¿Puede quedar impune el asesinato de Osvaldo Gómez?
(ADN) Cualquier lego podría contestar esta pregunta de manera afirmativa, porque volver a detener a Armando Abel Morete, Facundo Antonio Morete y Estela Inés Neira, como presuntos autores del asesinato de Gómez, se torna difícil luego de que en dos oportunidades la Sala A de la Cámara Criminal de Viedma nulificó el procesamiento del juez de la causa Favio Igoldi, esto quiere decir que dos veces le dijeron que hay errores en la causa y falta de pruebas.
La muerte de Osvaldo Gómez, de 72 años, propietario del Bar “El 14” en el boulevard Sussini y Mitre, de Viedma, el 1 de septiembre del año pasado conmocionó a la capital provincial. El cuerpo apareció mutilado y quemado en un baldío cercano al club Santos del Barrio Lavalle y el auto un Chevrolet corsa fue hundido en las aguas del río Negro, en la zona del puente ferro carretero.
La Sala A de la Cámara en lo Criminal dispuso la libertad de los tres detenidos por el crimen de Osvaldo Gómez, de 72 años. Su cuerpo fue encontrado quemado en cercanías del barrio Lavalle y el auto de su propiedad, un Chevrolet corsa fue hundido en las aguas del río Negro, en la zona del puente ferro carretero.
No pasó mucho tiempo en que fueron detenidos Armando Morete, su hijo Facundo y Estela Neira. Todo hacía pensar que el caso estaba resuelto, pero a seis meses de la muerte de Gómez, los camaristas Carlos Reussi, Daniela Zágari y Marcelo Chironi, resuelven la libertad de los imputados, no precisamente por entender que son inocentes, situación no merituada, sino porque el juez de la causa, Favio Igoldi, no recopiló las pruebas o sin insuficientes para mantener detenidos a los procesados.
Un nuevo revés para la Justicia. Es grave la situación dentro porque del proceso judicial y llama la atención, por cuanto la Sala A de la Cámara Criminal le dice por segunda vez al juez que está mal el procedimiento y el aporte de pruebas para incriminar a los detenidos, situación que llevó a las defensas a pedir la libertad de sus clientes que finalmente se concretó.
Los temas judiciales son difíciles de entender, aunque no debería ser tan así para el común de la ciudadanía, pero para traducir esta caso a una lectura simple y contundente, habría que decir que los incriminados por el asesinato de Osvaldo Gómez fueron dejados en libertad porque “se hicieron mal las cosas”.
¿Es común que la Cámara pida a un juez que investigue de nuevo y en más de una oportunidad? Una pregunta que lleva a otras ¿Hay seguridad para el justiciable?. ¿Quién le explica a los familiares de Gómez?. ¿Estamos ante la posibilidad que otro crimen quede impune por errores de procedimientos y en la obtención de pruebas, como Atahualpa o el caso de la Doble Rotonda de Sierra Grande?
El procesamiento de los imputados en el caso Gómez y sus derivaciones internas en cuanto a cómo se encaró y resolvió la sentencia el juez, pegó duro entre los abogados penalistas de esta ciudad, con comentarios críticos a los procedimientos en el Juzgado Penal 2 y donde además surge inevitablemente la comparación con el accionar del Juzgado 4.