Franco, Mauricio y una trama marcada por el manejo de una millonaria fortuna
Macri padre llegó a tener un patrimonio de US$ 1.500 millones en la década de los 90. Hoy a Macri hijo le toca revivir su historia con las revelaciones de los Panamá Papers. El tema fue abordado hoy por Perfil.com, en una nota firmada por Agustino Fontevecchia.
Uno de los grandes logros de Jaime Duran Barba fue el de ablandar la imagen de Mauricio Macri y así lograr despegarlo de esa imagen de niño rico de Barrio Norte con la que lo asociaba parte de la sociedad. La estrategia incluyó el uso intenso de redes sociales y la presencia de su hija Antonia para mostrarlo más humano, esquivarle al conflicto promoviendo la buena onda, y hasta un fonoaudiólogo que le aconsejaba morder biromes para mejorar su dicción. Y cuando mejor posicionado parecía estar el nuevo Macri, la irrupción de los Panamá Papers, revelando su presencia en el directorio de empresas en paraísos fiscales, le dio munición gruesa a aquellos que buscan conectarlo con lo peor de las prácticas empresariales del menemismo, reavivando dudas sobre su patrimonio y el grupo de empresas que lideraba su padre, Franco Macri.
Es difícil estimar con exactitud cuánta plata llegó a tener Franco Macri en los 90, cuando suculentos contratos con el Estado y su larga relación con Fiat le permitió ser uno de los grandes ganadores del proceso de privatizaciones del gobierno de Carlos Menem. En los archivos de la revista Forbes, considerada la autoridad global en el cálculo de patrimonios, figura por primera vez en 1993, con una fortuna de más de US$ mil millones. Para entonces, Sociedad Macri (Socma) era un conglomerado internacional con intereses diversos, incluyendo Sideco (que aglomeraba todo lo relacionado a obra pública), la automotriz Sevel, Movicom y la constructora Iecsa, entre otras.
Al año siguiente, Franco aparece con una fortuna de US$ 1.500 millones. El patriarca del clan Macri había puesto a su hijo Mauricio al frente de Sevel y aprovechó la ola de privatizaciones para expandirse en la distribución de GNC, la generación y transmisión de energía, la recolección de residuos, mientras que con la compra de Autopistas del Sol logró convertirse en el mayor concesionario de rutas por peaje de la Argentina.
Ya con el país cerca del abismo, Franco vuelve a figurar en la revista norteamericana en 1998 –el año de incorporación de la empresa Fleg Trading, revelada por los Panamá Papers, en las islas Bahamas–, esta vez con un patrimonio de US$ 730 millones, menos de la mitad de lo que le asignaron en 1994.
¿Cómo explicar una caída de más de 50% en tan sólo cinco años? Más allá de que las valuaciones de Forbes distan de ser perfectas, la segunda mitad de los 90 mostró a un Franco en retirada. Entre 1996 y 2008, vendió por lo menos 15 empresas, incluyendo Canale, Itron Argentina y la emblemática venta de Iecsa y Creaurban al hijo de su hermana, Angelo Calcaterra. También vale recordar que en 1997, Franco apostó por Correo Argentino, que terminó siendo su Waterloo aplastando a Socma bajo una montaña de deudas exacerbadas por la fuerte devaluación de 2002. La empresa fue reestatizada en el 2003 por Néstor Kirchner.
Y como decía el propio Kirchner, Mauricio es Macri. Para 2010, Mauricio y sus hermanos Mariano, Gianfranco, Sandra y Florencia desplazaron a Franco de Socma para tomar control de una empresa que facturaba unos US$ 500 millones al año. Capaz es por eso que causó sorpresa la última declaración jurada del ahora presidente Macri, detallando que su fortuna llegaba solamente a unos $ 53 millones.(foto Perfil.com)