Se cumplen 30 años del anuncio de Alfonsín del traslado de la Capital a Viedma
El 16 de abril de 1986, el presidente Raúl Alfonsín anunció un ambicioso proyecto que incluía el traslado de la capital federal a Viedma, con el objeto de descentralizar el poder político y económico del país, y al mismo tiempo, fomentar el poblamiento de la Patagonia. Los altos costos del proyecto, la falta de apoyo y la crisis económica que sobrevino pronto dieron por tierra con los planes del líder radical.
Alfonsín entregó del proyecto en La Plata. Parte de su discurso:
“He querido llegar a la ciudad de La Plata para hacer entrega del proyecto que hemos sometido ayer al Consejo para la Consolidación de la Democracia, por el cual procuramos transferir la Capital Federal hacia la zona donde están hoy ubicadas las ciudades de Viedma y Patagones. Correspondía esta visita puesto que se trata de una zona de la provincia Buenos Aires y desde luego que yo comprendo y sé que no debo abundar en este momento en consideraciones que fundamentan la medida, puesto que cada uno de los aquí presentes sabe perfectamente hasta que punto ha acompañado nuestra lucha, la lucha por el federalismo, por la descentralización, en la que nos habíamos acostumbrado a tomar como una medida fundamental precisamente el traslado de la Capital Federal.
”Todos recordamos, sin duda, el célebre debate que se produjo en la legislatura de Buenos Aires en oportunidad de la capitalización de la ciudad de Buenos Aires, debate en el que Leandro N. Alem, con visión profética, anticipó lo que iba a constituirse como un escollo quizás insalvable para la consolidación del propio sistema constitucional y vinculado fundamentalmente con la consolidación del federalismo.
”Eso ha sucedido lamentablemente. Ha habido una macrocefalia en el país, se ha conspirado contra el desarrollo del interior, y el traslado de la Capital Federal aparece así como una medida de carácter fundamental, si realmente queremos cambiar un sistema que se consolide sobre la base de estas afirmaciones primigenias de las luchas políticas de la Argentina por su organización nacional, pero también el traslado de la capital tiene que estar orientado hacia lo que llamamos la integración de la Republica. Nosotros tenemos en la Patagonia uno de los espacios vacíos más dilatados del planeta y esto hace, en cierta forma, vulnerable a nuestro país. Y la paradoja es que tenemos en la Patagonia riquezas sin fin, riquezas energéticas, riquezas ictícolas, riquezas en la precordillera, que permitirían utilizaciones para la actividad agropecuaria, riquezas en cuanto a las posibilidades de explotación del turismo En fin, todo esto que conocemos que brinda la Patagonia al resto de la Argentina, y particularmente a las zonas más desarrolladas de nuestro país. Se trata también entonces de revertir esta situación. Yo muchas veces he dicho que con respecto a la Patagonia el federalismo no alcanza, hay que hacer un esfuerzo nacional para lograr realmente este desarrollo postergado en una zona que aparece como pobre cuando en realidad está empobrecida pero con una riqueza potencial realmente importante.”