Vaca Narvaja comentó que trabajó para Schoklender en el proyecto de la Madres en Bariloche
Chubut.- El ex dirigente montonero repasó en una entrevista con el programa Mañana es Hoy de Radio Nacional de Chubut el rol de la militancia y las similitudes con la década del setenta. Elogió la nacionalización de YPF y propone reestatizar los ferrocarriles. Comentó que en Bariloche trabajó para Sergio Schoklender y el proyecto de la Madres de Plaza de Mayo, pero que se peleó y lo despidieron.A 40 años de la masacre de Trelew, durante la dictadura de Lanusse, ¿qué reflexión hace acerca del fuerte movimiento en el juicio?
–Imaginate, después de 40 años, ni soñaba que esto se podía llegar a dar. Es un hecho histórico, y como charlábamos con Taty Almeida en Trelew, se da por dos causas, dos pilares fundamentales: uno, la lucha del pueblo argentino a lo largo de muchos años donde en Argentina no se dio lo que se dio en Chile, con un dictador vitalicio, como senador, y tiene que ver con movilizaciones y lucha durante muchos años. Y otro elemento es que hay una política de Estado que desarrolló Néstor Kirchner y la continuó Cristina Fernández sobre el tema de Derechos Humanos, con esa consigna que repite siempre Taty, “Memoria, Verdad y Justicia, nunca por mano propia”. Y eso es lo fundamental. Después de 40 años, los compañeros, mi compañera Susana, la de la foto histórica, deben estar con una sonrisa. Deben estar más que conformes con lo que está pasando.
–Dice que hubo una política de Estado, y por primera vez escucho una reivindicación abierta al tema de Néstor Kirchner, y estas políticas. Yo le perdí el rastro por el 2005 o 2006. ¿Qué hizo todos estos años?
–Estuve trabajando hasta el 2003 en la gomería, casi ocho años. Después estuve gerenciando una empresa, una pyme familiar en crisis. Después me fui a Bariloche. En el ’91 vivimos un año con mi mujer en Bariloche. Un amigo–compañero puso una chocolatería en Colonia Suiza y ahí aterricé. Estuve casi un año, y me engancharon con el Proyecto de las Madres. Duré lo que salió el proyecto, porque me peleé con Schoklender, tengo el telegrama de despido de él y le puedo mostrar a mi nieto el telegrama de despido para que vea que su abuelo sí trabajó. Y acá en Río Negro, en la política estoy presidiendo el Tren Patagónico, que va por la línea Sur, y estamos haciendo un llamado a los ferroviarios del país, para que así como se pudo recuperar YPF, podamos recuperar el ferrocarril.
–¿Cómo le impactó la recuperación de YPF?
–Me parece que es fundamental. Está dentro de esto que decimos acerca de que se está recuperando el país, dentro de un proyecto totalmente estratégico, desandando toda una política neoliberal que se padeció durante mucho tiempo. Recuperar la soberanía energética, como la alimentaria, son aspectos trascendentes. Respecto al tema del ferrocarril –de paso hago propaganda– me parece que es otro de los elementos, sobre todo en distancias tan grandes como tenemos en la Patagonia. Yo estoy en Río negro, y de Bariloche a Viedma hablamos de 900 kilómetros que hay que recorrer para ir de una punta a otra. El debate sobre YPF me parece trascendental, como la Ley de Medios, como las prepagas, las AFJP. Creo que están en esa línea.
–Me sorprende, pensé que se había alejado de los temas políticos. No sabía que estaba activando…
–Los muchachos de la juventud me decían –hubo muchos grupos juveniles en Trelew con el tema del juicio–, y charlamos bastante de los aspectos comunes y distintos que tenían nuestra generación y la de ellos. Les decía que siempre tengan en cuenta que nosotros no nos jubilamos, que siempre vamos a estar en acción. Uno no se retira de la política, somos animales políticos, nacimos políticamente a partir de los 15 años, y a los 64 seguimos en ese camino. El propio Néstor Kirchner es un ejemplo claro de esa
generación.
–¿Le gusta el país como está?
–Por supuesto. Yo respaldo la política nacional que lleva adelante el gobierno, hemos logrado, después de 18 años, recuperar el peronismo en Río Negro, y estamos tratando de contribuir desde donde a uno le toca y en cada circunstancia histórica. Creo que las organizaciones tuvieron su etapa importante, que hicieron su aporte con errores y aciertos, y estoy convencido que se viene un momento fundacional y cada uno debe venir con un pan bajo el brazo, con algo construido. Esa es la tarea.
–¿Cómo ve a La Cámpora, se ve reflejado en algo de eso?
–Hablando de Trelew, igual que en el ’73, creo que generó una irrupción juvenil enorme. La muerte de Néstor Kirchner generó también un fenómeno en la juventud, de compromiso espectacular. Todos los vimos, todos nos emocionamos, a todos nos conmocionó. Y La Cámpora tiene los problemas que tuvimos nosotros en su momento: un crecimiento masivo y una estructura de cuadros que debe andar al galope detrás de miles y miles de pibes movilizados en todo el país. Tiene que plantearse una política de formación de cuadros, una de organización juvenil. No quiero dar consejos, pero creo que en esas explosiones masivas de jóvenes en la política tenemos una similitud, con un contexto totalmente distinto por suerte para estas nuevas generaciones.
–¿Escuchó el discurso de Cristina del jueves?
–Sobre todo el tema del debate con el sector gremial. Yo logré acá, en el gremio ferroviario –tanto de la Fraternidad como de la Unión Ferroviaria–, cerrar las paritarias en muy buenos términos, con muy buenos acuerdos, con un debate sobre participación en las ganancias, con debate sobre la necesidad de participación de un director obrero en la empresa, y con los dos gremios de acuerdo. Estamos armando una escuela ferroviaria en Jacobacci, una localidad bastante golpeada de la zona sur. Es decir: cuando uno puede discutir políticas con las estructuras intermedias de las organizaciones sindicales, puede lograr resultados en un proyecto de país.
–¿Qué le parece el liderazgo de Cristina? ¿Cómo la ve?
–Obviamente, creo que es una estadista con varios cuerpos de diferencia con los que la siguen de atrás. Basta ver la acción y el discurso. Son discursos con acción. No son discursos floridos. Creo que hay una dosis emocional muy alta por lo que ha vivido, el peronismo tiene esas cosas de momentos difíciles, y tal vez por eso todos los movimientos de masa siguen vigentes, por su historia, por lo emocional, por es
Por:Roberto Caballero
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