Diplomatura en Audio y Tecnología Musical en la UNCo
La Universidad Nacional del Comahue y la Escuela de Sonido del Centro de Estudios de Tecnologías Artísticas (CETEAR), con sede en Rosario, pusieron formalmente en marcha la Diplomatura en Audio y Tecnología Musical.
Así, quedó abierta la inscripción para esta propuesta de formación que comenzará a dictarse en Neuquén, en forma semipresencial, a partir del 5 de agosto.
La diplomatura se brindará a través de un convenio que firmaron la Fundación de la Universidad Nacional del Comahue para el Desarrollo Regional (FUNYDER), representada por el rector, licenciado Gustavo Crisafulli, y la Fundación Latinoamericana de Audio Profesional, representada por el ingeniero Juan Carlos Benvenuti, su presidente.
La Diplomatura en Audio y Tecnología Musical es una propuesta de formación no curricular, con certificación de la Secretaría de Extensión Universitaria, con una carga horaria de 161 horas obligatorias, distribuidas a lo largo de 9 meses, además de módulos optativos.
Al convenio entre la FUNYDER y la FUNLAP, adherirán el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), con sede en Roca, y el Ministerio de las Culturas de la provincia de Neuquén, además de otras instituciones, para facilitar el acceso a la formación de trabajadores de esas instituciones. Estuvieron presentes el coordinador de ventas, audio y soporte técnico de Yamaha Music Latinoamérica, Juan Boscaro, la vicerrectora del IUPA, profesora Lara Pritula, y el secretario de Extensión del IUPA, licenciado Exequiel Bagnato. También participó la vicepresidenta de FUNLAP Emilia Benvenutti.
Previo a la firma del convenio, que se realizó en la sede del Rectorado el viernes 5 de julio, el secretario de Extensión, Mg. Gustavo Ferreyra, expresó que este nuevo sistema de diplomaturas “para la Universidad es una herramienta privilegiada para identificar áreas de vacancia, saber cuál es el interés, cuál es la formación que necesita y nos parece muy importante que estén involucrados actores tan importantes como un instituto que viene desarrollando estos contenidos hace más de 20 años, una empresa líder como Yamaha con apoyatura de becas, soporte tecnológico y el interés que tienen en dar a conocer sus productos, como un producto de elite en la industria del sonido, y también otros sectores que están demostrando su interés de manera creciente en el desarrollo de esta diplomatura”.
Con respecto a la Diplomatura en Audio y Tecnología Musical, Ferreyra destacó también identificaron “una gran avidez en formalizar ciertos conocimientos que muchas personas traen del oficio” y también notaron “un gran interés por parte de gente que viene desarrollando ciertas actividades como operadores de radio, operadores de sistemas de sonido, gestores de la cultura que necesitan en sus municipios, en sus provincias, gente con mayor nivel de conocimiento, y también músicos que quieren saber del tema”.
El responsable de la Fundación Latinoamericana de Audio Profesional y responsable del Centro de Estudios de Tecnologías Artísticas, ingeniero Juan Carlos Benvenuti, agradeció a las autoridades de la Universidad. “Estamos muy orgullosos de poder compartir un proyecto largamente acariciado con la Universidad Nacional del Comahue y creemos que representa una oportunidad para una juventud que está ávida de este tipo de formación”, expresó.
También señaló que “esta capacitación permite la incorporación de la mujer en este tipo de tareas, cuando al aprendizaje era por la fuerza bruta en la industria del espectáculo se empezaba cargando bafles, en cambio esta capacitación permite generar lugares de trabajo y oportunidades donde, en primer lugar se gana un espacio y, segundo, yo sostengo que en la producción musical falta la sensibilidad femenina, casi no hay productoras y es por la razón que mencioné”.
Benvenuti detalló que la Dipomatura en Audio es “esencialmente es una formación con salida laboral, en 25 años tenemos muchos alumnos trabajando, algunos son sonidistas de artistas reconocidos como Soledad o el Chaqueño Palavecino, todos tienen sus estudios, se mueven en el ambiente de la producción musical. La industria del espectáculo crece a razón de un 40% anual y eso abra a un gran mercado de trabajo y de posibilidades”.
“Yo le digo a los padres que sus hijos van a tener una oportunidad de trabajo y muy bien remunerada si se dedican a su formación con el mismo ahínco que alguien que estudia medicina, incluso es más rápido porque la carrera de Medicina lleva muchos años”, expresó.
Respecto a este nuevo desafío, de desarrollar una propuesta educativa a más de 1.200 kilómetros de la sede del instituto, dijo: “nos animamos a emprender nuevos proyectos porque contamos con el apoyo de Yamaha, que es un sello de garantía profesional, ellos nos apoyan desde hace bastante tiempo, en este proyecto con la Universidad Nacional del Comahue nos apoya la distribuidora local, que nos va a facilitar equipos, es un trabajo mancomunado, pero esencialmente está la vocación de la Universidad que nos ha recibido con tanto entusiasmo, así que estamos muy agradecidos”.
