Juicio en Roca a un cura por abuso sexual a un menor
Comenzará el viernes en General Roca, el juicio a un sacerdote de la Iglesia Católica, identificado en la causa como Juan José Urrutia, denunciado por abuso sexual por un adolescente en el año 2014. La víctima, al momento del hecho tenía 14 años. El debate estará a cargo del Tribunal de la Cámara Tercera del Crimen y será en el subsuelo del edificio de tribunales, ubicado en calle San Luis. Las audiencias no será públicas.
La sesión comenzará a las 8.30. Los jueces serán Laura Pérez y Fernando Sánchez Freytes. Todavía no se definió quién reemplazará a Verónica Rodríguez, quien se encuentra de licencia. El Ministerio Público Fiscal será representado por Andrés Nelli y la calificación judicial es por “Abuso sexual con acceso carnal por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima. Y agravado por ser un ministro de culto”. En caso de ser hallado culpable, el sacerdote podría purgar una pena que va desde los 8 a los 20 años de cárcel.
Actuarán como abogados defensores del sacerdote -quien se encuentra en libertad- Jorge Crespo y Guillermo Leskovar Garrigós.
En medio de un fuerte hermetismo sobre esta causa, se supo que el caso ocurrió en el año 2010 en la ciudad de Allen aunque el menor y la familia recién presentaron la denuncia cuatro años después, informó ANRoca.
El joven fue sometido a una serie de pericias que incluyeron una Cámara Gesell, donde habría dado detalles del hecho al que habría sido sometido por el cura, que al momento del hecho tenía unos 30 años.
En el juicio no habrá querella y la acusación sólo estará representada por el fiscal Andrés Nelly.
Este cura se encontraba en el 2010, al frente a la Iglesia Santa Catalina, de Allen, y según cita el sitio digital ANR ,misteriosamente, según explicaron vecinos y periodistas de esa ciudad en contacto con este medio, el religioso «desapareció» de un día para otro sin brindar mayores explicaciones. Siete años después, se supo que recién en 2014 el joven y su familia realizaron la denuncia, ahora el sacerdote enfrentará a la Justicia.
La Iglesia pidió perdón
La Diócesis del Alto Valle de Río Negro pidió perdón a la víctima y su familia, en un comunicado oficial, donde se indica que tanto el Obispo Marcelo Cuenca, como los Obispos eméritos José Pedro Pozzi y Néstor Hugo Navarro estaban al tanto de la situación.
Los obispos expresaron «nuestro dolor y vergüenza por los hechos denunciados y a juzgar; nuestra solidaridad con el dolor de quien denunciara las acciones y su familia, y nuestra disponibilidad cercana en todo cuanto pudiera aliviar el mismo; nuestro humilde pedido de perdón a ellos, y a todos aquellos varones y mujeres que vuelven a escandalizarse, pudiendo llegar a dudar en su fe, por el pecado de quienes estamos convocados a cuidarlos y animarlos en el camino del seguimiento fiel de Jesucristo y nuestro compromiso para velar que situaciones como esta no se presenten en el seno de nuestra Iglesia local” indicaron en el documento público».
Se expresa que el acusado es miembro del presbiterio diocesano desde el año 2000 y que ejerció el ministerio hasta el año 2011 “fecha a la cual se desempeñaba como Canciller en la Curia diocesana y Párroco en Allen”.
«Desde septiembre de 2013, se encuentra privado de todo oficio eclesiástico y suspendido del ejercicio público del ministerio como consecuencia de la conclusión de un proceso administrativo penal canónico; realizado en la Diócesis, por mandato de la Santa Sede, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe”, se aclara.
Se informa que reside en un lugar “donde el Obispo diocesano ha determinado conforme a la caridad debida a un hermano Sacerdote, a pesar de sus pecados y/o delitos, y la prudencia aconsejada por aquellos profesionales del derecho y la salud a los que se recurrió, junto con el debido acompañamiento profesional y espiritual”.