La descentralización política de la Argentina es un objetivo impostergable
(Por Pedro Pesatti*) La reaparición de Viedma y Patagones como alternativa, primero en el recuerdo de los 30 años del anuncio del traslado de la Capital Federal por parte del ex presidente Alfonsín y horas atrás por las declaraciones del ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, actualizan un debate que no admite demasiadas controversias: es fundamental para el futuro de la Nación revertir el centralismo porteño y promover una federalización real de un país históricamente atado al excluyente protagonismo económico, social y político de la ciudad de Buenos Aires.
El ministro Garavano dijo en declaraciones periodísticas que «hoy está más vigente que nunca la idea de Alfonsín de trasladar la Capital a Carmen de Patagones-Viedma», y si bien lo hizo en un marco en el que se refería al centralismo netamente judicial, claramente la idea es trasladable a los ámbitos político y administrativo.
Con 33 años de democracia ininterrumpida es clave retornar a la idea de fundar la segunda república, una suerte de barajar y dar de nuevo, renovando instituciones y cambiando paradigmas. En ese escenario, Viedma y Patagones tienen mucho para ofrecer al país. Tienen el sur, el mar y el frío que proclamó Alfonsín, cuando agregó en la década del 80 que tenemos en la Patagonia “riquezas sin fin, riquezas energéticas, riquezas ictícolas, riquezas en la precordillera, que permitirían utilizaciones para la actividad agropecuaria, riquezas en cuanto a las posibilidades de explotación del turismo”, entre otros beneficios.
Hoy el debate se actualiza más que nunca.
En ocasión de su visita a Viedma en octubre de 2008, Cristina Fernández de Kirchner le respondió a un periodista local que el traslado de la capital federal a Viedma era un debate que debería darse nuevamente. Seis años más tarde, en Santiago del Estero, indicó que «debemos empezar a repensar la ubicación de nuestra Capital Federal. Alguna vez deberíamos pensar los argentinos un diseño territorial diferente”.
Es decir, la dirigencia política, desde distintas vertientes ideológicas, considera agotada la instancia porteña como centro político y económico de la Argentina. “Macrocefalia”, plantean algunos, “unitarismo”, dicen con razón otros. Lo cierto es que el gobierno de Río Negro y este vicegobernador estamos dispuestos a abrir los brazos para procurar un país más justo, más equilibrado, con un federalismo real, impostergable, equitativo y representativo de la diversidad social e indentitaria que son constitutivas de nuestro ser nacional.
*Vicegobernador de Río Negro