Jubilaciones, el corazón de la reforma
(ADN).- El gobierno definió la modificación del cálculo para pagar jubilaciones, pensiones y otras prestaciones sociales. Se define esta medida como el “corazón de la reforma”. Propone un sistema de actualización trimestralmente de acuerdo a los índices de la inflación, más un suplemento no explicado aún.
Por qué cambiar el sistema anterior. Se explica sólo en la propia lógica del gobierno de transferir recursos del sistema previsional para financiar el pacto fiscal, beneficiar empresarios y patronales y dar respuesta al reclamo de María Eugenia Vidal de compensar pérdidas del Fondo del Conourbano.
También fue un pedido del FMI. Consultores indican que los jubilados de la moratoria que alcanzan a la mitad del universo previsional perderán 600 pesos por mes, los de la jubilación mínima 435 pesos mensuales y los beneficiarios de la AUH, unos 118 pesos, el 8%.
El sistema aún vigente determina que la evolución de los haberes está condicionada a la evolución de la economía (es pro cíclica) ya que el incremento de los mismos se determina, o bien por una combinación entre la evolución de recursos tributarios de Anses y la evolución de los salarios, o bien por un “tope” impuesto por la evolución de los recursos totales de Anses, en caso de que el resultado anterior supere este tope.
La fórmula: m = a= 0,5 x RT + 0,5 x w, si a ≤ b y m = b= 1,03 x r, si a > b, “m” es el porcentaje de variación de los beneficios; “RT” es la variación del índice de recursos tributarios por beneficio, el mismo compara semestres idénticos de años consecutivos y “w” es la variación del índice general de salarios. Todavía no se explicó por qué este procedimiento hay que cambiarlo, en qué perjudica al sector pasivo y en cuanto se beneficia con la reforma propuesta.
De esta manera y con los actuales índices, en marzo del año próximo el aumento al sector podría llegar al 24%, mientras que en el gobierno –con las modificaciones propuestas- se habla del 14 o 16%.
El gobierno nacional piensa en un ahorro de 120 mil millones de pesos que saldrán del sistema previsional donde más de 3 millones de jubilados (la mitad del sistema) cobran la mínima de 7.246 pesos, mientras que las pensiones mínimas alcanzan los 5.797 pesos. Nada se ha explicado que pasará con las jubilaciones del servicio diplomático, de jueces y magistrados, diputados y senadores y otros sectores con privilegio. Es más, se anunció que se quitará el tope para las jubilaciones que beneficia a los que más cobran.
Se torna difícil explicar este despojo al sector más vulnerable del país. Más de seis millones de beneficiarios de jubilaciones, pensiones y aportes sociales que no tienen manera de protestar ni reclamar. Difícil que en el actual contexto político nacional aparezca una Norma Plá.
Los partidos políticos, la CGT y organizaciones sindicales y sociales sólo han emitido comunicados y los legisladores nacionales y gobernadores anticiparon que apoyarán la reforma previsional, como si en sus familias no existiera un jubilado para conocer esta realidad.
Esta política deviene de la matriz ideológica del actual gobierno. No se buscaron recursos de otros sectores de la economía para financiar las reformas anunciadas por el presidente Mauricio Macri y se obliga a la solidaridad a los que menos tienen. Una muestra, entre tantas. Se derogó un decreto de 1964 del ex Presidente Arturo Illia, que fijaba fecha para liquidar exportaciones…ahora pueden dejar los dólares depositados fuera del país. Libre albedrío, concepto fundamental de las políticas neoliberales.
Habrá ahora una agresiva campaña nacional para demostrar las virtudes del nuevo sistema a poner en marcha para la movilidad previsional. Expertos, paneles televisivos, periodistas especializados y demás cotillón mediático.
Al cabo de todos los meses, sólo los jubilados, pensionados y beneficiarios de los aportes sociales sabrán por el dictado de sus economías como aumentó la inflación, el costo de la canasta familiar, los incrementos de los medicamentos y las dificultades para acceder a la salud. Será tarde.