El relanzamiento de Cambiemos sigue congelado: hay más internas que definiciones
(Por Claudio Mardones*).- A pedido, el PRO había aceptado rearmar la mesa de la alianza con Macri, Sanz, Carrió y los gobernadores. Tras la suspensión, no hay nueva fecha. La tensión entre los socios.
A la diputada nacional Elisa Carrió le dieron el alta el miércoles. Le habían realizado una angioplastia el día anterior. Sin embargo, el postergado lanzamiento de la Mesa Nacional de Cambiemos sigue en veremos. «Todavía no tenemos fecha», confirmaron a Letra P fuentes del PRO, de la UCR y de la Coalición Cívica, los tres principales socios de alianza gobernante, de la que también participa Unión por la Libertad, en forma minoritaria. Como el encuentro, también quedaron un par de preguntas suspendidas en el aire: ¿Por qué la coalición necesita relanzarse a apenas diez meses de asumir el poder? ¿Por qué se demora la definición de una nueva fecha para el mitin, una medida sencilla que permitiría despejar los fantasmas que sobrevuelan la interna oficialista?
La convocatoria de la mesa surgió la semana pasada, cuando Cambiemos reunió a 400 de sus 560 intendentes en el Club Huracán de Parque Patricios, un día antes de la puesta en escena que encabezó el presidente Mauricio Macri en Tecnópolis, ante 1.800 de los 2.237 jefes comunales que hay en todo el país. La previa fue impulsada por el titular del PRO, Humberto Schiavoni, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con el objetivo de afinar el discurso para el evento del día siguiente. Sin embargo, la cita cosechó discretos planteos críticos sobre la comunicación del Gobierno y sobre la necesidad de una iniciativa política más fuerte desde esa alianza para transitar el fin de año y recibir el 2017, donde el oficialismo buscará revalidar los títulos en los comicios de medio término que se celebrarán para renovar la mitad del Congreso.
A la salida del encuentro comunal de la alianza, el intendente de Santa Fe, José Corral, titular del Comité Nacional de la UCR, le puso fecha a esa preocupación, con el anuncio del acto de lanzamiento de la Mesa Nacional de Cambiemos, el martes pasado, con la presencia de Macri, Carrió, el ex titular de la UCR Ernesto Sanz y los gobernadores provinciales que responden a los socios del frente, pero, en especial, para garantizar la presencia de la mandataria bonaerense María Eugenia Vidal, titular territorial del PRO desde la semana pasada.
El martes 4, cerca del mediodía, la mayoría de los participantes de la mesa había llegado a Buenos Aires para mostrarse luego de las 18.30 en un local cercano a la Casa Rosada. Sin embargo, la inesperada angioplastia de la líder de la Coalición Cívica volteó un encuentro que, en rigor, busca neutralizar los malestares que confesaron los socios menores de la alianza gobernante.
«El desgaste es previsible, pero eso no tiene que impedirnos prepararnos para el año electoral que viene: desde 1983 hasta la fecha, ninguna fuerza política que fue gobierno mantuvo a su ministro de Economía en las elecciones de medio término siguientes a su llegada al poder», se quejó un radical que, en línea con los planteos de Sanz, viene alertando sobre el impacto negativo que puede tener la prolongación del ajuste en las próximas elecciones si no hay un repunte. «Sabemos que recién puede haber alguna recuperación en el segundo cuatrimestre del año que viene, es decir que falta mucho y para eso hay que articular una respuesta política más activa desde Cambiemos. El oficialismo no es sólo el PRO», chicaneó una autoridad partidaria de la UCR en referencia al balance negativo que barajan las principales espadas del partido centenario, cuya presencia nacional fue clave para que el macrismo cruzara la General Paz.
En el caso de la Coalición Cívica, el planteo de sus interlocutores gira en torno a contar con presencia en el armado de todas las listas provinciales que deberá presentar la alianza en todo el país. «Sin Lilita sería otra cosa, pero tenemos que reclamar un espacio acorde a la importancia que tiene Carrió dentro del Gobierno», explicó un hombre cercano a la chaqueña, cuyo corazón ahora cuenta con dos stents introducidos con «éxito».
«La respuesta de Cambiemos no puede ser una fuga hacia adelante de timbrazos», se quejó otra espada de Lilita, en referencia a los timbreos nacionales que a veces encabeza el Presidente. La CC no ha participado de ninguno y la UCR fue invitada al último. La experiencia, para los socios radicales, «es buena pero insuficiente».
En el Gobierno redujeron la postergación a la salud de Carrió, aunque reconocieron que, «como en toda coalición gobernante, surgen distintos planteos que se debaten como en todo partido». La respuesta buscó desdramatizar los planteos, aunque en el Ejecutivo Nacional, la presencia de los socios menores ha quedado reducida a sectores desgastados, sin notoriedad ni presupuesto, como es el caso de la coordinación del Plan Belgano, a cargo del tucumano José Cano, cuya interlocución con los gobernadores del norte ha quedado atascada entre las críticas que le dispara la oposición por la ausencia de presupuesto para el programa que Macri lanzó como «el plan de infraestructura más ambicioso para el norte argentino».
«Hace falta un ministro del consumo, para el año electoral, amesetar el gasto y postergar los pagos de los intereses de deuda, que es como pagar el mínimo de la tarjeta de crédito», confió un funcionario de segunda línea del radicalismo dentro del Gabinete para graficar la tensión latente en la alianza gobernante sobre la marcha de la economía y los costos políticos que puede tener una recesión prolongada. Los cuestionamientos también tienen un reflejo similar en el macrismo, donde distintos sectores pujan sobre las mismas preocupaciones.
*Para LetraP- Twitter: @mcmardons