Los anuncios económicos no fueron muy positivos
“Ahora el BCRA le teme a la flotación “libre“ del tipo de cambio y dinamita el esquema monetario en búsqueda de más discrecionalidad y poder de fuego… El impacto, por ahora, es poco y malo”, señala el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) al dar a conocer su informe económico semanal.
La brusca escalada del dólar por dentro de la ZNI dejó al descubierto la vulnerabilidad del actual esquema de desregulación financiera y cambiaria. Ni la suba de tasas del BCRA (que tocó máximo histórico esta semana), ni las subastas del Tesoro (por 1/10 del volumen habitual del MAE y sin fijar precio) pudieron contener la cotización de la divisa americana y con el techo de la ZNI a un 20% del valor actual, la autoridad monetaria no tuvo otra alternativa que dinamitar el esquema cambiario.
Avisó que intervendrá con discrecionalidad dentro de la ZNI, y por encima de ella, en “monto y frecuencia” que dependerán de la “dinámica del mercado”. Con estos anuncios, en la práctica, desaparece la ZNI cómo así también los límites de ventas diarias y el mecanismo de las subastas pasa a ser de segundo orden.
Los primeros indicios del anuncio no fueron muy positivos:
La tasa de LELIQ tocó un máximo, los spreads bancarios minoristas ya están al borde de los 20 pp y las acciones de los bancos volaron en NY.
El dólar tuvo un principio de apreciación, pero luego recortó gran parte de la baja y volvió a aproximarse a $45.
La recuperación de los bonos fue significativa en la parte corta de la curva soberana, pero que en la parte larga sigue sufriendo y el Riesgo País sube (quedó al borde de un nuevo máximo de gestión).
Los plazos fijos siguen desacelerándose, al igual que los préstamos. Por el momento, una parte pequeña de esa liquidez fue a demanda de dólares (los depósitos en USD crecieron levemente) y otra muy significativa se conserva en el M2, lo que hace pensar que los privados requieren la liquidez para hacer frente a gastos corrientes producto de las fuertes pérdidas de poder adquisitivo.