Fernández-Fernández: ¿El MPN también se suma?
En la búsqueda de ampliar el frente electoral que lo llevará como candidato a presidente, Alberto Fernández abrió una negociación con el ex gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, para intentar cerrar un acuerdo con el Movimiento Popular Neuquino (MPN).
Desde el entorno del ex jefe de Gabinete confirmaron que ya se reunió con el ex mandatario neuquino, en un encuentro que no salió a la luz hasta ahora. Sapag es el jefe político del MPN aunque en lo formal lo preside el gobernador Omar Gutiérrez, que en marzo pasado logró la reelección.
Fernández y Sapag mantienen un buen diálogo (reveló La Política On Line) desde que el primero era jefe de gabinete y el segundo gobernador y lograron encauzar la relación entre el kirchnerismo y el MPN, que hasta ese momento había sido casi nula por la pelea de Néstor Kirchner y Jorge Sobisch.
La idea de un acuerdo con el kirchnerismo parece compleja si se tiene en cuenta la extrema cercanía de Gutiérrez con el gobierno de Mauricio Macri, que terminó festejando su reelección. Pero en la provincia creen que la palabra final la tendrá Sapag.
Fuentes del peronismo neuquino consultadas por LPO dijeron no estar al tanto de reuniones o negociaciones con el MPN, y agregaron que el PJ y sus aliados están ultimando los detalles para presentar el frente electoral el próximo miércoles, que sería similar al que compitió en la elección provincial. Hasta ahora en esos papeles no hay nada relacionado al MPN.
Semanas atrás, el diputado nacional y presidente del PJ neuquino, Darío Martínez, hizo una convocatoria pública al gobernador Gutiérrez para armar con el MPN un frente electoral para competir en octubre y en todo caso dirimir candidaturas en las primarias, pero no tuvo respuesta.
La elección nacional le plantea un fuerte dilema al MPN. Mantener su histórica idea de no tener referencias nacionales podría significarle un fuerte retroceso de representación en el Congreso nacional, si es que se impone la idea de competir con boleta corta. La alternativa de una colectora no corre por el decreto de Macri.
En 2015, el partido ya tuvo una muestra del riesgo al que se somete compitiendo con boleta corta. En esa elección quedó cuarto (con algo más del 16%) en la elección de diputados y no obtuvo ninguna de las dos bancas en juego. «Si vamos con boleta corta en una elección polarizada, desaparecemos», admitió una alta fuente del MPN.
Si bien este año no tiene ninguna banca para renovar en Diputados, el MPN sí pone en riesgo su presencia en el Senado. Allí tiene dos bancas, la de Guillermo Pereyra y Lucila Crexell, aunque la segunda no responde al gobernador. El primero ya avisó que quiere renovar y tiene un acuerdo con Gutiérrez. También quiere ese lugar el vicegobernador Rolando Figueroa, cercano al peronismo, y que rompió con Gutiérrez tras desafiarlo en la interna por la gobernación.
Para quedarse con al menos una de las bancas en la Cámara alta, el MPN debería al menos salir segundo en la elección, una misión más que difícil en un escenario de polarización. La apuesta sería un derrumbe fuerte de Macri en la provincia.