Imputación de homicidio y prisión preventiva para Gigli
(ADN).- Octavio Gigli llegó hoy a Roca en medio de un fuerte operativo de seguridad. Vino extraditado de Brasil donde estuvo prófugo. Enfrentó a un tribunal que lo imputó por asesinato de Guillermo Martínez. La tipificación del delito fue homicidio calificado por alevosía. Podría ser condenado a cadena perpetua. Por el momento, dictaron su prisión preventiva por 18 meses.
El fiscal de la causa, Luciano Garrido, expresó ante el juez Rubén Norry que existían pruebas contundentes para determinar que el acusado era el responsable del asesinato del contador Martínez, ocurrido entre las 20 horas del 31 de agosto y las 5 de la madrugada del 1° de septiembre de 2015, en el dúplex de Calle Córdoba al 900.
Además de las pruebas, según el fiscal existen testimonios de peso que hacen suponer que Gigli y Martínez estuvieron juntos en esa vivienda. Incluso uno de ellos, explica que de la casa había sólo dos juegos de llaves. Uno lo tenía una empleada que realizaba la limpieza y el otro lo tenía Octavio, informó la agencia ANR.
La aclaración surgió porque el funcionario judicial explicó que una vez que el acusado abandonó la casa tras el asesinato, la llave fue arrojada nuevamente al departamento por el buzón de la puerta.
También pidió que se le dicte la prisión preventiva por 6 meses al entender que por los antecedentes (fuga y extradición de Brasil) había posibilidad de que escape nuevamente y porque además podía entorpecer la investigación.
Los abogados querellantes (representan a la familia de Martínez) Darío Sujonitzky y Juan Alberdi ratificaron el pedido del fiscal pero solicitaron que la prisión preventiva se dicte por un plazo de 18 meses.
Miguel Salomón, el defensor oficial propuso una teoría poco creíble. Dijo que en realidad su defendido nunca estuvo prófugo que no sabía que se lo buscaba y que él dejó su casa en el 2015 «haciendo uso de su derecho para entrar y salir del país».
«Esto es sentido común… Nunca estuvo profugado», insistió el defensor porque nunca fue notificado de la causa.
Luego solicitó que se le dicte la libertad hasta tanto se sustancie el juicio y hasta se ofreció a que Gigli pague los costos que demanda la utilización de una pulsera electrónica para que sea seguido de manera satelital. Le pidió al juez Norry que en caso de ser así, se alojaría en la misma casa donde ocurrió el crimen y que ahora ocupa su hijo Tadeo, quien se encontraba en la sala y quien acompañó a su papá a Buenos Aires esa noche del crimen.
El juez finalmente tuvo por formulado los cargos y dictó la prisión preventiva del acusado por 18 meses aunque el defensor pidió la revisión de la medida que ahora deberá ser evaluada por el titular del Foro de Jueces.