Automotrices: más de 7 mil empleados suspendidos
El derrumbe de la demanda no se detiene y los puestos de trabajo penden de un hilo. Además, se dejan de producir modelos y se postergan lanzamientos
Luces apagadas, silencio absoluto y un vacío que no hace más que preocupar a miles de trabajadores, es la realidad que empezó a tejerse desde este 1 de marzo en las terminales automotrices.
Es que el sector está lejos de recuperarse y, por ahora, los responsables de las compañías eligen el silencio y prefieren ni siquiera hacer proyecciones.
El cambio de escenario se comenzó a gestar en junio del año pasado: tras la devaluación y la inflación -que terminaron incrementando los precios de los 0Km más de un 70% en 12 meses- las ventas se derrumbaron.
Y el primer bimestre de 2019 mostró una faceta aun más grave, luego de que se confirmara el peor arranque desde el año 2006 en materia de patentamientos.
La situación es tal que, ante el elevado nivel de stock, muchas de las grandes automotrices decidieron paralizar la producción.
Esta es una de las medidas más extremas que se suelen tomar, dado que antes de llegar a esta instancia, las empresas tratan de reducir algunos turnos o adelantar vacaciones.
Según pudo saber iProfesional, este mes más de 7.000 empleados se verán afectados por suspensiones, una cifra que claramente preocupa al Gobierno.
Estado de situación
El caso más reciente es el de Peugeot, la automotriz que cuenta con una fábrica en El Palomar, en el oeste bonaerense, y que anunció que durante el mes de marzo un total de 1.000 operarios serán suspendidos.
Otros 500 permanecerán activos, pero no estarán destinados a la producción de los tres modelos que fabrica en la planta -que son 308, 408 y Partner-, sino que harán tareas en el sector donde se está instalando una plataforma para fabricar un nuevo vehículo a partir de 2020.
Por estos días, no saldrá ni un modelo de las líneas de producción. Y lo que también preocupa son las perspectivas: actualmente se está definiendo hasta cuándo se fabricarán en la Argentina estos autos, frente a un cambio de preferencia por parte de los consumidores.
Por lo pronto, desde Brasil avisaron que dejarán de vender estos vehículos fabricados localmente, generando una gran incertidumbre.
Lo más importante, por ahora, es reducir el stock.
Fabricación
A la decisión de Peugeot se sumó el primer día hábil del mes la noticia de Honda, la terminal que fabrica en Campana la HR-V. La marca también suspenderá durante el mes de marzo a un total de 900 empleados, paralizando la producción.
La japonesa, que arrancó este proyecto en 2015, hasta estuvo analizando la posibilidad de abandonar el país.
Otra de las marcas que decidió detener todas sus líneas es Renault. Luego del feriado, se mantendrá inactiva entre el miércoles y viernes, afectando a 1.500 personas. El salario que recibirán los empleados equivaldrá al 70% del total.
También en Córdoba, la automotriz que detendrá la actividad la semana próxima, aprovechando el feriado de Carnaval, es Fiat. En total, el grupo suspenderá 2000 personas, según consignaron fuentes sindicales.
Otra de las marcas que analiza la estrategia a seguir es GM, que permaneció hasta el mes de enero con suspensiones programadas.
En el sector de comerciales livianos las noticias tampoco son buenas. IVECO suspenderá 900 personas para reducir la producción y disminuir el stock, mientras que en Mercedes Benz todo indica que habrá cambios en el número de personal, teniendo en cuenta que la marca no fabricará más la van Vito en el país por las bajas ventas.
Esta situación que vive la alemana, la sufren varias marcas.
El caso más resonante es de Ford, automotriz que también suspenderá operarios aunque no se oficializó el número exacto. Sin embargo, es un hecho que la marca deberá reestructurarse: el Focus, el vehículo mediano que se produce en Pacheco, será discontinuado en junio. Así, en la planta, por ahora solo se dedicarán a la pick up Ranger.
En el caso de Renault, el parate también tiene que ver con el cambio de actividad dentro de la fábrica: el Fluence, el sedán para el segmento mediano, no se produce más en Córdoba. Ese espacio quedó vacío.
