Cambios de fondo en la fruticultura, para detener cinco años de caída libre
De diagnóstico preciso y futuro impredecible, el nuevo Plan Frutícola que ya cuenta con el aval del presidente Mauricio Macri, fue puesto a consideración de la prensa regional y sus autores aceptaron que, si bien están las falencias y se aportan las soluciones, “lo difícil será poner la rueda en marcha”. Se referían así a que las partes coincidan en ponerse a trabajar dentro de estas nuevas pautas, en vez de anteponer trabas por desconocimiento o intereses sectoriales.
“¿La fruticultura está agotada en el mundo?”, se preguntó el subsecretario de Fruticultura, Alfredo Palmieri, quien se respondió de manera tajante: no. En los últimos años la demanda mundial de frutas de pepita subió un 25%. ¿Qué pasó con Argentina y sus competidores? Argentina vio desplomarse su producción de peras y manzanas de 1,8 millones de toneladas en 2011 a 1 millón de toneladas 2016.
El mundo compraba más, y nuestro país perdía el 60% de su volumen de ventas al exterior. ¿Quien lo aprovechó? Sudáfrica, que incrementó en ese período un 60% las exportaciones. Según un trabajo del INTA de mayo de este año, Chile fue el 4° exportador mundial de manzanas. Obtuvo divisas por 843.324 millones de dólares. En ese ranking, Argentina ocupó el puesto 11°, con 157.394 millones de dólares exportados. Una diferencia aplastante.
Las consecuencias son, en primer lugar, un achicamiento de la economía regional y una pérdida de capital de trabajo y arcas vacías para afrontar una reconversión tecnológica: se esfumaron 787 millones de dólares del 2010 a la fecha.
Por caída de actividad, se perdieron 800.000 jornales en las últimas temporadas, unos 2.000.000 en los últimos cinco años. Eso, sólo en mano de obra directa.
¿Qué fue lo que pasó?. La actividad dejó de ser competitiva, ya sea por la forma de trabajar la chacra como por los costos. Para dimensionar ese último aspecto, se volvió a hacer un comparativo con los competidores. En Argentina, sobre el salario se debe pagar un 32% más en concepto de aportes patronales, en Chile representa el 2,5% y en Sudáfrica el 2%.
Expresada la falta de competitividad en cajas: la caja de fruta que sale de los empaques cuesta 19 dólares, la de Sudáfrica 12/13 dólares, y la caja de fruta chilena ronda los 14 dólares. Imposible competir en esas condiciones.
En este punto asoman las soluciones o los flancos a los que hay que atacar más rápido: de los 19 dólares que cuesta una caja de fruta argentina, 10 dólares son costos de empaque. Llegar a los 6 dólares de costo de empaque de Chile sería una buena meta.
Para ello hay que cambiar métodos, como por ejemplo hacer una preclasificación que evite procesar y enfriar fruta con escaso valor comercial. Y reducir la cantidad de calibres. También optimizar el gasto de energía. La expectativa es bajar al menos 2 dólares de los pesados 10 de la actualidad.
El otro componente a revisar sin dilaciones, según el estudio que fue presentado ante una decena de periodistas, es la productividad de las chacras. Así como marchan las cosas, parece que no es negocio, porque en promedio cada hectárea en el Alto Valle produce 34 toneladas de fruta, en Sudáfrica obtienen 45 toneladas y en Chile 49. En este rubro también perdemos.
La salida es múltiple. Atacar los costos de empaque es una de las primeras misiones. La otra es trabajar con los productores. Por primera vez se mencionó que habrá técnicos que ayudarán a diseñar y proyectar el plan de negocio que deberá presentar cada agrupación de productores que se postule para recibir la asistencia financiera de Nación. Se los va a denominar “facilitadores”.
Palmieri fue específico al destacar que el plan “se canalizará a través de organizaciones de productores”, y planteó una meta pocas veces escuchada: “la idea es que llegue al productor el 50% del valor FOB de la fruta”. Sería un salto que llegue a la chacra la mitad de lo que cuesta una caja puesta en el puerto.
El modelo propuesto ante el Presidente Macri “es de cooperación”, y plantea como necesidad “un recambio generacional”, que acerque a las unidades productivas jóvenes con mayor perfil empresario “que reemplacen a los que ya peinamos canas”, acotó el Secretario de Fruticultura, Alberto Diomedi.
Otro componente para mejorar el negocio es el tecnológico. Ampliar la cobertura de los sistemas antiheladas, facilitar la colocación de mallas, y mejorar el acceso a nuevas herramientas de trabajo con mayor mecanización.
El plan demanda unos 500 millones de dólares de financiamiento, a razón de 100 millones por año, tal como lo detalló el Secretario de Fruticultura. Serán recursos a muy largo plazo con baja tasa, y para acceder hay que diseñar un plan de acción.
Por ejemplo, dentro del plan de negocio a preparar con el “facilitador”, debe contemplarse que en la mayoría de los casos hay entre un 20 y un 25% de la superficie de la chacra que corresponde a plantaciones “que nos son competitivos” y en esos casos hay que preveer financiamiento pata emprender una diversificación.
“Es necesario que se haga una búsqueda de gerente comerciales”, comentó Palmieri, quien aseguró que en el mercado laboral de la región “hay cada vez más profesionales que pueden desempeñar ese rol”. Todo pensando en las futuras asociaciones de productores que salgan a defender su negocio en vez de, como dijo un productor que se acercó a la charla, entregar la fruta “a resignación”.
Los funcionarios, consideraron que si llegan a un costo de 15 dólares por caja, la actividad podrá resurgir. Hay que limar un 25% los costos, y a esa conquista se lanzaron.
“Es una rueda que se debe comenzar a mover”, remarcó Palmieri al final de la presentación, en referencia a la voluntad y compromiso que debe acompañar la iniciativa para que se vean los frutos.
Por lo pronto, y tal como lo adelantó el Secretario Diomedi, van a continuar con la “militancia” en favor del plan, con nuevas reuniones como la que tenían programada hoy a las 18 en la cámara de productores de Roca, como la que realizarán mañana en Neuquén, la del miércoles próximo en Regina con pequeños y medianos empacadores, y el 12 de este mes con las instituciones del sector, como el INTA y la Universidad.