Diferencias en el oficialismo por el proyecto «alcohol cero»
(ADN).- La directora provincial de Seguridad Vial, Mónica Ramos, cuestionó el plan «alcohol cero» que se impulsa en la Legislatura. «No resuelve el problema», consideró. «El alcoholismo es una enfermedad y para abordar esta problemática, primero hay que apuntar a la Educación y a la Salud». Faltan alcoholímetros.
La funcionaria provincial, aunque por motivos diferentes, se sumó al rechazo de los dueños de restaurantes y locales nocturnos de la ciudad, publicó hoy el diario La Mañana. Ramos aseguró «que el alcohol cero no resuelve el problema, ni es crucial para reducir la tasa de siniestralidad, ya que en esta inciden muchos factores».
«Tal es así, que -afirmó- se registran más muertes en accidentes de tránsito por despistes, vuelcos, choques frontales y malas maniobras de los conductores, donde los detonantes pueden ser el sueño, el cansancio o el exceso de velocidad. Y en tercero o cuarto lugar está el alcohol”, añadió.
El proyecto que busca la mayoría en la Legislatura provincial fue presentado por la diputada Silvia Paz y es impulsado por el bloque oficialista de Juntos Somos Río Negro. Tania Lastra, referente del sector, expresó que hay que implementar la tolerancia cero porque “la gente sigue sin entender que no hay que tomar y luego manejar”.
La iniciativa está en debate desde que se aplicó en Neuquén y genera opiniones cruzadas. Por caso, en Cipolletti, el intendente Aníbal Tortoriello vio con buenos ojos la ordenanza neuquina para salvar vidas, aunque postergó el debate para no ser funcional a la crisis que golpea con fuerza en el comercio y confrontar de lleno con el sector. Sin embargo, el por entonces secretario municipal de Fiscalización y Organización Interna, Enrique Sales, se alineó con la Ley Nacional de Tránsito, que establece el 0,5 gramos de alcohol en sangre como máximo permitido.
Ramos advirtió que si el proyecto de ley provincial prospera, hay pocas chances de que se pueda concretar, ya que la Provincia no cuenta con los alcoholímetros necesarios ni tiene la capacidad para implementar controles en la extensa geografía de Río Negro. “Es muy difícil llevar a cabo una política de alcohol cero si no tenés los equipos suficientes para los 39 municipios y 37 comisiones de fomento. Hay que ver la realidad de cada provincia”, apuntó.
La funcionaria sostuvo que el “alcoholismo no es solo controlar al conductor” y, en este sentido, insistió con abordar el tema desde la salud y la educación; e implementar protocolos de intervención desde la Policía.
Por todo esto se opone, y defiende la aplicación plena de la Ley Nacional de Tránsito y concluyó: “Primero hay que implementar lo que tenemos”.
Falta de equipos para controles
En su mejor momento, la directora provincial de Seguridad Vial, Mónica Ramos, recordó que Río Negro llegó a contar con 22 alcoholímetros en funcionamiento, pero casi la mitad ya se dio de baja. Algunos se rompieron, otros quedaron obsoletos e incluso hubo un caso de robo. Hoy sólo dispone de 12 equipos para hacer controles y no hay posibilidades de aumentar la cantidad en el corto plazo, ya que en el país actualmente no se están homologando a través del Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Cuando los controles sí se efectúan, igual pueden tardar varios meses.