A dos meses de su asesinato, marcharon por Rafael
Un nutrido grupo de personas recorrió el centro de Bariloche reclamando justicia por Rafael Nahuel al cumplirse dos meses del asesinato del joven mapuche a manos de la Prefectura, tras el intento de desalojo de la Lof Lafken Wuinkul Mapu en Villa Mascardi.
Representantes de la comunidad mapuche, agrupaciones políticas y de Derechos Humanos, acompañaron durante la recorrida a la familia de Nahuel desde los barrios del alto de la ciudad hasta el Centro Cívico, donde hablaron a la multitud, agradecieron el acompañamiento y pidieron justicia por su hijo muerto.
La madre de Rafael, Graciela Salvo, resumió el sentimiento de las cientos de personas que se mnovilizaron: “Deseo que se haga justicia, que a los culpables los metan presos; que esto no quede como que mataron a Rafael y después quede todo en el olvido. Yo quiero justicia por Rafael, que está presente en cada uno de nosotros”.
Alejandro Nahuel, papá del joven asesinado, planteó que “en la familia estamos todos destrozados, y la bronca que tengo yo es que el que le disparó a mi hijo anda libre. Y yo me pregunto por qué hasta ahora no está detenido”.
“Hicimos la marcha por él -agregó-, recordándolo. Yo también quiero que se haga justicia, que esto no quede así. Ojalá que algún día encuentren al culpable y que lo pague”.
Graciela, conmovida, recordó: “Él era un buen compañero. Todas las personas lo querían mucho. Era muy trabajador; se las rebuscaba en herrería, en carpintería y en changuitas. No era un chico malo. Era una buena persona”.
El discurso más encendido fue el de la tía de Rafael, María Nahuel, una de las mujeres mapuches que participa de la recuperación territorial, y que dos días antes del asesinato, fue desalojada del lugar. “Yo les digo que no me puedo ir (del territorio), porque no me puedo ir de la tierra donde murió Rafita. Yo no puedo abandonar el territorio, si lo abandono lo estaría traicionando”.
“Nosotros de la tierra no nos vamos a ir, no la vamos a abandonar. Ahí quedó mi sobrino que estaba luchando por la tierra”, agregó, y dijo: “El dio la vida luchando por ese territorio, por eso es que hoy nosotros no podemos hacer a un lado la lucha de la tierra. Yo soy María Nahuel, y voy a seguir luchando, y me voy a quedar en el territorio donde cayó mi sobrino”.
Explicó que el joven “quería un poco de tierra. Quería criar conejos, llevar su perro y tener un caballo; eso quería. Yo lo recuerdo siempre. Día a día lo recuerdo porque yo estoy ahí, en el campo, y lo lloro en silencio porque sé que él no quería que lo lloren cuando ya no esté”.
“Soy mapuche y voy a reclamar”, desafió. “La próxima vez no voy a venir con un cartel. No le tengo miedo a nadie, ni a la policía, porque ya estoy acostumbrada a pelear. No les tengo miedo, no le tengo miedo a nada y sigo en la lucha. Algún día me matarán luchando”, aseguró, y concluyó: “Si no salimos a luchar a la calle, no solamente por mi sobrino, porque hay muchos a los que los matan por la espada”.
Mientras tanto, en la familia y su representación legal, hay esperanzas que la próxima semana comience a develarse cuál fue el integrante del grupo Albatros de Prefectura que disparó mortalmente contra Rafael.
El próximo 29 de enero se iniciará la pericia de comparación del proyectil extraído del cuerpo del joven con las balas y vainas testigos obtenidas de las armas secuestradas a los uniformados el sábado 25 de noviembre, en la comunidad Lafken Wuinkul Mapu.
Todas esas armas fueros disparadas en el Tiro Federal, para la obtención de las balas testigos que permitan la comparación con la bala que mató a Rafael.
La abogada Julieta Wallace indicó a En estos días que esa pericia podría llevar varios días, y confió que se trata de la medida que traerá más certezas sobre la responsabilidad en el hecho.
(Fuente: EnEstosDias)