Otra mala noticia: el lanzamiento de la Renault Alaskan, la nueva pick up que se fabricará en Córdoba en alianza con Nissan y Mercedes Benz, fue postergada. Por ahora no hay fecha de lanzamiento (en algún momento hasta se pensó presentarla a fines de 2018).
El otro modelo que tampoco tiene fecha de llegada al mercado es la Mercedes Benz Clase X, la pick up que forma parte de la misma alianza y que también se fabricará en Santa Isabel.
Este vehículo es otra víctima del contexto de crisis. Así, potenciales compradores que ya tenían su reserva pautada en los concesionarios, no está recibiendo respuestas firmes sobre cuándo podrán tener su unidad, lo que empieza a preocuparles.
Ventas en picada
Con este magro escenario, la caída en las ventas y las proyecciones sobre un primer semestre negro son más que evidentes.
El primer bimestre, que suele ser la época más fuerte en materia de patentamientos, concluyó con una cifra que no superó las 100.000 unidades.
¿Qué sucedió entre enero y febrero de 2018? Se habían vendido nada menos que 190.000 unidades, lo que significó el mayor nivel de comercialización en la historia argentina.
Sin embargo, en un año, la industria pasó del paraíso al infierno: el sector sufrió un histórico derrumbe del 47% para ese período, concretando el peor primer bimestre desde 2006.
Lo más preocupante de esta estadística es que, si se proyecta a un año, indicaría que la industria estaría por debajo del medio millón de unidades patentadas en 2019. Claramente, un escenario crítico considerando que en 2017 y al comienzo de 2018 se soñaba con el millón de unidades.
Desde diferentes automotrices confirmaron a iProfesional que por ahora no quieren dar cifras concretas sobre qué puede pasar en el año.
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Según explicó, desde ADEFA decidieron esperar para hacer especulaciones sobre la continuidad del año, ya que la recuperación que se esperaba a partir del segundo semestre hoy está seriamente cuestionada.
El futuro de las inversiones
En cuanto a las inversiones, desde PSA confirmaron que seguirán trabajando en la transformación industrial que comenzó en 2017, con un desembolso de u$s320 millones, fondos que se destinarán a la instalación de una nueva plataforma que permitirá fabricar diferentes modelos.
«Estamos ya en la etapa final y este parate nos sirve para hacer ajustes que no podríamos encarar con la planta en marcha. La salida de los primeros prototipos y modelos de serie está activa y cada vez más cerca», comentaron con más optimismo.
Como para ponerle un paño de agua fría a la crisi, y traer algo de tranquilidad, también se destaca que a nivel mundial el grupo PSA obtuvo en 2018 excelentes resultados, y que tomaron la decisión de entrar a Estados Unidos para ampliar su posicionamiento global.
En el caso de Volkswagen también aseguraron que la inversión de u$s650 millones anunciada el año pasado para fabricar un nuevo modelo en Pacheco sigue en marcha, y que también están trabajando para la transformación de la planta de cajas de cambios en Córdoba, de la cual más del 90% se exportará.
Al mismo tiempo, en la marca trabajan intensamente en la alianza con Ford, mediante la cual la marca del óvalo fabricará las pick ups y la alemana se ocuparía de la innovación y electrificación.
Estas confirmaciones son las únicas señales positivas que por ahora recibe la industria, en medio de un oscuro panorama.
En Chevrolet -que está instalando en Alvear, provincia de Santa Fe, una nueva plataforma-, también seguirán trabajando en la transformación, aunque implica una robotización que prescindirá de puestos de trabajo.
Así está hoy el sector, con una única marca que logra sostenerse firme, la japonesa Toyota, ya que destinó años enteros a la búsqueda y fortalecimiento de las exportaciones.
Igual sus números se achican y de las casi 3.000 Hilux que vendía el año pasado por mes ahora no llega a las 2.000. No es un mal número para una pick up, pero sí es un síntoma de que algo no está bien.
En este caso, aunque mantienen el optimismo y no suspenden personal, operarios de la empresa confirmaron que sí cortaron las horas extras, que hacían el gran diferencial al salario del empleado.
Así las cosas, habrá que esperar muchos meses más para volver a ver brillar a las 12 terminales argentinas.
Informe publicado por iProfesional