“La deuda pública ya es parecida a la de 2001”
«Hay relato fiscal» sostiene José Luis Espert, para quien si no se hace un ajuste «viene una nueva crisis». Así lo advirtió el economista en una entrevista con el diario Ámbito Financiero, sobre el nivel de la deuda. Y dijo que las metas de inflación no son viables con un déficit récord.
Espert participó de la 38 Convención Anual del IAEF que se desarrolló en Bariloche.
¿Qué evaluación hace de la gestión macrista?
Hay muchas cosas para rescatar. No sé si como dice el macrismo íbamos a terminar como Venezuela si ganaba Scioli. Pero creo que el hecho de que haya ganado un no-peronista y que haya evitado una crisis es meritorio. El hecho de haber desarmado el cepo, salir del default, dejar de hacer la guerra al campo, y de mentir desde el INDEC y desde el BCRA, plantear otras relaciones con el mundo, explican hoy por qué la economía está creciendo y va a seguir expandiéndose en 2018.
El Gobierno proyectó en el Presupuesto 2018 un crecimiento del 3,5% y una inflación del 15,7%… ¿está de acuerdo?
Sí, el del PBI es un número factible, pero la inflación creo que será en el mejor de los casos del 17%, cinco puntos por encima de la cota máxima que proyecta el BCRA para 2018.
¿Por qué piensa que le cuesta al BCRA bajar la inflación más de lo que se esperaba?
Es muy meritorio haber bajado la inflación a un poco más de la mitad, tras un año con un peso devaluado y ajustes de tarifas. Pero, dada la configuración de política fiscal y monetaria, las metas de inflación no son viables con un déficit récord. La inconsistencia es haber cargado tanto las tintas sobre el BCRA para bajar la inflación. Si no hay un acompañamiento del fisco bajando el déficit es muy difícil bajar la inflación.
El ministro Caputo dijo que en 2018 se emitirá menos deuda que este año, ¿cree que será así?
Caputo lo que cuenta son los números oficiales. El Gobierno baja el déficit primario, y no aclara que es sólo Nación. Lo reduce un punto, del 4,2% al 3,2%, por lo que el rojo primario ascendería a unos u$s6.000 millones. Esto es en la fantasía de ellos. Se acabaron todos los relatos con Macri, menos el fiscal. El déficit del que el Gobierno habla no tiene nada que ver con el verdadero. Hay relato fiscal porque el Gobierno no pone como gastos los intereses de la deuda y tampoco el rojo de las provincias. Para las cifras oficiales colocarán menos deuda, pero los números reales dirán que van a colocar más.
¿Qué nivel de la deuda/PBI comenzaría a ser a preocupante?
A partir de fines de 2018 veo una deuda pública ya en torno de los 60 puntos del PBI. Es un nivel demasiado grande para un país con bajo rating crediticio y una historia tan grande de defaults. Por eso en un año veo a la Argentina muy sensible ante cualquier shock externo desfavorable. Me llama la atención que este Gobierno lo único que haya hecho en materia de déficit fiscal, respecto del anterior, es cambiar la manera de financiarlo, de emisión monetaria a deuda.
¿Y por qué, según su punto de vista, el Gobierno no logra bajar el déficit?
Como lo planteo en mi libro «La Argentina Devorada», el problema del país es sistémico. Le pondrán dar la vuelta que quieran, costos sociales o políticos, pero el déficit fiscal hace a la esencia del ADN argentino. En los últimos 60 años la Argentina solo tuvo cuatro años con superávit fiscal. Hay un Estado que gasta más de lo que recauda, porque hay una sociedad que quiere el Estado grande y, obviamente, la política no va a querer un Estado chico.
¿Se puede en la Argentina implementar una reforma laboral como la de Brasil?
La Argentina es un sistema cuyo resultado es decadencia. Ese sistema desde el punto de vista económico está explicado desde tres vértices: empresarios prebendarios, políticos corruptos y mafia sindical. Hoy Argentina tiene un combo de cuatro leyes siniestras, vinculadas con lo laboral: la ley de contrato de trabajo, la ley de convenciones colectivas, la ley de asociaciones gremiales y la de obra sociales. Creo que esto hay que derribarlo todo. Ahora… ¿hay chances de que esto ocurra? Por lo que ha trascendido no, porque el Gobierno va a negociar una legislación laboral con los que son parte del problema, los sindicatos.
¿Qué es lo que más le preocupa en el largo plazo?
El poco consenso que hay para cambiar el sistema económico, político y judicial. Si la Argentina no cambia y está en todo su derecho no cambiar, no pidamos resultados diferentes de los que hemos tenido. Tendremos veranitos, seguidos por períodos complicados para luego terminar en un ajuste, que si no se hace, viene una nueva crisis. No creo que la Argentina pueda tener 20 años de crecimiento como dijo Dujovne haciendo exactamente esto. La deuda pública está subiendo todos los años u$s40.000 millones. Ya es parecida a la de diciembre de 2001, al igual que el atraso cambiario y el déficit. Creo que hoy no hay ninguna chance de repetir lo de 2001, pero si tenés indicadores similares a los previos de aquella crisis, te van a complicar la vida.