Sería una «venganza» de La Pampa la contaminación salina del río Colorado
(ADN).- Revanchismo: Actitud agresiva provocada por un deseo venganza. Esa es la definición de los diccionarios, y fue el adjetivo que usó el gobernador Alberto Weretilneck al referirse a la actitud del gobierno de la provincia de La Pampa, que amenaza con dejar escurrir hacia el río Colorado una masa de agua 5 veces más salada que la del mar.
“En una postura localista y que afecta tanto a Río Negro como a Buenos Aires”, expresó el gobernador al referirse a la decisión de su par de La Pampa, Carlos Verna, de levantar las 3 cantarillas del “Tapón de Alonso”, un pequeño dique que embalsa en unos bañados y en la laguna La Amarga, el agua que corre luego de precipitaciones extraordinarias en la cordillera cuyana.
Para terminar de encuadrar el tema, es necesario recordar que hoy el río Colorado, por la falta de agua que arrastra hace varios años, tiene los niveles de sal al límite. Es por eso que “ya tenemos problemas en Salto Andersen, en los rotores”, dijo el mandatario en declaraciones en LU19.
“Con esta medida ellos no resuelven nada”, comentó Weretilneck, y agregó “es una actitud de revancha de La Pampa, por la actitud que tomó la Patagonia en su conjunto de no permitir el paso de la carne con hueso”. Y acotó que “no vamos a arriesgarnos a meter hueso, porque a La Pampa le sobra”.
Volvió a refutar las campañas publicitarias que el Estado pampeano financió en los principales medios gráficos de la región: “dicen que si ellos pueden venden acá (su asado), va a ser más barata la carne, pero el 60% de lo que consumimos vienen del norte de la barrera, y no son más baratas, por lo tanto es falaz”.
En otro capítulo de una larga saga de mensajes sutiles, Weretilneck le volvió a tirar por elevación a Verna: “Debemos estar por encima de los intereses económicos de los frigoríficos”.