15 claves de la fórmula
(Por Martín Granovsky*).- Algunas de las causas, razones, circunstancias y necesidades que desembocaron en la definición de la fórmula presidencial que ofrece el peronismo. La sorpresa importa. Marca un tono: jugar fuerte. Marca las ganas: jugar a fondo. Marca la sed de victoria.
Y más allá de la sorpresa, aquí van 15 claves de Fernández-Fernández:
1- Como la propia CFK dijo al presentar su libro, el 9 de mayo, hay problemas nuevos que necesitan una construcción nueva. Propuso un contrato social de ciudadanía que incluya a empresarios, sindicalistas e intelectuales. En 1974 Juan Perón proponía un proyecto nacional. Cada época tiene sus palabras. Y sus tácticas. Es tonto considerar su referencia al Pacto Social de José Ber Gelbard literalmente. Fue una indicación del tipo de base que hará falta para gobernar este país.
2- Los problemas -la agenda urgente, que no se agotará en días- se relacionan sobre todo con la destrucción del orden social progresivo por parte de Mauricio Macri y su marcha brutal hacia la concentración de riqueza en una casta. El reto será evitar un aluvión de cierres en pymes y el hambre urgente.
3- Esa agenda urgente requiere aliados para ganar y aliados para gobernar. Una base parlamentaria peronista, panperonista y progresista que además pueda generar acuerdos temáticos.
4- Un jefe de gabinete que ya gobernó en condiciones difíciles (deuda incluida) y una ex presidenta que cumplió dos períodos indican que hay conocimiento del Estado y de sus instrumentos.
5- Fernández-Fernández están hablando del Gobierno. Es probable que esa sea la campaña. Invertir los términos. Mensaje posible: “Queremos una coalición amplia y la empezamos a construir ya, antes de ganar.” El Estado antes que la rosca: “Nos damos por ganadores porque Macri está liquidado y ya estamos pensando en nuevas políticas públicas.”
6- Para llegar al Estado, obvio, hace falta la rosca. Es preciso negociar y negociar. Hacen falta votos de convencidos, de desilusionados por el otro y, suele decir Raúl Timerman, de temerosos. AF viene insistiendo en la necesidad de articular. Sobre todo repite que Sergio Massa tiene votos. Traducción posible del deseo: o va unas PASO con Fernández-Fernández, o toma un compromiso de gobierno o juega desde la provincia de Buenos Aires.
7- La fórmula del 2015 tuvo un error verificado en su momento por los encuestadores. La presencia de Carlos Zannini jugó públicamente como un indicador de que CFK controlaría el Gobierno y que Daniel Scioli sería un Chirolita. Un error inútil, porque en términos operativos es más importante un jefe de Gabinete, un ministro de Economía y un jefe de Inteligencia que un vice. Pero el error fue costoso porque Zannini pegaba con la idea de un monje negro. Esta vez esa lectura probablemente será repetida por el macrismo. Pero CFK de figura oculta y misteriosa no tiene nada. Y su simple presencia garantiza que la militancia K (o K de kirchnerista y y C de cristinista) no será defraudada como en el 2015 por dirigentes intermedios que parecían no querer ganar o que directamente no querían.
8- En estas horas circula una especulación que conviene encarar sin vueltas. Dice así: “Alberto es Clarín y la fórmula revela que hay acuerdo con Clarín”. Primer punto, Fernández no se llama Alberto Magnetto. Segundo punto, como jefe de Gabinete AF fue parte de una estrategia que consistió básicamente en esquivar la confrontación con Clarín cuando había que resolver el empleo y la renegociación de la deuda en términos de quita. Tercer punto, la pelea con Clarín fue tomada por el kirchnerismo como una bandera después de la crisis del 2008 para ganar militancia nueva y galvanizarla. Pan para un día y hambre para después, porque se hiperideologizó la pelea. Cuarto punto, el problema de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no fue la propia ley sino la clarinización de la política. Es decir, la suposición de que la única batalla era contra la posición dominante del grupo, la idea de que esa batalla sería corta como una guerra relámpago y que, mientras tanto, no había nada que hacer. Y entonces el Gobierno no hizo casi nada de lo que la Ley contemplaba: ni créditos blandos para otros medios, ni aliento a medios medianos y pymes, ni estímulo a la producción de contenidos a nivel local y federal.
9- Si el desafío inicial de un nuevo gobierno es que la capacidad ociosa de las fábricas (las máquinas que hoy están enfundadas pero todavía existen) se convierta en mayor actividad, cosa que no ocurrirá si Macri fuese reelegido, la alianza social y política para ese objetivo debería ser necesariamente amplia.
10- Las alianzas implican el impulso a muchos participantes activos y la neutralización de adversarios o enemigos. La base de acción no es solo el discurso sino la concurrencia de intereses. El problema con las grandes empresas nacionales, con las enormes, no es la importancia del mercado interno sino la timba. Antes grupos como Clarín y Techint recurrían a la diversificación financiera para optimizar ganancias. En los últimos dos años Claudio Lozano estudió que casos como el de Arcor revelan que, además, sin timba hubiese tenido pérdidas. En los límites de la timba estará centrado el nudo de conflictos y acuerdos del nuevo gobierno.
11- La fórmula zanjó una vieja discusión táctica del kirchnerismo. AF candidato a Presidente supone mantener la relación directa con los votantes, y con los gobernados, pero reconocer también la mediación de los periodistas. O al menos la necesidad de no irritarlos inútilmente.
12- CFK no dejó de ser una leona pero el segundo puesto en la fórmula y su adaptación realista a los objetivos del 2019 significa que no hay adónde volver. No existen ni el 2003 ni el 2015. Macri fue una topadora económica y una compactadora social. Su continuidad sería un camino sin vuelta atrás para la Argentina.
13- Contra CFK no hay pruebas sino un juicio con grandes chances de que las nulidades (los actos que negaron el principio del debido proceso, el derecho a la defensa en juicio y las normas del Estado de Derecho) terminen tumbando la maratón que empieza el martes 21. Contra AF no hay siquiera juicios.
14- La fórmula es peronista pero sigue la lógica, dicha muchas veces por el propio AF, de que sin Cristina no se puede y con Cristina no alcanza.
15- Muerto Néstor, están en Fernández-Fernández dos de los grandes protagonistas del 2003, cuando una Armada Brancaleone se arrimó al ballottage y terminó construyendo una fuerza política poderosa.
*Columnista, Página/12