En 2018 se perdieron 200.000 puestos de trabajo registrado
Tal como se reflejó en la caída del PBI, la devaluación de septiembre también pegó muy fuerte en el empleo registrado. La pérdida de puestos laborales alcanzó las 28.900 vacantes en relación a agosto y en los primeros nueve meses del año ya acumula una destrucción de 202.700 trabajos.
«Fue un mes de reducción importante, pero considerando el nivel de caída de la actividad económica podemos decir que el empleo viene resistiendo y se muestra bastante inelástico a la baja», aseguró el Director Nacional de Estadísticas y Estudios José Anchorena.
Según los especialistas, por cada puesto de trabajo registrado que se destruye, el empleo formal pierde un promedio de dos vacantes. Por lo tanto, se podría estimar que la crisis ya se llevó más de 600.000 vacantes en lo que va del año, sin contar el impacto en los miles de jóvenes que se incorporaron al mercado laboral este año sin poder encontrar un trabajo.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Producción y Trabajo, los únicos sectores que tuvieron una dinámica positiva fueron los monotributistas (4.900) y los trabajadores de casas particulares (1.700), rubro por el cual las autoridades de la secretaría argumentan que está reflejando «las activas políticas públicas en pos de formalizar la actividad».
Por el contrario, se evidenciaron retrocesos en autónomos (-1.200), asalariados del sector público (-4.600) y especialmente asalariados del sector privado que tuvieron un retroceso mensual de 29.000 trabajadores, que coloca a septiembre por debajo de los índices de 2015 y 2017.
El desempleo subió al 9,6% y se prevé que alcance los dos dígitos para el tercer trimestre
Como agravante, las ramas más perjudicadas fueron justamente las cinco con mayor participación en el empleo total. Nuevamente, la industria manufacturera lideró ese ranking con una baja de 9.300 vacantes mensuales, seguida por el comercio (7.900) y la construcción (4.900), sector que poco a poco refleja el parate de la obra pública mostrando por primera vez una caída interanual de 4.100 empleos.
A nivel geográfico, las provincias más beneficiadas en términos interanuales fueron Neuquén (5,4%), Tucumán (3,6%) y Jujuy (2,6%), mientras que los peores resultados se observaron en Catamarca (-6,8%), Formosa (-5,5%) y Chaco (-4,6%).
Ya en materia salarial, siempre dentro de los asalariados privados formales, la remuneración media creció un 27% alcanzando los $31.898. Esto representa una caída en términos reales del 9,6% que avanza al 12% en los salarios medianos. En este sentido, Anchorena se mostró confiado en que la reapertura de paritarias comience a revertir este fenómeno y logre traccionar el consumo en los próximos meses.
Finalmente, la encuesta de indicadores laborales, donde se releva mensualmente a más de 3.000 empresas privadas formales en doce centros urbanos, mostró en octubre una leve mejora respecto a los resultados históricamente negativos que se vieron en el mes anterior.
Si bien se mantienen en niveles muy bajos, las expectativas netas de aumento de dotación de personal arrojaron un valor positivo del 0,9%, producto de la diferencia entra la proporción de empresas que esperan aumentar su planta y aquellas que esperan disminuirla.
«A medida que nos alejamos del shock cambiario, las expectativas empiezan a mejorar, cosa que se incrementará si continua la estabilidad cambiaria tal como prevemos», agregó Anchorena.
Publicado en LaPolíticaOnLine