Cambiar Cambiemos. ADN
Después de la debacle electoral del 7 de abril, en Cambiemos surgió una convicción: renovarse, depurarse y reposicionarse. La tarea es titánica. Hay diáspora y resquemores internos. Octubre surge como una oportunidad para no desintegrarse, a pesar de la baja adhesión que la alianza macrista tiene en Río Negro. Antes, apuesta a conservar el poder territorial, especialmente en Cipolletti.
La renovación estará encabezada por quienes se pusieron la campaña al hombro: Lorena Matzen (UCR) y Juan Martín (PRO). Es la línea Frigerio de la Casa Rosada. Incluye -entre otros- al intendente Aníbal Tortoriello y al presidente del radicalismo, Darío Berardi.
Matzen está dolida por la actitud de intendentes, concejales y dirigentes que la dejaron sola y se sumaron a militar en favor de Juntos. La excusa: que Martín Soria no sea gobernador. El saldo: una fuerte pérdida de poder. Por eso pidió depurar el partido. Consideró que el blanqueo que hicieron las hemanas Mabel y Soraya Yahuar, y más tarde el intendente de Comallo, Raúl Hermosilla, es lo que deberían hacer otros jefes comunales como Yamil Direne de Valcheta, o dirigentes como Daniel Sartor. «Eligieron otro espacio» repite en referencia al oficialismo rionegrino.
En el PRO la situación es similiar. Los cañones apuntan al diputado Sergio Wisky. Por eso, Tortoriello vuelve a la carga con la idea de presidir el PRO. El intendente es un macrista paladar negro.
Pero el partido del presidente está intervenido y su normalización no será antes de las elecciones de octubre. En función de ello, ayer, en Roca, se reunió la cúpula del PRO y definió una mesa de acción política que quedó integrada por dos representantes por región -excepto el Andino que tendrá tres- y pusieron fecha de un primer encuentro para el 1 de junio en Bariloche.
El organismo partidario tendrá opinión sobre los procesos de selección de candidaturas a diputados y senadores, y en los armados municipales. Quieren alambrar a la provincia del dedo nacional, el de Marcos Peña.
Comienza en Cambiemos a dar vuelta una idea: que el PRO encabece la lista de diputados. La banca que se renueva es la de Wisky. Cuando haya que renovar la de Matzen, será cabeza la UCR.
Por qué el foco en la Cámara Baja? Porque el senador Miguel Pichetto anunció que Alternativa Federal tendrá candidatos en octubre Río Negro y la batalla puede ser entre peronistas, con Unidad Ciudadana (el favorito en las encuestas). Es decir, quedan pocas chances que el macrismo obtenga un escaño en el Senado. Para colmo, la novedad sobre la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner cambia el escenario nacional.
Si este plan avanza, un nombre que circula es el de Juan Martín. El coordinador del Ministerio del Interior y legislador electo, podría encabezar la lista. Si además ingresa al Congreso, lo reemplaza en el Parlamento rionegrino la radical Guillermina Alaniz. Ganancia para todos.
Por ahora, un bosquejo.
Sin embargo, el desafío primario para Cambiemos es no perder los municipios que gobierna. De los que van a elecciones Viedma (aún sin fecha, aunque sería el 29 de septiembre) y Cipolletti (el 23 de junio) son los más importantes. En ninguno se armó Cambiemos desde lo formal. En la capital provincial el oficialismo irá con la lista 3 y en la localidad del Alto Valle como PRO.
Las dos ciudades están apuntadas por Juntos. En Cipolletti, el gobierno juega a fondo. Lleva a Claudio Di Tella como candidato que hace campaña de la mano de Alberto Weretilneck y Arabela Carreras. En Viedma también. Todo indica que será el vicegobernador Pedro Pesatti el postulante.
Si JSRN asesta el golpe, la alianza macrista quedará sumamente debilitada y podría abrir definitivamente el pase al oficialismo de varios intendentes, concejales y dirigentes con buena relación con la Casa de Gobierno, para engrosar al partido provincial que ya se nutre también del PJ. Esta semana, Weretilneck le dio la bienvenida al «Chango» Ayaulef, el intendente de Pilcaniyeu (recientemente reelecto) a quien podría sumarse Miguel Jara, jefe comunal de Pomona.
Además, quedaría reducida su participación institucional, a una banca en la Legislatura y dos en el Congreso.
¿Qué chances tiene Juntos? En Cambiemos aseguran que «la ola verde» es falsa, e indican que los municipios que ganó el oficialismo después del #7A (excepto Bolsón) son triunfos locales con nombre y apellido. Pero en la Casa de Gobierno quieren demostrar que el provincialismo se expande y JSRN va camino a ser el MPN.
En Cipolletti ven una oportunidad en que Tortoriello va con el sello del PRO, en un momento donde el presidente Mauricio Macri está en baja y su imagen negativa crece. Y en Viedma, crecen sus chances -estiman- si las elecciones no van en conjunto con las nacionales.
¿Qué sucede con el tercer socio? En la CC-ARI reina el silencio. La orden de la líder, Elisa Carrió, es seguir en Cambiemos. Y posiblemente haya espacio para sus dirigentes en las listas de octubre. Por ahora, la dirigencia local no integra ningún espacio de debate, conducción ni negociación de candidaturas locales.
Uno de los problemas de Cambiemos es que no logró sostener la grieta ni captar el antiperonismo en la provincia.
Se viene un desafío enorme para el partido del Presidente, que podría quedar reducido a la mínima expresión.