La energía nuclear, otro polo de desarrollo para Río Negro
(Por Julián Gadano*).- Días atrás, y a partir de la visita de profesionales y técnicos argentinos y chinos a la Provincia de Río Negro, se han organizado manifestaciones contrarias a la potencial instalación de una central nucleoeléctrica en la provincia. De acuerdo a la información disponible, hay un sector minoritario que tiene una posición a favor, otro sector minoritario en contra y una gran mayoría no sabe qué opinar.
Este último grupo tiene muchas expectativas de que la billonaria inversión involucrada fomente el desarrollo de su provincia, pero también tiene dudas y temores de que la central implique riesgos para sus ciudadanos o el ambiente. Analicemos los argumentos que se han esgrimido sobre el particular.
“La energía nuclear retrocede en el mundo”. Falso. Hay en el mundo 61 reactores en construcción en China, Rusia, Finlandia, el Reino Unido y Brasil. Y crecerá un 14% en los próximos años.
“Argentina va a ser dependiente de la energía nuclear” Falso. Luego de que entren en operación las dos centrales nucleares proyectadas, su energía representará el 11% de la generación eléctrica total, menos que el promedio mundial. Y para ese momento, más del 20% provendrá de fuentes renovables.
“¿Por qué construir centrales nucleares teniendo viento y sol?”. Argentina necesita de las fuentes renovables (que son fuentes limpias, pero interrumpibles) y de otras fuentes, como la nuclear (que es fuente limpia y no interrumpible). Las diversas fuentes de generación no compiten entre sí. Se complementan, de manera de aprovechar lo mejor de cada una de ellas en una matriz confiable y diversificada.
“Es contaminante y peligrosa”. Falso. La energía nuclear es limpia, ya que no emite gases de efecto invernadero. Además, permite reemplazar combustibles que emiten CO2. Por otra parte, la gestión de esta energía es segura porque está controlada por protocolos, profesionales, 70 años de cultura de la seguridad y una Autoridad Regulatoria independiente y profesional que es modelo en el mundo.
“Genera residuos peligrosos”. La actividad nuclear consume menos combustible que una fuente fósil. Una pastilla de combustible nuclear, del tamaño de un dedal, genera más energía que media tonelada de carbón. Por lo que genera muy pocos residuos en comparación.
“¿Pero eso no genera daño a la gente?”. Si se los dejara tirados a la vera de la ruta, sí. Pero no es lo que se hace. Se los guarda en depósitos blindados, cumpliendo estrictos protocolos dictados por autoridad técnica independiente. La consecuencia: ningún incidente en 70 años en el mundo.
“Va a aumentar la temperatura del mar”. Falso. El agua que una central nuclear usa para refrigerar, regresa al mar en condiciones térmicas similares a las que ingresó. Puede comprobarse viendo lo que ocurre en el lago de Embalse (Córdoba) o en el río Paraná (Buenos Aires) donde ya hay centrales nucleares en operación.
Dicho todo esto, alguien legítimamente podría decir “está bien, es limpia, no contamina, pero, ¿es necesaria?” Lo es, porque es una fuente no interrumpible y de alto nivel de disponibilidad, que tanto necesita nuestro país. Y porque lo hace sin emitir gases contaminantes, con una eficiencia de entre 80% y 90%, de las más altas del sistema.
Pero también, por los grandes beneficios que trae a la región donde se instala. La central nuclear que se considera instalar en Río Negro será financiada por un crédito externo que comenzará a pagarse 8 años después de iniciada la construcción. No la pagará el contribuyente sino la empresa operadora, con lo que facture por la venta de energía. Y el impacto más importante se mide en el desarrollo que una inversión de este tipo trae. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance, de ahora en más, para que la ciudadanía disponga de información precisa sobre lo que una inversión como la proyectada significa.
Una central nuclear emplea en el pico de su construcción unas 4.000 personas, y luego -de manera permanente- generará empleo directo a 800, muy bien capacitadas y remuneradas. Si sumamos los servicios indirectos, más de 1.500 familias podrán desarrollarse en la zona a partir de los empleos genuinos incorporados por esta actividad. Y con el tiempo, se creará también un círculo virtuoso para que otras actividades se instalen en la zona.
A 30 kilómetros de Sierra Grande está Playas Doradas. Un lugar que atrae por su belleza y por la inmensidad de sus playas. ¿Afectará negativamente la central su turismo y desarrollo? No. Una central nuclear es visitada por profesionales y técnicos de otras regiones del país o empleados de la empresa que ejecutan tareas de mantenimiento. Playas Doradas, sin dudas, será una opción de hospedaje que impulsará inversiones para mejorar la capacidad hotelera, lo que atraerá nuevos turistas. Es importante que se den debates basados en información y se tenga en cuenta el impacto real de este proyecto para la provincia de Río Negro.
La decisión de instalar una central nuclear en Río Negro obedece a que la provincia ofrece muy buenas condiciones, pero también a que su población merece mayor desarrollo económico, que permita a los jóvenes estudiar para forjarse un futuro en el lugar donde nacieron. La energía nuclear genera temores lógicos. Sin embargo, la realidad es otra, y más en nuestro país, que tiene un sector nuclear sofisticado y desarrollado, que genera empleo de calidad, y valor agregado. Parte de eso ya está radicado en Río Negro con INVAP, el Centro Atómico Bariloche y el Instituto Balseiro. Por ello, es importante que, antes de decir “no a la planta nuclear” pensemos que lo que tenemos por delante es un proyecto sustentable, seguro, que impactará muy fuerte en la economía y que sobre todo transformará para siempre -y para bien- una región entera. Nos hemos comprometido a eliminar la pobreza de nuestro país y sólo podremos hacerlo con más desarrollo.
*Secretario de Energía Nuclear de la Nación