Renunció López
(ADN).- El legislador Rubén López renunció a su banca. Será reemplazo por María Gemigniani. En su carta elevada al presidente del Parlamento, consideró que «defender apasionadamente los derechos de los trabajadores y de los sectores más desprotegidos, me colocaban en una situación de vulnerabilidad».
En otro tramo asegura que hay «organizadores de estas campañas de desprestigio» de las que se siente víctima. «No conformes con intentar destruirme desde lo sindical, desde lo político, desde lo personal, ahora atacan también a todo aquello por lo que he trabajado incansablemente».
La carta fue dirigida al gobernador Alberto Weretilneck y al vice Pedro Pesatti, y está fechada ayer 24 de abril.
El texto completo:
«Siempre asumí mis responsabilidades en el ámbito sindical y político con lealtad y compromiso. Lealtad para los compañeros con quienes compartimos estos proyectos; compromiso con los ideales que llevamos adelante y con la gente que se identificó con nuestras propuestas. Y sigo convencido de que esos valores siguen siendo irrenunciables, a pesar de los costos que estoy pagando por no haber claudicado en la defensa de los mismos.
Desde hace tiempo me di cuenta que defender apasionadamente los derechos de los trabajadores y de los sectores más desprotegidos de la sociedad me colocaban en una situación de vulnerabilidad. Porque los sectores que se sienten afectados por nuestra lucha iban a reaccionar y a intentar apartarnos de nuestra lucha. Y porque cuando no lo pueden lograr mediante la lucha de ideas, democráticamente, utilizan las herramientas del ataque personal, las mentiras, las campañas de desprestigio que se van haciendo cada vez más agresivas.
Parece que estar al frente del Sindicato de Obreros Empacadores de la Fruta de Empacadores de Fruta de Río Negro y Neuquén, que haber encabezado personalmente las luchas para defender y ampliar los derechos de los trabajadores, irritó profundamente a distintos sectores de poder. Y por eso se encarnizaron en mi figura.
Los dirigentes sindicales sabemos que la lucha sindical tiene sus límites y que en determinado momento hay que apoyar una propuesta política que permita instalar nuestros proyectos en la agenda estatal y beneficiar a toda la sociedad, no sólo a los afiliados a tal o cual organización. Con esa visión, desde los inicios de la actual etapa democrática he participado en distintas instancias políticas, defendiendo siempre los mismos ideales. Y hace unos pocos años decidí dar otro paso: trabajar junto a un grupo de compañeros de distintas extracciones partidarias en la formación de una nueva fuerza provincial. Que fuera sumando lo mejor de las experiencias de la política argentina pero a la que le sumáramos el federalismo como principio rector. Y ese fue otro “pecado” no me han perdonado.
Participé de la creación de Juntos Somos Río Negro y el pueblo rionegrino me ha honrado con la representación de la Legislatura provincial. Desde ese lugar busqué ser fiel a los ideales del mandato que me dieron los rionegrinos.
Los organizadores de estas campañas de desprestigio, los que gustan golpear desde la oscuridad escondiéndose en el anonimato, intensificaron sus campañas de desprestigio. Y no conformes con intentar destruirme desde lo sindical, desde lo político, desde lo personal, ahora atacan también a todo aquello por lo que he trabajado incansablemente.
No estoy dispuesto a permitirlo. Voy a recurrir a mi derecho constitucional de defenderme y vindicarme. Hace algunos meses pedí una licencia sin goce de haberes en la Legislatura. Hoy siento que necesito más tiempo. Y tener la tranquilidad de que puede ser una solución para que no sigan castigando a una fuerza política.
Señor Presidente de la Legislatura, Señor Gobernador: les agradezco la confianza que depositaron en mí durante todo este tiempo pero creo que es hora de tomar decisiones de fondo. Aunque duelan. Tras meditarlo profundamente, he decidido presentar formalmente mi renuncia indeclinable a la diputación provincial que he ejercido con orgullo y con la convicción de estar participando de una propuesta consustanciada con el ideal de los rionegrinos.
Espero que mi alejamiento permita un respiro en esta campaña de acoso y difamación que sufre el gobierno. También me permitirá tener la cabeza más despejada en la elaboración de mi defensa en las instancias que corresponden, a sabiendas de que estoy quitando del medio un elemento de confusión y de agresión por parte de esas fuerzas que no quieren o no creen que los trabajadores podemos sentarnos en la mesa de las decisiones.
Mi compromiso seguirá siendo total; más allá de los cargos que pueda ocupar o de lo que nos depare el futuro. Pero debemos separar los tantos, y hacernos responsables de lo que nos toca. En mi caso, como decía, vindicarme.
Gracias por el acompañamiento. Gracias por estos proyectos compartidos. Renunciar a los cargos no significa renunciar a la lucha ni a los ideales que seguiré defendiendo con la misma pasión.
Sin otro particular, los saludo muy cordialmente.
Rubén Lopez».