Era jabón y tiene gusto a jabón nomás
(Por Juan José Tealdi) El Presidente Macri es un empresario que representa en primera persona los intereses de los grandes empresarios. Las debilidades, errores y traiciones de las expresiones políticas tradicionales y populares de nuestro país generaron las condiciones para que trasladara estos intereses al gobierno, -primero de la ciudad de Buenos Aires y ahora del país.- Ser gran empresario no es mala palabra, es una posición en el proceso económico capitalista. Es la posición de los dueños de los medios de producción asociados por la globalización que internacionaliza y potencia la concentración económica, cultural y financiera. Son quienes más ganan cuando más riqueza se concentra y menos se reparte.
Del otro lado está la mayoría de la sociedad. La que ha sido marginada del acceso al trabajo y demanda ingresar al mismo, la que desde su posición de trabajador manual y/o intelectual aporta su fuerza de trabajo para ese sistema productivo y demanda una justa remuneración a su esfuerzo y la que desde la pequeña y mediana empresa trata de producir bienes y servicios útiles a la sociedad. Sociedad toda que ha conquistado a lo largo de la historia las ocho horas de trabajo por sobre el trabajo de sol a sol; el sábado inglés, el descanso dominical y las vacaciones pagas por sobre los 365 días del año trabajados; la jubilación garantizada por el Estado por sobre la vejez abandonada; el Fuero Laboral y las leyes de Paritarias que equilibran la desigualdad de poder en el debate entre el patrón y el empleado; la educación pública y gratuita desde los primeros pasos hasta la universidad; la salud pública y gratuita de calidad; avances en materia de justicia como el histórico juicio a la juntas militares y los actuales juicios y castigos a represores; progresos en materia cultural como la ley de identidad de género y matrimonio igualitario; pasos adelante en materia de libertad de expresión como la ley de medios de comunicación audiovisual; adelantos en el campo ambiental como las leyes de protección de glaciares y de bosques.
El socialismo ha abonado con su aporte a estas conquistas en sus 120 años de historia y en el presente ha sido crítico de todos los gobiernos surgidos desde 1983 por los casos de corrupción o por considerar que no avanzaron lo suficiente en materia de conquistas sociales, pero siempre hizo una diferencia clara entre aquellos que no lo hicieron por limitaciones y contradicciones propias y aquellos que lo hicieron porque se pusieron del lado de los grandes grupos económicos sin miramientos.
Así como denunciamos la década de “degradación nacional” del ex presidente Menem venimos anunciando que de ninguna manera Macri y el sector que él representa constituyen una superación a la “década desperdiciada” por el kirchnerismo. Siempre lo dijimos: Macri y su equipo van a desarrollar un plan de ajuste y recorte de avances sociales para agrandar las ganancias de su sector, y eso es lo que está pasando.
No vamos a alargar estas líneas detallando los retrocesos populares impulsados por este gobierno porque la sociedad los sufre en carne propia y porque serán motivo de análisis particulares en futuros aportes. Hoy pretendemos rescatar como experiencia que si un partido político o un grupo de dirigentes políticos pertenecen al sector de la gran empresa nunca van a gobernar a favor de las mayorías.
Al contrario del popular dicho “será jabón, pero tiene gusto a queso” podemos ratificar que “era jabón y tiene gusto a jabón nomás”.