Se puede ahorrar hasta el 12 por ciento del gas que se consume en los hogares
(Por Fabricio Gonzalez) Ignorantes de los beneficios, muchos se resistieron al cambio de lámparas incandescentes por las de bajo consumo hace 10 años, y ahora ya son habituales. Ahora ignoramos que podemos reducir más de un 10 por ciento el consumo de gas en nuestros hogares con mecanismos simples, lo que puede repercutir en las facturas. Solo es necesario dejar de derrochar un poco y que el gobierno exija a los fabricantes artefactos que los hagan un poco más eficientes.
Especialistas del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), se pusieron a sacar algunas cuentas que dejaron al desnudo falencias muy evidentes en nuestro uso de la energía. El expositor fue Carlos Saravia, miembro de la filial Neuquén, quien arrancó el desgranamiento de sus datos asegurando que “el ahorro, es otra fuente de energía”.
El país, en invierno, consume 180 millones de metros cúbicos de gas al día, y produce 118. Esa enorme diferencia insume miles de millones de dólares al año en importaciones. Del total del consumo argentino, el 27% corresponde al uso residencial del fluido. Y aquí surge el dato impactante: Del total del consumo domiciliario, el piloto encendido de calefactores y termotanques representa el 12,5%. Así llegaron al dato: Cada piloto encendido consume 0,5 m3 de gas al dia. Hay 11 millones de artefactos, ergo el gasto ronda los 5 millones de m3 al día. ¿Y cuánto representa eso? Pues, el yacimiento gasífero de Allen, el más importante de Río Negro, produce 3,8 millones de m3 al día.
Y buceando un poco más en el concepto del Uso Racional y Eficiente de la Energía (UREE), calculan que mejorando el aislamiento en las viviendas (doble vidrio), se ahorrarían 11 millones de m3, y sostienen que con calentadores solares en los techos -entre los tanques de agua y los calefones-, se bajarían otros 7 millones de m3 al día. El total del ahorro estimado es de 26 millones de m3, lo que equivale a toda la producción de la cuenca neuquina de un solo día.
Y los que tiene que hacer ajustes en los hábitos no son los más humildes, porque como dijo el gerente de YPF regional Neuquén, Carlos Grassia :“Tengamos en cuenta que el que no tiene recursos, no tiene gas”. Grassia, quien además es presidente de la filial Comahue del IAPG, destacó que “este es un tema de los sectores medios y medios altos de la sociedad”.
El camino más directo al ahorro es colocar artefactos con piloto de encendido electrónico. En calefactores ya está homologado desde el 2013, pero para termotanques sería obligatorio usarlos desde el año próximo. El otro paso clave, es que el Estado cuando haga planes de viviendas, los entregue con los paneles solares para precalentar el agua y mejores aislaciones.
La presentación del estudio se realizó en un desayuno de trabajo por el día del periodista y se aportaron varios otros datos sobre energía, por ejemplo que el uso del carbón sigue creciendo: en 1998 se usó para generar el 23% de la energía, y en 2015 se usó para producir el 29% de la electricidad mundial, con los consecuentes daños al ambiente.
También en este reducto de expertos (el IADEP lo integran ex gerentes y jefes técnicos de las petroleras y varios ejecutivos en actividad de diversas compañías), se aclaró que Argentina no compra gas a Chile, sino que en realidad lo compra a indonesia, y el camino más corto es hacer atracar los buques en puertos chilenos, gasificar la carga, y usar los gasoductos cordilleranos. En todo caso, Chile es un país de tránsito. Y esto se debe a que para Bolivia la prioridad es Brasil, que le compra 35 millones de m3 al día, y no Argentina, que le compra 15 millones de m3. Si Brasil pide más, Bolivia le da menos a Argentina.
Muchos preguntaron qué pasa con el control del consumo de energía en las industrias y un ex jefe de la refinería de Plaza Huincul explicó como cada día las empresas grandes (las automotrices por ejemplo), sacan el “índice de energía”, porque el impacto de ese insumo en los costos. “Nosotros competíamos con los mejores del mundo, nos comparábamos con las refinerías de Estados Unidos”, comentó el miembro del IAPG.
“Si cuidamos la eficiencia (algo que se ha tomado como mala palabra, y mejoramos el rendimiento de la energía, seremos más competitivos y eso deriva en más empleos”, fue uno de los comentarios destacados cuando ya culminaba el desayuno con la prensa.