Cinco películas sobre la Guerra de Malvinas
(ADN).- El sitio digital La Primera Piedra propone cinco películas para ver este lunes y «recordar a todos aquellos hombres que entregaron su vida por un capricho de la dictadura militar».
Destaca que uno de los grandes potenciales del cine es su poder para retomar episodios de la realidad histórica de los pueblos y resignificarlos, ya sea convirtiéndolos en ficción o intentando pensar colectivamente sobre ellos desde el lenguaje documental.
Iluminados por el fuego (Tristán Bauer, 2005)
Inspirada en el libro homónimo escrito por Edgardo Esteban, periodista y ex combatiente de Malvinas. Aquí se narra la historia de Esteban (Gastón Pauls), un periodista que recibe la noticia del intento de suicidio de uno de sus amigos, Alberto Vargas (Pablo Ribba), ex combatiente de Malvinas. Cuando el protagonista llega al hospital, se encuentra con su esposa (Virginia Innocenti), y juntos repasan algunas anécdotas sobre la vida de Alberto.
Este caso particular refleja la dura realidad que debieron enfrentar muchos soldados al volver a tierras continentales: el olvido, la humillación, el maltrato y el desprecio de una sociedad que, cuando las papas queman, prefiere mirar hacia otro lado. La avant-premiere del film (allá por 2005) no se llevó a cabo en Buenos Aires sino en la provincia de Corrientes, en honor a todos aquellos caídos que provenían de la Argentina profunda.
Palabras de Edgardo Esteban: «La posguerra y la falta de políticas de contención y asistencia social llevó a la dura problemática del stress post traumático y los más de 500 casos de suicidio. Hubo un acuerdo tácito de los que condujeron durante el conflicto bélico para olvidar y esconder una parte de la guerra: los abusos de autoridad, los estaqueos y los malos tratos».
La deuda interna (Miguel Pereira, 1988)
Basada en una novela de Fortunato Ramos. Obtuvo el Cóndor de Plata a Mejor Película en 1989. La película cuenta la historia de un maestro rural (Juan José Camero) de la provincia de Jujuy, quien establece una relación profunda con los habitantes del pequeño pueblo andino de Chorcán. Durante su estadía en el norte argentino, estalla la Guerra de Malvinas y uno de sus alumnos —Verónico Cruz (Gonzalo Morales)— es reclutado para ir al campo de batalla. El jovencito formará parte del ARA General Belgrano, hundido el 2 de mayo de 1982.
Para el realizador del film, 1982 fue un hito no sólo en la historia nacional sino también en lo personal. El 2 de abril, precisamente, se recibió en la carrera de cine pero… ¡en una escuela de Inglaterra! En una entrevista, la periodista María Esther Gilio le preguntaba por qué había decidido volver a la Argentina en aquel momento. “Veía cómo se preparaban para deshacernos. Y por más que no había odio hacia las personas que conocía, compañeros, amigos, sentía que ése no era el lugar donde debía estar”, sostenía Pereira.
El cineasta filmó su película en un momento en el que sólo se hablaba de la deuda externa, y por eso decidió titular su pieza La deuda interna. “Todos hablaban de esa deuda, nadie recordaba la otra. Lo que yo quería era buscar las raíces de este país. Acá todos se sienten europeos –porque tenemos tíos o abuelos europeos–, hasta que llega el momento en que vamos a Europa y nos damos cuenta de que no tenemos nada que ver, que somos otra cosa”.
Huellas en el viento (Sandra Di Luca, 2008)
Este documental aborda las experiencias de un grupo de ex combatientes de Malvinas que regresan a las islas acompañados por una periodista; ella se encargará de registrar la crónica de sus recuerdos, con todos los sentimientos encontrados que la aventura supone y sus anhelos por mantener vivo el sueño del eterno retorno.
En 2012 Alberto Pérez, jefe de Gabinete bonaerense por aquel entonces, había anunciado la distribución del documental en escuelas públicas, bibliotecas populares e instituciones civiles de la provincia de Buenos Aires. Esa medida estaba en consonancia con una apuesta política a la memoria, que se proponía instalar el caso Malvinas en la agenda pública como parte de una política integral.
Estamos ganando: periodismo y censura en la Guerra de Malvinas (Roberto Persano y Elena Ciganda, 2005)
En este documental los directores exploran una faceta menos transitada del conflicto bélico: el rol de los medios. Sin dudas el periodismo tuvo una gran incidencia sobre la percepción de los acontecimientos por aquellos años, y el accionar de muchos periodistas hizo posible los 74 días de “ficción triunfalista”, que se cobraron 649 vidas en el campo de batalla y más de 500 por suicidios post-traumáticos. Con imágenes de archivo y testimonios de los protagonistas, el documental aborda con abundante material uno de los puntos claves para cualquier análisis sobre el tema que pretenda alguna profundidad.
Guorisove, los olvidados (Bruno Stagnaro, 1995)
Este cortometraje fue dirigido por Bruno Stagnaro (director de Pizza, birra y faso y creador de la inovidable Okupas). Fue seleccionado para integrar la primera edición de Historias Breves, el célebre concurso de cortos organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Se la considera una pieza fundamental porque de algún modo fue una de las que habilitó la apertura de la etapa denominada Nuevo Cine Argentino.
El título hace referencia a la expresión inglesa «War is over» (la guerra ha terminado). Con la participación del genial Claudio Rissi, David Masajnik, Daniel Sánchez y un jovencísimo Diego Reinhold, se narra el encuentro de dos tropas de soldados argentinos en el territorio de las Islas Malvinas durante 1982; ninguno de los dos grupos sabe que la guerra ha terminado. Con la dosis justa de humor satírico, se logra un relato potente de aquellos tiempos donde imperaba el absurdo con su cara más siniestra: la muerte.