Qué dejó el acuerdo Pichetto-Weretilneck
(ADN).– El acuerdo fue presentado como una estrategia de “gran impacto” electoral. Fue el 18 de julio en Viedma, en un acto donde el senador Miguel Pichetto anunciaba que el macrismo no presentaría candidatos al Senado para las elecciones nacionales, desbrozando el camino para que el gobernador Alberto Weretilneck llegara la Cámara Alta y pusiera su banca al servicio del presidente Mauricio Macri, que confiaba en su reelección. Como contrapartida JSRN iría a los comicios con boleta corta, esperanzado en que el anti peronismo interno, sumara al Presidente.
Ese día hubo optimismo. Llegaron a las instalaciones de Los Aromos, en la costanera viedmense, macristas, radicales, aristas y de la “troika” oficialista de Juntos, con obligada asistencia.
Weretilneck devolvía favores a Pichetto y el senador trataba de demostrar al macrismo que su incorporación traería nuevos actores que garantizarían la permanencia de Mauricio Macri en la Casa Rosada.
Llegó el 27 de octubre y nada de aquello sucedió. El primer alerta fue en las PASO donde el Frente de Todos repitió los números en votos que habitualmente exhibe en las elecciones nacionales y ayer nada fue diferente, salvo que Weretilneck aseguró un escaño en el Senado.
¿De que sirvió entonces este acuerdo? Para Juntos por el Cambio nada. Es más, fue un pésimo negocio y además perdió un diputado, ya que luego de las Primarias los aliados del gobierno al macrismo metieron “violín en bolsa” y dedicaron todo su esfuerzo al corte de boletas.
La alianza local que apoyó a Macri creció –al igual que en el país, respecto a las primarias- sin ofrecer candidatos al senado, que igual no alcanzó a disimular la derrota de Miguel Pichetto en su provincia, un hábil dirigente para “la rosca” pero de poca adhesión en las urnas. Fue derrotado nuevamente en Sierra Grande, una localidad que usa para figurar en el padrón electoral.
El único ganador de este acuerdo: Alberto Weretilneck. Llega al Senado como se propuso no bien la Justicia no permitió su reelección, pero con un poder relativo.
Luego de los resultados del domingo, el Frente de Todos contará con 39 senadores, con quórum propio, que logra con 37 miembros y a 9 votos de los dos tercios necesarios para las leyes especiales.
Además, desde el nuevo gobierno que se instalará a partir del 10 de diciembre en la Casa Rosada, cuentan con el apoyo de Carlos Reutemann, de Santa Fe; Alberto Rodríguez Saa (alejado de Macri) de San Luis y Maurice Closs y Magdalena Solari de Misiones, más los de Santiago del Estero.
Aquella posibilidad de tener un senador de JSRN con peso de su voto en el Senado, no parece ser tal. No aporta al Frente de Todos y tampoco al macrismo.
Por otro lado, la nueva gobernadora Arabela Carreras, ya estará pensando en las relaciones con Alberto Fernández y el gobierno nacional, pero con poco que ofrecer desde los representantes rionegrinos en el Congreso Nacional.
Es más, a la luz de los números que arrojaron las elecciones nacionales, el voto de Luis Di Giacomo podría tener mayor peso ya que el Frente de Todos quedó a un voto de tener quórum propio en la Cámara de Diputados.
El voto rionegrino pulverizó finalmente la estrategia de este entendimiento dirigencial de superestructura, que no supo leer el escenario político y reclamo social al gobierno nacional. La hipótesis estuvo mal planteada, con lo que la conclusión no fue la esperada.
Al final, un acuerdo a medida de Weretilneck.