El rector de la Universidad Nacional del Comahue, licenciado Gustavo Crisafulli, dio la bienvenida a todos los actores que articularán para el desarrollo de esta propuesta, tanto educativos como del ámbito privado e institucional. Sostuvo que “no es sólo la firma de un convenio, sino que es la confirmación de una política de la Universidad, la Universidad del Comahue va a cumplir en el 2020 50 años, medio siglo de vida con un mandato fundacional que era contribuir al desarrollo económico, social, productivo y cultural del norte de la Patagonia, y esta tarea ha ido mutando con el tiempo, seguimos con el formato de nuestras carreras tradicionales, de grado y de posgrado, pero crecientemente nuestra contribución al desarrollo regional implica hacer otras cosas, y entre esas otras cosas está esta iniciativa que para nosotros es muy importante en dos sentidos, en primer lugar porque empezamos a caminar desde la Universidad una instancia de la formación que no veníamos cultivando, que tiene que ver con la formación contínua y con la formación más allá de las titulaciones tradicionales de las universidades, las diplomaturas son un instrumento muy fuerte para poder iniciar procesos innovadores de formación con los jóvenes, de articulación mucho más clara e inmediata con las realidades del desarrollo tecnológico y de los mercados de trabajo, y necesariamente implican otra cosa que nosotros consideramos que es una virtud de la vida universitaria, como es la cooperación con otras organizaciones, tanto educativas como del sector productivo o del sector público y que significa generar espacios compartidos de trabajo y de pensamiento que nos permitan efectivamente hacer eso que nos instruye nuestro mandato fundacional, que es contribuir al desarrollo de la región”.
“En esta mesa están la Funlap, una empresa de prestigio internacional como Yamaha, están nuestros colegas del IUPA, está la Universidad del Comahue a través de su Secretaría de Extensión, está el gobierno de la provincia de Neuquén que nos está acompañando a través del Ministerio de las Culturas, esperamos sumar también a la provincia de Río Negro, la firma de este año confirma que en 50 años la Universidad sigue pensando cómo hacer mejor su tarea fundacional y cómo tener cada vez más socios cooperantes fuera de los ámbitos académicos que nos ayuden a hacer mejor esta tarea y, a su vez, que ayudemos nosotros al sector público o a las empresas a hacer mejor también la suya, es un juego en el que todos ganan y la mejor forma en que una institución pública, como una Universidad Nacional pueda responder al pueblo, que es quien la sostiene con sus impuestos, gran parte de los ciudadanos nos están ayudando a sostener las universidades cada vez que compran un litro de leche y sólo un pequeño porcentaje pasa por nuestras aulas, sin embargo nosotros tenemos responsabilidad, como institución sostenida por el pueblo argentino, de contribuir al mejoramiento de la situación de todos y cada uno de los que nos ayudan silenciosamente a sostenernos”, destacó Crisafulli.
“Hoy estamos dando un paso muy importante, en un ámbito que para la Universidad también suena a nuevo, tenemos la expectativa de que a partir de esta diplomatura, que nos inserta en el mundo del espectáculo, de la cultura y de los nuevos desarrollos tecnológicos en el campo del sonido, nos ayude a pensar en otras ofertas académicas que nos permitan introducirnos con más fuerza en este campo en el que hemos hecho hasta ahora poco, esperamos al final del curso poder compartir con muchos jóvenes un nuevo camino hacia una actividad creativa que es tan importante para que todos tengamos una vida mejor”, concluyó el rector, licenciado Gustavo Crisafulli.
La empresa Yamaha Music brindará soporte técnico y becas a jóvenes que deseen cursar la diplomatura. Además de poder realizar las prácticas en Neuquén, los estudiantes podrán ir a las instalaciones de Yamaha en Buenos Aires o del CETEAR en Rosario para utilizar todos los equipos disponibles, o a un estudio profesional de Bariloche, propiedad de un ex alumno del CETEAR.
Juan Boscaro viajó a la firma del convenio en representación de la empresa. Afirmó que “Yamaha le pone mucho empeño a todas las actividades educativas, tanto formando profesionales con convenios con universidades o institutos que dan carreras de sonido y también con niños pequeños, en las escuelas Yamaha, que aprenden en todo el mundo a tocar el piano y otros instrumentos desde los cuatro años, es un trabajo social que se hace desde hace muchísimos años”.
“Este tipo de diplomaturas para nosotros es muy importante porque tenemos la oportunidad de capacitar a jóvenes que quieren empezar y gente que ya está trabajando, con buenos profesores, buena tecnología, lo que se está usando en forma profesional en todos los ámbitos”, explicó Boscaro.
La propuesta está destinada a aficionados y trabajadores del audio y la industria de la cultura, profesionales de los medios digitales y audiovisuales y operadores de televisión y radio, operadores de salas de teatro, centros culturales e interesados en insertarse laboralmente en este medio.
Los docentes serán Matías Dulcich, Martín Actis, Juan Manuel Gómez, Martín Wolmy, Gerardo Agostini, Sergio Barrillis, Adalberto Pascuarella y Germán ‘Chucky’ Bagna, entre otros.