la última etapa del programa Precios Cuidados. La particularidad que tuvo es que la lista del acuerdo bajó de 512 a 317 artículos. La suba de los precios de los productos que se mantuvieron en el acuerdo fue del 5 al 23 por ciento, pero el incremento de los artículos que salieron del programa fue muy superior. El kilo de carne picada subió un 56 por ciento, mientras que la tapa de asado, un 96,6 por ciento. La manteca La Serenísima avanzó un 23 por ciento y la leche, un 20 por ciento. Del mismo modo, la polenta Mágica subió un 23,7 por ciento, las lentejas remojadas Inalpa, un 42 por ciento, y el arroz fino Luchetti, un 23 por ciento. Los ejemplos dan cuenta del impacto de la exclusión de los bienes del programa.
Otro impulso inflacionario provino de la suba de la nafta, del 6 por ciento según acordaron el Gobierno y las petroleras. Para febrero se espera que tenga lugar la suba de tarifas, lo que hará que en febrero tampoco caiga la inflación.